No hay justo, ni aun uno

Por muchos aรฑos, George Orwell alternรณ su trabajo periodรญstico en revistas literarias y polรญticas con la escritura de sus novelas. En sus artรญculos, escribรญa sobre cualquier tema de su interรฉs: novedades editoriales, observaciones de la naturaleza, controversias literarias y reflexiones sobre la guerra. Sus artรญculos se convirtieron en un referente del periodismo de opiniรณn. Como rescate de esta faceta, publicamos su crรญtica a No such liberty, de Alex Comfort, en la que expuso su postura en torno al pacifismo.
Aร‘ADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

John Middleton Murry dijo hace unos aรฑos que las obras de los mejores escritores modernos โ€“Joyce, Eliot y otrosโ€“ simplemente demostraban la imposibilidad del gran arte en un tiempo como el presente, y desde entonces hemos avanzado hacia un periodo en el que cualquier tipo de gozo en la escritura, cualquier idea similar a contar una historia por el propรณsito del puro entretenimiento, se ha vuelto tambiรฉn imposible. Todo lo que se escribe ahora es propaganda. Si, por tanto, trato la novela del seรฑor Comfort como un tratado, solo hago lo que รฉl mismo ha hecho. Es una novela tan buena como son las novelas en este momento, pero el motivo para escribirla no era lo que Trollope o Balzac, e incluso Tolstรณi, habrรญan reconocido como impulso de un novelista. Se escribiรณ para propagar el โ€œmensajeโ€ del pacifismo, y fue para encajar ese โ€œmensajeโ€ como se diseรฑaron sus principales incidentes. Creo tambiรฉn que tengo justificaciรณn para asumir que es autobiogrรกfica, no en el sentido de que los acontecimientos descritos en ella han ocurrido de verdad, sino en el sentido de que el autor se identifica con el hรฉroe, lo considera digno de simpatรญa y estรก de acuerdo con los sentimientos que expresa.

Este es el resumen de la historia. Un joven mรฉdico alemรกn que ha pasado dos aรฑos de convalecencia en Suiza regresa a Colonia para descubrir que su mujer ha ayudado a opositores a la guerra a fugarse del paรญs y estรก en inminente peligro de arresto. ร‰l y ella huyen a Holanda justo a tiempo para escapar a la masacre que siguiรณ al asesinato de Ernst vom Rath. En parte por accidente llegan a Inglaterra, despuรฉs de que รฉl haya sido herido de gravedad en el camino. Tras su recuperaciรณn consigue un puesto en un hospital, pero cuando estalla la guerra lo llevan ante un tribunal y lo colocan en la clase B de los extranjeros. La razรณn es que ha declarado que no lucharรก contra los nazis porque le parece mejor โ€œdoblegar a Hitler con amorโ€. Cuando le preguntan por quรฉ no se quedรณ en Alemania y doblegรณ a Hitler con amor allรญ, admite que no tiene respuesta. En el pรกnico que sigue a la invasiรณn de los Paรญses Bajos lo arrestan unos minutos despuรฉs de que su mujer haya dado a luz un bebรฉ y lo retienen mucho tiempo en un campo de concentraciรณn donde no puede comunicarse con ella y donde las condiciones de suciedad, hacinamiento, etc., son tan malas como en cualquier lugar de Alemania. Finalmente lo montan en el ss Arandora Star (le dan otro nombre, por supuesto), este se hunde en el mar, el hรฉroe es rescatado y enviado a un campo algo mejor. Cuando al fin es liberado y establece contacto con su mujer, es para descubrir que estรก confinada en otro campo donde el bebรฉ ha muerto por abandono y desnutriciรณn. El libro termina con la pareja ilusionada por navegar hacia Estados Unidos y esperando que la fiebre bรฉlica no se haya extendido tambiรฉn hasta allรญ.

Ahora, antes de considerar las implicaciones de este relato, consideremos un par de hechos que subyacen en la estructura de nuestra sociedad moderna y que es necesario ignorar si el โ€œmensajeโ€ pacifista ha de aceptarse acrรญticamente.

