Hay parajes imponentes de la Sierra Madre Oriental en el municipio de Santa Catarina, Nuevo Leรณn, que inspiraron a Manuel Josรฉ Othรณn los tres sonetos de โLas montaรฑas รฉpicasโ. Se trata de La Huasteca, hoy un parque ecolรณgico, declarado Reserva de la Biรณsfera por la UNESCO.
Pero el nombre sorprende. ยฟTiene algo que ver con las Huastecas tamaulipeca, veracruzana, potosina, hidalguense, poblana, queretana? No se habla de una Huasteca neoleonesa.
Tambiรฉn sorprende que en las montaรฑas รฉpicas hay fรณsiles marinos y glifos prehispรกnicos. Y que el huasteco es una lengua maya.
En 2020, habรญa 168,729 hablantes de huasteco en Mรฉxico, segรบn informa โLenguas indรญgenas y hablantes de 3 aรฑos y mรกsโ del INEGI. El gentilicio viene del nรกhuatl cuextรฉcatl. Pero los huastecos se llaman a sรญ mismos tรฉnek โgente de aquรญโ.
Sin embargo, cuando se habla de las Huastecas, no se piensa en los huastecos milenarios, sino en los mestizos alegres que transformaron el trรญo de cuerdas en son huasteco; un violรญn protagonista, acompaรฑado de dos guitarras: quinta huapanguera y jarana huasteca, solos o con voces de los mismos mรบsicos.
Los huastecos llegaron como cazadores, pescadores y recolectores hace tres o cuatro milenios. Ocuparon la franja entre la costa del Golfo de Mรฉxico y la Sierra Madre Oriental; tierras fรฉrtiles regadas por rรญos que bajan de la Sierra; y una albufera (Laguna de Tamiahua) de 85 kilรณmetros de largo, agua salina y pesca abundante.
Se extendieron mรกs allรก, tierra adentro; y, por vรญa del comercio, su influencia cultural llegรณ hasta Texas.
El Instituto Nacional Indigenista (1948-2000) estimรณ que la zona indรญgena huasteca tenรญa una extensiรณn de 15,000 km2 (mรกs que varios estados de la repรบblica), pero el conjunto de las Huastecas es cuatro veces mayor.
Entre 1600 y 1100 a. C., los huastecos se volvieron sedentarios, pescadores y agricultores en caserรญos de las cuencas fluviales y lacustres. Casi dos milenios despuรฉs, aparecen aldeas de hasta seiscientas personas. Luego, por razones desconocidas, hubo migraciones al sureste que redujeron la poblaciรณn.
Entre 650 y 900 d. C., hubo un resurgimiento urbano y artรญstico: ciudades fortificadas con piedra o basalto, pirรกmides como el llamado Castillo de Teayo, montรญculos ceremoniales, pintura mural, cerรกmica y esculturas notables. Vรฉanse en Google Imรกgenes Castillo de Teayo y estatuaria huasteca.
Tenรญan sentido estรฉtico: se teรฑรญan el pelo de rojo o amarillo, se limaban los dientes y vestรญan de manera llamativa. Tejรญan el algodรณn con bordados de lujo (vรฉase quexquรฉmitl en la Wikipedia). Practicaban la vistosa danza de los voladores, un rito para pedir la lluvia (vรฉase en YouTube Danza de los voladores de Papantla).
Fueron combatidos por los chichimecas. Luego, sometidos por Moctezuma Ilhuicamina al Imperio azteca, que les impuso tributos. Uno famoso era el pescado fresco que subรญan corriendo a Moctezuma. Otro, infame: los llevaban como esclavos para la construcciรณn del templo de Huitzilopochtli, y finalmente los sacrificaban.
Fueron conquistados por Hernรกn Cortรฉs en 1522. Nuรฑo de Guzmรกn, enviado por la Corona para limitar el poder de Cortรฉs, presidiรณ la Audiencia Real de la Nueva Espaรฑa y gobernรณ la provincia de Pรกnuco abusivamente.
