Ilustraciรณn: Aldo Jarillo

El hombre del parasol

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Miguel tiene una cรบpula craneana que se alza como segunda cabeza coronada por un crespo copete bermellรณn.

โ€“Me duele la cabeza.

La mujer no se inquieta. Estรก segura de que si le hicieran una trepanaciรณn hallarรญan hemorroides.

โ€“Es el recto.

Entrada la noche aparecen los demonios. Como a las cuatro y media, todo silencio. Tan quieto estรก el mundo que es consciente del traqueteo de su corazรณn. Seifeddine reza con entrega infantil, pero el tiempo se alarga y la maรฑana no llega. ยฟQuรฉ sucederรก con lo que cree mรกs puro en sรญ mismo?

Recuerda la alegrรญa de su madre al verlo llegar de uniforme cargando el parasol. Llevaba un gorro rojo estrujado que formaba parte del vistoso uniforme del Marhaba. Era un empleo โ€œrespetableโ€ que muchos deseaban. El uniforme daba seguridad, significaba empleo fijo, un salario. El reglamento exigรญa guardar los parasoles en el hotel, pero Seifeddine habรญa planeado cรณmo escabullirse con uno. Lo habรญa medido y era perfecto. โ€“ยฟAprecias mi atuendo de esclavo?

El rostro de Ammar ensombreciรณ.

โ€“Seifeddine… โ€“murmurรณ.

La luna serpentea sobre los muros de tierra. Lo estremecen visiones incandescentes.

Los huรฉspedes hormiguean frente a las mesas colmadas. Algรบn goloso no se decide. ยฟMรกs trozos de chocolate con crema o quรฉ tal esos moรฑos brillantes entre los que se asoman las pasas? ยฟQuรฉ tal las carnes frรญas y los quesos? ยฟY las salchichas silbando en la hoguera? ยฟO huevos fritos? ยกFrutas maduras y deslumbrantes! Semillas, nueces, yogurt griego.

โ€“ยกNo lo puedo creer! โ€“dice un niรฑoโ€“ ยกHay Crunchy Nut!

Su hermano se mete en la boca un trozo de crujiente cereal amalgamado con azรบcar y frutas deshidratadas y lo tritura.

โ€œQuerida Rosalinda โ€“escribe a su hermana una postal que encontrรณ en la habitaciรณnโ€“, la comida es abundante pero extraรฑa. Aunque coma curry los jueves es necesario esforzarse por adquirir el gusto de lo que aquรญ sirven. Pero gracias a Dios hay papas fritas y hamburguesas.โ€ Se detiene y permanece atento, a la espera de la inspiraciรณn.

โ€œSerรญa mejor si hubiese un pay de manzana con helado de vainilla y un montรณn de crema.โ€

Aprecia lo que dejรณ atrรกs. Jorge es hombre de hรกbitos acendrados pero a su mujer le gusta asomarse al mundo porque segรบn ella es interesante.

โ€“ยฟCuรกl es el objeto, eh? Esto de ser interesante es muy fatigoso. Ademรกs, ยฟquรฉ tiene de interesante ver gente que usa batas para salir?

ร‰l preferirรญa estar en su jardรญn. Las azaleas no van nada mal. Pronto crecerรกn bajo las ventanas de la recรกmara principal. Tampoco disfruta acompaรฑar a su mujer a comprar cacharros entre el polvo y el calor y luego cargar con la quincallerรญa, entre gente gritona que lo arrastra de una tienda a otra.

โ€“Pero quรฉ remedio, ยฟeh? Hay que descalzarse y beber una infusiรณn dulce que llaman tรฉ. Todo para tener mundo. El calor es lo peor.

Despuรฉs de un par de bebidas se reconcilia con su entorno. Susy hace planes con otras seรฑoras para visitar ruinas romanas.

ยฟVenir tan lejos para ver piedras? Jorge pide el tercer escocรฉs en las rocas para aturdirse. ยกHรกgame el jodido favor!

โ€“A ver, ยฟconocen la catedral de Durham?

Los comensales lo miran sonrientes.

โ€“ยฟNo es un sueรฑo? โ€“dice arrobada Susy.

โ€“ยฟTrajiste medicinas para las agruras? ยกTengo trepado un aire!

Apenas pone la cabeza en la almohada queda inconsciente. Susy lee un rato y lamenta tener que rellenarse los oรญdos con tapones de cera porque le habrรญa gustado arrullarse con el sonido del mar.

Entre sueรฑos, el indigesto anhela eructar.

El primer cacaraqueo fue rasposo, como si al otro lado de la barda alguien le estuviera torciendo el pescuezo. Eso le pareciรณ pero luego el animal alcanzรณ una nota mรกs alta, y despuรฉs el silencio.

Seifeddine se incorporรณ y mientras guardaba lo que llevarรญa lo asaltรณ un pensamiento oscuro. ยฟQuรฉ sucederรญa si la gracia que lo alentaba fuera otra cosa? Debiรณ apoyarse en el muro. ยฟY si fuera una trampa demoniaca? Ammar no lo habrรญa entendido y sus camaradas menos.