(I) La civilizaciรณn se apoya en รบltimo tรฉrmino en la coerciรณn. Lo que mantiene la sociedad unida no es la policรญa sino la buena voluntad de los hombres comunes, y sin embargo esa buena voluntad es impotente a menos que la policรญa estรฉ allรญ para apoyarla. Cualquier gobierno que se negara a utilizar la violencia en defensa propia dejarรญa de existir casi inmediatamente, porque podrรญa ser derrocado por cualquier cuerpo de hombres, o incluso cualquier individuo, que fuera menos escrupuloso. Objetivamente, quien no estรก del lado de la policรญa estรก del lado del criminal y viceversa. En la medida en que obstaculiza el esfuerzo bรฉlico britรกnico, el pacifismo britรกnico estรก del lado de los nazis, y el pacifismo alemรกn, si existe, estรก del lado de Gran Bretaรฑa y la URSS. Como los pacifistas tienen mรกs libertad de acciรณn en paรญses en los que sobreviven restos de democracia, el pacifismo puede actuar de forma mรกs efectiva contra la democracia que a su favor. Objetivamente los pacifistas son pronazis.

(II) Como nunca puede prescindirse por completo de la coerciรณn, la รบnica diferencia es entre grados de violencia. Durante los รบltimos veinte aรฑos ha habido menos violencia y militarismo en el mundo de habla inglesa que fuera de รฉl, porque ha habido mรกs dinero y mรกs seguridad. El odio a la guerra que sin duda caracteriza a los pueblos de habla inglesa es un reflejo de su posiciรณn favorable. El pacifismo solo es una fuerza considerable en lugares donde la gente se siente muy segura, especialmente en Estados marรญtimos. Incluso en lugares como esos, el pacifismo de poner la otra mejilla solo florece entre las clases mรกs prรณsperas, o entre trabajadores que de alguna manera han escapado de su propia clase. La verdadera clase trabajadora, aunque odia la guerra y es inmune al jingoรญsmo, nunca es verdaderamente pacifista, porque la vida le enseรฑa otra cosa. Para abjurar de la violencia es necesario no tener experiencia de ella.

Si uno mantiene en la cabeza esos datos puede, creo, ver los acontecimientos de la novela del seรฑor Comfort con una perspectiva mรกs verdadera. Es una cuestiรณn de apartar los sentimientos subjetivos e intentar ver dรณnde te llevarรกn tus acciones en la prรกctica y de dรณnde surgen en รบltimo tรฉrmino tus motivos. El hรฉroe es un investigador, un patรณlogo. No ha tenido mucha suerte, tiene un pulmรณn defectuoso, gracias al bloqueo britรกnico que se prolongรณ hasta 1919, pero en la medida en que es un miembro de la clase media, en que hace un trabajo que ha elegido รฉl mismo, es uno de los pocos millones de seres humanos que viven en รบltimo tรฉrmino de la degradaciรณn del resto. Quiere seguir con su trabajo, quiere estar fuera del alcance de la tiranรญa y el rรฉgimen nazi, pero no actuarรก contra los nazis de ninguna otra manera al margen de huir de ellos. Al llegar a Inglaterra siente terror ante la idea de que lo envรญen a Alemania, pero se niega a participar en ningรบn esfuerzo fรญsico por mantener a los nazis lejos de Inglaterra. Su mayor esperanza es llegar a Estados Unidos, con otros cinco mil kilรณmetros de agua entre รฉl y los nazis. Solo llegarรก allรญ, te das cuenta, si los barcos y los aviones britรกnicos lo protegen en el camino, y cuando llegue allรญ se limitarรก a vivir bajo la protecciรณn de los barcos y aviones estadounidenses en vez de los britรกnicos. Si tiene suerte, podrรก seguir con su trabajo de patรณlogo, y al mismo tiempo mantendrรก su actitud de superioridad moral hacia los hombres que hacen posible su trabajo. Y por debajo de todo todavรญa estarรก su posiciรณn como investigador, una persona favorecida que en รบltimo tรฉrmino vive de dividendos que cesarรญan de inmediato sin la extorsiรณn de la amenaza de la violencia.