Fray Juan de Zumรกrraga, primer obispo de Mรฉxico y protector de los indios, lo denunciรณ: โLa provincia de Pรกnuco, que tiene en gobernaciรณn Nuรฑo de Guzmรกn […] estรก disipada, destruida y asolada, a causa de haber sacado de ella nueve o diez mil รกnimas herradas como esclavos y enviรกndolos a las islasโ antillanas, vendidos (carta del 27 de agosto de 1529, citada por Manuel Toussaint, La conquista de Pรกnuco, Mรฉxico: El Colegio Nacional, 1948, p. 118).
A principios del siglo XX, con el auge petrolero, fueron sumergidos por otros mexicanos (y hasta centroamericanos, como Sandino) que llegaron a trabajar; y por latifundistas que se hacรญan de tierras para buscar petrรณleo. Mรฉxico se volviรณ el mayor exportador mundial de petrรณleo. Ramรณn Lรณpez Velarde lamentรณ esa prosperidad, que destruyรณ la vida tradicional: โEl Niรฑo Dios te escriturรณ un establo / y los veneros del petrรณleo el diabloโ (โLa suave Patriaโ, 1921).
Los huastecos fueron evangelizados en el siglo XVI, primero por misioneros agustinos (destacadamente fray Antonio de la Roa, con fama de prodigioso) y luego franciscanos, como Zumรกrraga y su compaรฑero fray Andrรฉs de Olmos, lingรผista polรญgloto (huasteco, nรกhuatl, tepehuano, totonaco).
Del padre novohispano Carlos de Tapia Zenteno, se publicรณ una Noticia de la lengua huasteca (1767, facsรญmil de venta en Amazon), donde celebra el huasteco (que tiene casos y declinaciones como las lenguas clรกsicas) y lo defiende cuando reconoce que no tiene comparativos ni superlativos: pero no โes defecto de este idioma, como no lo es en el hebreoโ (p. 12). En hebreo no se puede decir el mejor cantar ni el รณptimo cantar, sino el cantar de los cantares.
Nahuatlizados antes de la Conquista, cristianizados despuรฉs, disueltos en el mestizaje y sumergidos en el auge petrolero, los huastecos se desdibujaron como etnia a los ojos del resto del paรญs. Sin embargo, su singularidad รฉtnica es cada vez mรกs reconocida, como lo seรฑalan Artemio Arroyo Mosqueda, Romรกn Gรผemes Jimรฉnez, Juan Manuel Pรฉrez Zevallos y Gustavo A. Ramรญrez Castilla, La Huasteca. Una aproximaciรณn histรณrica, Pachuca: Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo, Programa de Desarrollo Cultural de la Huasteca, 2003.
Ahora hay un Museo de la Cultura Huasteca en Tampico, un Museo Regional Huasteco en Ciudad Valles y una estaciรณn de radio del INPI que transmite en tรฉnek, nรกhuatl y espaรฑol: xeant La Voz de las Huastecas, que puede escucharse en la web.
Ana Kondic, en South Eastern Huastec narratives. A trilingual edition (Norman, ok: University of Oklahoma Press, 2016), incluye un devedรฉ con grabaciones de audio y videos. Los informantes de San Francisco Chontla, en Veracruz, grabados entre 2007 y 2011, hablan con mayor fluidez el espaรฑol que el tรฉnek, en el cual intercalan palabras en espaรฑol. Kondic recogiรณ cantos en huasteco que, desgraciadamente, son inferiores a las canciones huastecas mestizas y, seguramente, a los antiguos cantos tรฉnek, que se perdieron o no supe encontrar.
Tรบ, gran รกrbol,
que cobijas con tu sombra
al hombre en el mediodรญa.
Muy cansado se sienta.
Y la caricia de tu sombra
lo hace feliz, lo hace feliz.
No derribemos รกrboles.
Vamos a cuidarlos
y asรญ nuestro Creador
muy feliz serรก.
Al amanecer,
miras por donde sale el sol.
Muy contento con tu mirada,
te saluda con su sonrisa.
Siempre contento, nunca se enoja.
Y asรญ, dรญa a dรญa,
te acompaรฑa en tu caminar.
Abejita obrera,
duele donde picas.
Vamos y vamos,
vamos al sembradรญo.
Voy a sembrar matitas de flores
para que tengas mucha miel.
Zumbando trabajas,
revoloteas y cantas.
Aplauden tus alas de felicidad.
Vamos y vamos,
vamos al sembradรญo.
Voy a sembrar matitas de flores
para que tengas mucha miel. ~
(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.