Seifeddine se asea meticulosamente porque es el dรญa que entrarรก al paraรญso. ยกBendito Alรก! Ammar tambiรฉn vendrรก porque en el paraรญso hay suficiente espacio. Sopesa el parasol para acostumbrarse al peso de un rifle militar automรกtico que transporta entre la lona del parasol.

Los callejones ondulan entre muros sonrojados y otros oscuros, segรบn los ilumine el sol. Quizรก exagera la energรญa para disimular la gravedad de lo que estรก por hacer. ยฟCamina esa maรฑana al paraรญso? Un iluminado en el Jardรญn de las Gacelas.

Si su vida no peligrara, nada tendrรญa sentido. Desea lo absoluto y la vida es pasajera y decepcionante. Su hermano habรญa caรญdo fulminado por un rayo mientras cuidaba animales durante una tormenta.

Aparecรญan para servir en hoteles y en los restaurantes de la costa. Despuรฉs desaparecรญan. Regresaban a sus barrios marginales y recordaban la afrenta de sentirse ajenos en su propia tierra. Seifeddine se alegra de que ya no haya distancia entre acciรณn y pensamiento.

Se detiene en el callejรณn para acomodarse la carga y planta los pies en la tierra pedregosa. Ya calienta el dรญa. Amable como siempre saluda a los vecinos madrugadores y se detiene a conversar con un camarada.

โ€“ยกQuรฉ trabajador! ยฟA quiรฉn le vas a poner la bomba? โ€“pregunta el vecino entre risas.

โ€“Aquรญ nada mรกs โ€“responde Seifeddine seรฑalando el parasol.

Y se aleja a paso ligero, sonriendo. Lleva a cabo su deber sin ira.

Al verlo pasar Monia piensa que su sonrisa es la flor de un espรญritu equilibrado.

โ€“ยกDios lo preserve!

Los malos y los locos jamรกs sonrรญen. Rรญen a carcajadas pero la dulzura de la sonrisa los evita. Camino de la playa pasa por el cementerio y se pregunta quรฉ sucederรก entre la muerte y la entrada al paraรญso. Quizรก ese tiempo sirva para abolir una imperfecciรณn.

โ€“ยฟNo eres tรบ Seifeddine, hijo de Ammar?

ยฟCรณmo explicarle? Inclina la cabeza y sigue su camino bajo la luz matinal que comienza a picarle la nuca.

โ€œSoy el instrumento del Seรฑorโ€, se dice.

Los dรญas nublados han quedado lejos y con ellos los cielos plomizos tan bajos que bastarรญa estirarse para tocarlos. Aquรญ es el opuesto: el cielo inalcanzable y azul y el clima no variarรก maรฑana ni al dรญa siguiente.

โ€“Aquรญ no hay futuro โ€“piensa Ritchieโ€“, solo maรฑana.

Lo agobian las vacaciones. Ademรกs le preocupa la disparidad entre su pensiรณn y la inflaciรณn que, si llegan a viejos, los sorprenderรก en la ruina.

โ€“Aunque cambie todo el tiempo el mar siempre es el mismo โ€“le dice ella aspirando profundamente.

ยฟEsperar quรฉ? La muerte.

โ€“ยฟQuรฉ piensas?

El retiro obligatorio y luego el agujero.

โ€“Una persona es lo que hace…

Por eso la gente pregunta a quรฉ se dedica el interlocutor. Contestar โ€œretiradoโ€ equivale a decir โ€œmuertoโ€.

โ€“ยฟCรณmo?

Su mujer alza el rostro hacia el sol. Hace mucho no le parecรญa tan guapa.

Los colegas lo despedirรกn socarronamente, como aquel que entierra a un antiguo compaรฑero de armas, contento de no ser el que echan al hoyo. Ademรกs lo felicitarรกn como si hubiera obtenido un premio.

โ€“Un pedo les importa โ€“carraspea para disimular.

โ€“Perdรณn, mi amor, estaba distraรญda. ยฟQuรฉ dijiste?

โ€“No, nada. Pensaba lo maravilloso que serรญa quedarse aquรญ.

โ€œEl tedio se expande desde el centro contaminรกndolo todo.โ€

โ€“ยฟTe imaginas?

Conoce sus preocupaciones pero prefiere no mencionarlas.

โ€“Podemos leer un rato en la terraza y luego nadar, ยฟeh?

Se promete ahuyentar esos pensamientos negativos que pueden arruinarle las vacaciones. Le besa la mano.

โ€“Lo importante es que estamos juntos, ยฟverdad?

Al cabo de un par de horas Melanie dobla las gafas y pone el libro sobre la mesilla.

โ€“ยฟVamos?

โ€“El recto.

Hundido en la almohada Miguel no la escucha. Va directamente al botiquรญn por pastillas efervescentes que arroja en un vaso que llena con agua de la llave.