No creo que este sea un resumen injusto del libro del seรฑor Comfort. Y creo que el hecho relevante es que esta historia de un mรฉdico alemรกn estรก escrita por un inglรฉs. El argumento implรญcito todo el tiempo, y a veces declarado de manera explรญcita, de que apenas hay diferencia entre el Reino Unido y Alemania, que la persecuciรณn polรญtica es tan mala en un lugar como en el otro y que los que luchan contra los nazis se vuelven siempre nazis, serรญa mรกs convincente si viniera de un alemรกn. Hay probablemente sesenta mil refugiados alemanes en este paรญs, y habrรญa cientos de miles mรกs si no los hubiรฉramos mantenido mezquinamente fuera. ยฟPor quรฉ vinieron aquรญ si virtualmente no hay diferencia entre la atmรณsfera social de los dos paรญses? ยฟY cuรกntos han pedido regresar? Han โ€œvotado con los piesโ€, como dijo Lenin. Como he seรฑalado antes, la comparativa amabilidad de la civilizaciรณn angloparlante se debe al dinero y la seguridad, pero eso no significa que no haya ninguna diferencia. Una vez que se admite, sin embargo, que hay cierta diferencia y que importa bastante quiรฉn gane, el habitual argumento a corto plazo a favor del pacifismo se desmorona. Puedes ser explรญcitamente pronazi sin afirmar que eres pacifista โ€“y hay un argumento muy poderoso a favor de los nazis, aunque no mucha gente en este paรญs tiene el coraje de enunciarloโ€“, pero solo puedes fingir que el nazismo y la democracia capitalista son Tweedledum y Tweedledee si tambiรฉn finges que cada horror de la purga de junio en adelante ha sido cancelado por un error exactamente igual en Inglaterra. En la prรกctica eso debe hacerse por medio de la selecciรณn y la exageraciรณn. El seรฑor Comfort afirma que un โ€œcaso duroโ€ es tรญpico. El sufrimiento de ese mรฉdico alemรกn en un paรญs llamado democrรกtico es tan terrible, implica, como para borrar cualquier resto de justificaciรณn moral para la lucha contra el fascismo. Sin embargo, uno debe mantener el sentido de la proporciรณn. Antes de chillar porque dos mil internados solo tienen dieciocho letrinas entre ellos, uno podrรญa recordar lo que ha ocurrido en los รบltimos aรฑos en Polonia, Espaรฑa, Checoslovaquia, etc. Si uno se aferra demasiado a la fรณrmula โ€œlos que luchan contra el fascismo se vuelven fascistasโ€, se ve sencillamente conducido a la falsificaciรณn. No es cierto, por ejemplo, como implica el seรฑor Comfort, que haya una amplia obsesiรณn por los espรญas y que el prejuicio contra los extranjeros aumente a medida que la guerra cobra impulso. Los sentimientos contra los extranjeros, uno de los factores que hicieron posible el internamiento de los refugiados, en buena medida han desaparecido, y ahora los alemanes y los italianos pueden desempeรฑar trabajos a los que no tenรญan acceso en tiempos de paz. No es cierto, como dice de manera explรญcita, que la รบnica diferencia en la persecuciรณn polรญtica entre Inglaterra y Alemania es que en Inglaterra nadie oye hablar de ella. Y tampoco es cierto que todos los males de nuestra vida puedan atribuirse a la guerra o a la preparaciรณn de la guerra. โ€œSabรญaโ€, dice, โ€œque los ingleses, como los alemanes, nunca habรญan sido felices desde que pusieron su confianza en el rearmeโ€. ยฟEran tan llamativamente felices antes? ยฟNo es cierto, al contrario, que el rearme, al reducir el desempleo, ha hecho en todo caso a los ingleses algo mรกs felices? A partir de mi propia observaciรณn deberรญa decir que, en general, la propia guerra ha hecho a Inglaterra mรกs feliz, y esto no es un argumento a favor de la guerra, sino que simplemente te dice algo sobre la naturaleza de la llamada paz.

El hecho es que el habitual argumento a corto plazo por el pacifismo, la idea de que puedes frustrar a los nazis si no te resistes ante ellos, no se aguanta. Si no resistes a los nazis los estรกs ayudando y deberรญas admitirlo. Porque entonces puede plantearse el argumento a largo plazo a favor del pacifismo. Puedes decir: โ€œsรญ, sรฉ que estoy ayudando a Hitler, y quiero ayudarle. Que conquiste Gran Bretaรฑa, la URSS y Estados Unidos. Que los nazis gobiernen el mundo; al final se convertirรกn en algo distintoโ€. Esto es en todo caso una posiciรณn que puede sostenerse. Mira hacia el futuro de la historia humana, mรกs allรก del tรฉrmino de nuestras vidas. Lo que no puede sostenerse es la idea de que todo lo que hay en el jardรญn serรญa estupendo ahora si dejรกramos esta malvada lucha, y que luchar contra ellos es justo lo que los nazis quieren que hagamos. ยฟQuรฉ teme mรกs Hitler, a la Peace Pledge Union o a la Royal Air Force? ยฟHa hecho mayores esfuerzos para sabotear a alguna de las dos? ยฟEstรก intentando que Estados Unidos entre en guerra o que no lo haga? ยฟSe sentirรญa profundamente angustiado si los rusos dejaran de luchar maรฑana? Y, despuรฉs de todo, la historia de los รบltimos diez aรฑos sugiere que Hitler tiene una nociรณn bastante perspicaz de sus propios intereses.

