Lo que se aprende en las novelas
Gustav Schwab, Public domain, via Wikimedia Commons

Lo que se aprende en las novelas

Los clรกsicos nos aleccionan, nos guรญan en muchos temas de la condiciรณn humana, aunque no todas las lecciones han de ser morales o edificantes. No todas las obras pueden forzarse para que hablen con una moral presente.
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En Humillados y ofendidos, Dostoyevski tiene un personaje que celebra la prosa y denuesta la poesรญa. Pues โ€œlos versos son absurdosโ€, mientras que โ€œen prosa se puede instruir a la gente, se puede hablar del amor a la patria, de la virtudโ€.

Me espanta pensar en una novela instructiva o didรกctica, y sin embargo es verdad que leyendo narrativa se aprende bastante. Don Quijote es mi maestro en muchos sentidos, sobre todo ha sido mi profesor de รฉtica; tambiรฉn he aprendido con รฉl mucho sobre la osadรญa, incluso mรกs que con la Ilรญada; da lecciones sobre la libertad de acciรณn, expresiรณn y pensamiento, y basta leerlo o escucharlo leer para comprender las bondades de nuestro idioma espaรฑol.

Alguien puede decir que una novela no ha de ser didรกctica o moralizadora, pero lo cierto es que en muchos pasajes don Quijote es didรกctico y moralizador. Muchos diรกlogos con Sancho tienen este tono, sobre todo cuando le da consejos para gobernar. Y ya no digamos el discurso de las armas y las letras, en el que da preeminencia a las armas porque:

โ€œY es razรณn averiguada que aquello que mรกs cuesta se estima y debe de estimar en mรกs. Alcanzar alguno a ser eminente en letras le cuesta tiempo, vigilias, hambre, desnudez, vรกguidos de cabeza, indigestiones de estรณmago y otras cosas a estas adherentes, que en parte ya las tengo referidas. Mas llegar uno por sus tรฉrminos a ser buen soldado le cuesta todo lo que al estudiante, en tanto mayor grado que no tiene comparaciรณn, porque a cada paso estรก a pique de perder la vidaโ€.

Dos frases de don Quijote llevo siempre en la cabeza desde que lo leรญ por primera vez. โ€œPor la libertad, asรญ como por la honra, se puede y debe aventurar la vida; y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombresโ€. Y otra que sirve como acicate: โ€œSรกbete, Sancho, que no es un hombre mรกs que otro si no hace mรกs que otroโ€.

Supongo que aceptar de buena gana a don Quijote como un sabio que nos da lecciones estรก en la magia de la prosa de Cervantes. Si lo comparo con Tolstรณi, veo que el ruso fue un grandioso novelista cuando quiso contar historias, pero se volviรณ fatigoso e irritante cuando se propuso moralizar. A Posdnichev, el protagonista de La sonata a Kreutzer, dan ganas de cerrarle la boca; cosa que se logra cerrando el libro. Resurrecciรณn o cuentos como ยฟCuรกnta tierra necesita un hombre?, son chafos al estilo de La madre de Gorki.

โ€œNuestra alimentaciรณn excitante y demasiado abundante, junto con la ociosidad fรญsica mรกs completa, no es otra cosa que la incitaciรณn sistemรกtica a la lasciviaโ€, dice Posdnichev. O bien, entre tantas otras bobadas: โ€œVaya usted a decirle a una madre o a su hija que no se preocupan mรกs que de la caza del marido. ยกQuรฉ ofensa! ยกDios mรญo! Sin embargo, no hacen otra cosa, ni tienen otra cosa que hacer.โ€ El detalle es que Tolstรณi no creรณ a Posdnichev como un cretino insufrible, sino como su propio portavoz.

Comparemos las frases de Cervantes sobre la libertad y el hacer, con esta de Gorki, que parece salida de un libro motivacional: โ€œCuando se marcha hacia adelante, hay que luchar incluso contra uno mismo. Hay que saber sacrificarlo todo, hasta el corazรณn. Consagrar la vida a una causa, morir por ella, no es difรญcil. Sacrifica mรกs, sacrifica tambiรฉn lo que te es mรกs querido que la vida: entonces, crecerรก con fuerza lo que de mรกs caro hay en ti, ยกtu verdad!โ€. Casi escucho you are a child of the universe y la voz de Manuel Bernal.

Mucha gente recela lo contrario: que las enseรฑanzas en las novelas sean inmorales y por eso muchas obras han sido censuradas, sobre todo para las mujeres, y los novelistas han sido perseguidos. Pero lo que mayormente asustaba en ellas eran cuestiones sexuales, la famosa โ€œobscenidadโ€. Ahรญ estรกn LolitaEl amante de Lady ChatterleyUlisesMoll FlandersMadame Bovary, las obras del Marquรฉs de Sade y tantas otras.

Curioso es que Dostoyevski no ha corrido con esta suerte de censura cuando tiene las escenas mรกs perversamente erรณticas entre los clรกsicos del siglo XIX. ร‰l mismo llegรณ a espantarse con un episodio que escribiรณ para Demonios, y decidiรณ encajonarlo, mas por fortuna su viuda lo dio a la luz y forma parte de la novela en ediciones no mojigatas. En muchos pasajes violentos de Dostoyevski es difรญcil detectar si hay espanto o fruiciรณn. โ€œยฟHan presenciado ustedes cรณmo el campesino le pega a su mujer?โ€, pregunta Dostoyevski y responde: โ€œDespuรฉs de atarla o meterle los pies en los orificios que previamente hizo en una tabla, procede a zurrarle a la consorte de un modo metรณdico, frรญo, hasta serio, a golpes acompasadosโ€ฆ escuchando sus gritos y sรบplicas con delectaciรณnโ€. Y pasa a narrar mรกs atrocidades, con la justificaciรณn de โ€œLa vida del campesino carece de goces estรฉticosโ€ฆ mรบsica, teatros, periรณdicos y, naturalmente, tiene que llenar con algo ese vacรญoโ€. Nos habla luego de que el campesino se aficionรณ a colgar boca abajo a su mujer, โ€œcomo hacรญa con las gallinasโ€. Y continรบa: โ€œLa colgaba y se ponรญa tan tranquilo a comer sus gachasโ€ฆ volvรญa a coger una correa y se liaba con ella a golpesโ€ฆโ€.

Cito este pasaje meramente violento; pero quien haya leรญdo completo a Dostoyevski sabrรก que en muchas historias se mezcla esta misma violencia con erotismo y tambiรฉn con pederastia.

Los clรกsicos nos aleccionan, nos guรญan en muchos temas de la condiciรณn humana, aunque no todas las lecciones han de ser morales o edificantes. No todas las obras pueden forzarse para que hablen con una moral presente. Y no todos los valores humanos son valores en cada momento de la historia. Pienso, por ejemplo, en la idea de libertad. Suena bien, pero a veces se convierte en un valor jerรกrquicamente inferior a la obediencia.

Pensaba en estas cosas cuando escuchaba un debate sobre la Odisea. ยฟQuรฉ enseรฑanza moral podรญa darnos un hombre que mata a los ciento ocho pretendientes de su mujer? Sin darle muchas vueltas, quizรกs enseรฑa que un hombre debe matar a los ciento ocho pretendientes de su mujer.

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(Monterrey, 1961) es escritor. Fue ganador del Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 2017 por su novela Olegaroy.


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