Se aburre y Miguel es tan bruto que no se da cuenta. Tampoco se percata de que sobrio es anodino pero ebrio es insoportable. Lo peor, piensa, es que le sobra iniciativa. โ€œA Miguel ni una palabraโ€, le recomendรณ su padre.

โ€“ยกEstรบpida! โ€“bufa impaciente y recogiendo su enorme bolso sale dando un portazo.

โ€œOjalรก le retumbe la cloacaโ€, piensa. Se cala las gafas oscuras y se aleja a grandes zancadas.

En la playa los turistas ya estรกn sazonados para lograr la deseada apariencia de tocino rancio.

Olga abre la novela, debe volver al comienzo del capรญtulo.

โ€œLa recรกmara es ajena. No sรฉ dรณnde estoy ni cรณmo lleguรฉ aquรญ. No sรฉ cรณmo regresar.โ€

Olga sonrรญe. โ€œTampoco es tan extraordinarioโ€, piensa.

Despuรฉs de un momento se percata de que en vez de seguir la novela imagina su pasado. Se propone entonces concentrarse en el presente.

Vuelve a la lectura. Ella despertaba en una recรกmara ajena.

โ€œEscucho una respiraciรณn difรญcil detrรกs de mรญ y me doy cuenta que no estoy sola.โ€

Para colmo estรก casado. Puede ver el anillo. Tรญpico. Olga se inquieta porque la esposa puede aparecer en cualquier momento.

โ€œยฟDรณnde estarรก? La imagino al otro lado de la habitaciรณn llamรกndome puta. ยฟCรณmo podrรฉ defenderme?โ€

โ€“Todos son iguales.

โ€œMe incorporo silenciosamente y voy al baรฑo. No jalo para evitar despertarlo pero me lavo las manos cubiertas de pecas. Me miro en el espejo, alarmada. Esa no soy yo. ยกEs una vieja! El cabello se me embarra al crรกneo. Las mejillas flรกcidas, los labios estirados hacia abajo. El pecho escurrido. Ahogo el grito.โ€

โ€“ยกNo puedo creerlo!

Escucha pasos sobre la arena pero no lo ve. Carga y encaรฑona la Kalรกshnikov sin que nadie note su presencia en la playa del Marhaba: es la ventaja que tiene el asesino sobre sus vรญctimas. Un instante basta para desencadenar la violencia.

Seifeddine avanza hundiendo las sandalias en la arena ardiente, iluminado por la gloria y alegre porque nada podrรก hacerlo flaquear. Habiendo accedido a una pureza ajena a este mundo estรก preparado para entrar en el paraรญso. Tendrรก la buena fortuna de morir joven, antes de convertirse en una caricatura.

La anciana eligiรณ una tumbona en la misma fila donde el hombre jadeaba debajo del parasol.

โ€“Esto es un maldito horno โ€“susurrรณ cubierto de sudor.

Se abanicรณ con el periรณdico y sin esperar respuesta se cubriรณ el rostro. La mujer se disponรญa a untarse bloqueador cuando una rรกfaga de disparos interrumpiรณ el rumor del mar. Cuando algo extraordinario ocurre no se sabe quรฉ pensar, asรญ que continuรณ embarrรกndose los brazos.

A veces escucha que alguien la llama. Oye su nombre con una claridad absoluta, como si quien lo pronuncia estuviera allรญ, a su lado. No se inquieta. Prefiere creer que se trata de una ilusiรณn acรบstica. O de su madre.

Despuรฉs escucha gritos que no tienen nada quรฉ ver con la tonsilitis. Algo terrible sucede pero al incorporarse cae. Aunque el sol la deslumbra puede distinguir al vecino que se ha incorporado y se desploma sobre la arena. Mรกs allรก un hombre avanza y dispara. El vecino se cimbra con cada impacto. Un estupor abyecto la paraliza. Su breve compaรฑero de holganza yace desangrรกndose frente a ella que permanece inmรณvil aunque la arena le quema el pecho, el estรณmago y las piernas. A su edad, piensa, es imposible huir.

Luego oye pasos cada vez mรกs prรณximos. Al otro lado de la tumbona, por debajo, ve los pies calzados con sandalias. ยฟReza? ยฟRรญe? Una alegrรญa aterradora: eso es. Desaparecen los pies y luego escucha nuevamente las rรกfagas y los gritos. Si el asesino se acercara notarรญa inmediatamente su estremecimiento.

En el caos de la playa quedan regados los cadรกveres en las tumbonas o tirados sobre la arena. Dos mujeres se precipitan en el mar aunque la mรกs joven sabe que su madre no puede nadar y ella apenas flota. Segura de que han intercambiado una forma de morir por otra, la joven descubre que se puede ser mรกs o menos libre al interior de una fatalidad.

โ€“ยกMi marido! โ€“grita Melanieโ€“ ยกAyuda!

Corre de vuelta a la playa pero los guardias la detienen.

โ€“ยฟPor quรฉ grita esa mujer? โ€“pregunta Miguel llevรกndose las manos a las orejas.

Balanceรกndose en el cielo las gaviotas rรญen a carcajadas. ~

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