La idea de que puedes derrotar la violencia sometiรฉndote a ella es simplemente huir de los hechos. Como he dicho, solo es posible para las personas que tienen dinero y armas entre ellas y la realidad. Pero ยฟpor quรฉ querrรญan huir, en todo caso? Porque, como odian con razรณn la violencia, no desean reconocer que es integral a la sociedad moderna y que sus propios sentimientos refinados y sus nobles actitudes son fruto de una injusticia sostenida por la fuerza. No quieren saber de dรณnde vienen sus ingresos. Por debajo de eso estรก el hecho รกspero, tan difรญcil de afrontar para muchos, de que la salvaciรณn individual no es posible, de que la elecciรณn ante los seres humanos no es, por lo general, entre el bien y el mal sino entre dos males. Puedes dejar que los nazis dominen el mundo; y eso es malo; o puedes derrocarlos por medio de la guerra, que tambiรฉn es malo. No hay otra opciรณn, y elijas lo que elijas no saldrรกs con las manos limpias. Me parece que el texto para nuestra รฉpoca no es โ€œay de aquel hombre por quien viene el tropiezoโ€, sino el que he utilizado para el tรญtulo de este artรญculo: โ€œNo hay justo, ni aun uno.โ€ Todos hemos tocado la suciedad, todos perecemos por la espada. No tenemos la oportunidad, en un momento como este, de decir: โ€œMaรฑana todos podemos empezar a ser buenos.โ€ Eso es hacer trampas. Solo tenemos la oportunidad de elegir el menor mal y de trabajar para establecer una nueva forma de sociedad en la que la decencia comรบn vuelva a ser posible. No existe la neutralidad en esta guerra. Toda la poblaciรณn mundial estรก implicada en ella, desde los esquimales hasta los andamaneses, y, como es inevitable que uno ayude a un bando o al otro, es mejor saber lo que uno hace y calcular el gasto. Hombres como Franรงois Darlan y Pierre Laval han tenido en todo caso el coraje de hacer su elecciรณn y proclamarla abiertamente. El Nuevo Orden, dicen, debe establecerse a cualquier precio, โ€œil faut รฉcrabouiller lโ€™Angleterreโ€. El seรฑor Murry parece pensar de otro modo, al menos en algunos momentos. Los nazis, dice, โ€œestรกn haciendo el trabajo sucio del Seรฑorโ€ (sin duda hicieron un trabajo excepcionalmente sucio cuando atacaron Inglaterra), y debemos ser cuidadosos โ€œpara no acabar luchando contra Dios cuando luchamos contra Hitlerโ€. Estos no son sentimientos pacifistas, porque si se llevaran a su conclusiรณn lรณgica no solo implicarรญan rendirse ante Hitler sino ayudarlo en varias guerras futuras, pero al menos son directos y valientes. Yo no veo a Hitler como el salvador, ni siquiera inconsciente, de la humanidad, pero hay un argumento poderoso para pensar que lo es, mucho mรกs poderoso de lo que imagina mucha gente en Inglaterra. Donde no hay un argumento es en denunciar a Hitler y al mismo tiempo despreciar a la gente que te mantiene lejos de sus garras. Eso es simplemente una variante para intelectuales de la hipocresรญa britรกnica, un producto del capitalismo en decadencia y el tipo de cosa por la que los europeos, que en todo caso entienden la naturaleza de un policรญa y un dividendo, nos desprecian con toda justificaciรณn. ~

Traducciรณn del inglรฉs de Daniel Gascรณn.

Una versiรณn de este ensayo apareciรณ originalmente en The Adelphi, octubre de 1941.

+ posts

(1903-1950) fue ensayista y novelista. Entre sus obras mรกs conocidas estรกn Homenaje a Cataluรฑa, Rebeliรณn en la granja y 1984.


    ×

    Selecciona el paรญs o regiรณn donde quieres recibir tu revista: