Esta mano
que se crio en cautividad
no sabe valerse por sรญ sola.
Teme extraviarse
en la selva de su albedrรญo,
su entusiasmo animal.
Y por respeto al laberinto
de la vida voluble
cayรณ en el laberinto de sรญ misma.
La piel del dorso
es la cara visible de una luna
que guarda su distancia
de este mundo, del mar electrizante
del temblor
y el sobresalto.
Y esos dedos de araรฑa
que acechan a lo lejos
no sabrรญan marchar de cacerรญa
aunque quisieran. ~
El cuerpo es esta plaza soleada
donde unos viejos hacen tiempo
y el cafรฉ de la esquina
con su toldo raรญdo y sus sillas metรกlicas
es el castillo de los indolentes
que han hecho su negocio
del hablar por hablar.
Tu oรญdo, demasiado humano,
no capta lo que dicen:
carece de la astucia del animal terrestre.
Ahora un perro dispersa las palomas
que bullรญan unรกnimes
entre migas de pan.
Es un trabajo diurno: una mano de luz
sobre el muro encalado del verano,
el volumen del campanario
barriendo con su sombra el pavimento.
La salud de los vรญnculos
es esta sencilla homeostasis. ~
(Gijรณn, 1967) es poeta, crรญtico y traductor. Ha publicado recientemente 'Perros en la playa' (La Oficina, 2011).