Primero los menos pobres

Hay bases para considerar un fracaso el rediseรฑo del gasto en desarrollo social en Mรฉxico. Contrario a lo que se pregona, ha beneficiado a las personas de mayores ingresos y desatendido a quienes mรกs lo necesitan.
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Durante las รบltimas dรฉcadas, los anรกlisis han coincidido en duras crรญticas al presupuesto dirigido a luchar contra la pobreza y la desigualdad, asรญ como al sistema de protecciรณn social casi inexistente y a los programas sociales que no logran tener una incidencia suficiente en el bienestar de los hogares en el paรญs.

{{De entre muchรญsimas crรญticas duras que hay a la polรญtica social de sexenios anteriores, recomiendo leer Julio Boltvinik y Araceli Damiรกn, โ€œLa pobreza ignorada. Evoluciรณn y caracterรญsticasโ€, Papeles de Poblaciรณn, vol. 7, nรบm. 29, julio-septiembre de 2001; Carlos Barba Solano y Enrique Valencia Lomelรญ, โ€œLa transiciรณn del rรฉgimen de bienestar mexicano: entre el dualismo y las reformas liberalesโ€, Revista Uruguaya de Ciencia Polรญtica, vol. 22, diciembre de 2013, y este de Gonzalo Hernรกndez Licona, Thania Paola de la Garza Navarrete, Janet Zamudio Chรกvez, Iliana Yaschine Arroyo (coords.), El Progresa-Oportunidades-Prospera, a veinte aรฑos de su creaciรณn, Ciudad de Mรฉxico, Coneval, 2019.}}

 Algunas propuestas de mejora pugnaban por el amplio crecimiento del gasto social, asรญ como por la creaciรณn de programas sociales desde un enfoque de derechos. Pero la realidad del uso del presupuesto para estos fines durante sexenios anteriores estuvo plagada de programas que fracasaron en sus objetivos,

{{En โ€œยฟEl fin de la polรญtica social neoliberal?โ€ hago un corte de caja de algunos pendientes y fracasos de la polรญtica social de sexenios anteriores.}}

 fueron mal diseรฑados

{{Vรฉase por ejemplo la evaluaciรณn crรญtica que Sara Ochoa, Citlalli Hernรกndez e Iliana Yaschine hicieron en torno a la Cruzada Nacional contra el Hambre.}}

 o se vieron involucrados en casos importantes de corrupciรณn.

((La investigaciรณn de Animal Polรญtico sobre la Estafa Maestra fue la principal responsable de destapar estos casos de corrupciรณn.))

Pero criticar la lucha contra la pobreza y la desigualdad en sexenios pasados no implica automรกticamente suponer que los cambios en el actual sexenio han sido positivos. En resumen, al analizar la polรญtica social actual podrรญamos hablar de una mezcla de avances y retrocesos sobre la que mรกs adelante profundizo, donde en suma se observa que 1) los hogares mรกs pobres se ven menos beneficiados por la polรญtica social, 2) el presupuesto total de programas sociales es relativamente similar, aunque el grado redistributivo es menor, 3) el impacto en disminuciรณn de la pobreza es tan bajo como en sexenios anteriores, 4) se cuenta con informaciรณn menos transparente y 5) puede que se haya avanzado en la eliminaciรณn de posibles fugas por corrupciรณn (reforzamiento del pago electrรณnico, etc.).

Con pancartas que decรญan โ€œPrimero los pobresโ€, el 14 de noviembre pasado la Cรกmara de Diputados aprobรณ el Presupuesto de Egresos de la Federaciรณn (PEF) 2022. Como en cualquier proceso legislativo democrรกtico, las crรญticas y los comentarios no se hicieron esperar. Algunas reflexiones sobre el presupuesto, como las que abanderamos con la campaรฑa #PresupuestoVsDesigualdad desde el Instituto de Estudios sobre Desigualdad (Indesig) en colaboraciรณn con la Alianza Contra la Desigualdad y Fight Inequality Alliance,

{{Se puede leer mรกs en #PresupuestoVsDesigualdad. Anรกlisis y recomendaciones al Paquete Econรณmico 2022 desde el enfoque de desigualdad y redistribuciรณn.}}

 seรฑalaban que la aprobaciรณn del presupuesto 2022 perdรญa una excelente oportunidad de avanzar en la construcciรณn de polรญticas que realmente lograran luchar contra la desigualdad y disminuir la pobreza en el paรญs. Asรญ pues, totalmente contrario a lo que decรญan las pancartas de quienes votaron a favor del presupuesto, lo aprobado es un paso mรกs en el alejamiento de la priorizaciรณn de los hogares mรกs pobres en Mรฉxico, favoreciendo mรกs a los hogares con menos vulnerabilidades.

Dicho lo anterior, en el presente texto analizo el presupuesto 2022 aprobado, especialmente en tรฉrminos de redistribuciรณn, asรญ como sus posibles efectos en la desigualdad y la pobreza del paรญs. De igual forma, reflexiono sobre las caracterรญsticas de la polรญtica social para el presente aรฑo y en general sobre el sexenio presidencial actual. Finalizo el artรญculo con propuestas de cรณmo mejorar la situaciรณn de la polรญtica social en el paรญs y sin regresar a los errores de sexenios anteriores.

ยฟUna buena?: aumenta el gasto en desarrollo social

Claro que no todo es blanco y negro cuando se trata del anรกlisis de la evaluaciรณn de las polรญticas sociales que buscan atenuar la pobreza y la desigualdad. En un primer momento, destaca el aumento de casi 400 mil millones de pesos en el presupuesto para desarrollo social aprobado para el aรฑo 2022,

{{ Tanto este cรกlculo como los que siguen en el documento se realizan tomando en cuenta el aumento del presupuesto en tรฉrminos reales, a pesos constantes de 2022.}}

que equivale a 10% mรกs respecto de 2021,

{{En el mismo sentido de la nota anterior, tanto para este cรกlculo como para los que siguen, cuando se seรฑalen cambios porcentuales en el tiempo, se toma en cuenta el cambio real, comparando pesos constantes.}}

salto no visto desde el periodo 2013-2014, durante el sexenio anterior, en el que el aumento fue de 11%. De entrada, esto es algo que deberรญa celebrarse, ยฟno? Para complejizar la respuesta de tal pregunta, analicemos con detalle el cambio presupuestal en desarrollo social para el presente aรฑo.

La funciรณn del desarrollo social que realmente se lleva la nota en su aumento es Protecciรณn social,

{{En el documento ya citado de la campaรฑa #PresupuestoVsDesigualdad se puede ver un anรกlisis de cรณmo el aumento del gasto en salud reproduce tambiรฉn mรกs desigualdad para 2022.}}

 a la que se le destinan 6 de cada 10 pesos de aumento presupuestal aprobado entre 2021 y 2022. Si bien dentro de esta categorรญa se incluyen muchos de los programas sociales principales del sexenio, el aumento de 231 mil millones de pesos se debe principalmente a la elevaciรณn del monto dirigido a pensiones, tanto contributivas como (las mal llamadas) no contributivas; es decir, tanto a las pensiones de los sistemas de seguridad social como al programa de Pensiรณn para las Personas Adultas Mayores (PAM). ยฟEs esta una buena noticia? Depende para quiรฉn, ya que quienes se ven mรกs beneficiados son los hogares con ingresos mรกs altos en el paรญs. Veamos con detalle.

Al respecto, es importante mencionar que 6 de cada 10 pesos de las pensiones y jubilaciones โ€œcontributivasโ€ se quedan en los hogares mรกs ricos, en el decil X (es decir, el 10% mรกs rico del paรญs). En tรฉrminos de gรฉnero tambiรฉn hay desequilibrios importantes, pues del total distribuido, 57% de los ingresos por dichas pensiones van para hombres y solo 43% para mujeres. En suma, el gasto en jubilaciones es un gasto sumamente regresivo (es decir, aumenta la desigualdad entre la poblaciรณn), ocupa una fracciรณn muy importante del presupuesto nacional (prรกcticamente 3 de cada 10 pesos del presupuesto van a dicho rubro) y es responsable de la mayor parte del visible aumento tan celebrado del gasto en desarrollo social.

Como se puede concluir hasta ahora, aunque a primera vista pueda parecer que aumentar el gasto en desarrollo social inmediatamente implica avanzar en la disminuciรณn de la pobreza o la lucha contra la desigualdad, la realidad es que todo cambio presupuestal tiene que ser analizado en detalle para entender sus implicaciones redistributivas y sociales.

El presupuesto para programas sociales

Como se puede entender con el anรกlisis anterior sobre el presupuesto para desarrollo social, no todo ese gasto pรบblico es รบtil para disminuir la desigualdad o la pobreza en el paรญs, ni todo el gasto dirigido a tal rubro realmente se destina a lo que se conoce como programas sociales redistributivos, es decir, aquellos que disminuyen la desigualdad pues benefician mรกs a los hogares con menos ingresos. Veamos a continuaciรณn el avance histรณrico de este tipo de polรญticas.

Uno de los mitos fundacionales del sexenio actual para el gobierno federal es la creencia de que los programas sociales federales hoy cuentan con el mayor presupuesto de la historia y tienen un mayor alcance. Para analizar primero la parte presupuestal, en la grรกfica 2 se puede observar la evoluciรณn histรณrica del gasto en programas sociales federales, de acuerdo con el inventario de polรญticas sociales del Coneval. Como es posible percatarse, una vez que se comparan los montos presupuestales con respecto del PIB, es muy claro que, si bien este ha aumentado 0.7% desde el inicio del sexenio actual, el presupuesto para programas sociales aรบn sigue siendo menor que el asignado durante el sexenio anterior. Una respuesta a tal aseveraciรณn podrรญa ser que โ€œuna parte importante de este presupuesto no beneficiaba a los hogares debido a la corrupciรณnโ€ y, aunque se basa en supuestos verรญdicos, mรกs adelante mostrarรฉ cรณmo, a pesar de eso, hoy en dรญa llega menos presupuesto social a los hogares con menos ingresos.

Profundizando nuevamente en los cambios en el presupuesto aprobado para el aรฑo 2022, son interesantes las diferencias tan amplias en el aumento que presentan los llamados โ€œprogramas sociales y proyectos prioritariosโ€ del gobierno federal. Por un lado, aumenta 37% mรกs el monto asignado a los โ€œproyectos prioritariosโ€ (equivalente a un aumento de 62 mil millones de pesos), donde destaca el inmenso incremento del presupuesto a proyectos como la Guardia Nacional (76%) y el Tren Maya (74%). Por otro lado, los โ€œprogramas sociales prioritariosโ€

{{Tanto en la definiciรณn de โ€œproyectos prioritariosโ€ como en la de โ€œprogramas sociales prioritariosโ€, se utiliza la lista seรฑalada en el Proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federaciรณn.}}

 tienen un aumento marginal del 2.8% (o 5 mil millones de pesos), con excepciรณn de la Pensiรณn de Adultos Mayores, que aumenta en un 75% y, por sรญ mismo, representarรญa mรกs presupuesto (238 mil mdp) que el resto de los programas sociales (207 mil mdp).

Ante el contexto de la mayor crisis econรณmica de los รบltimos aรฑos, una pandemia que aรบn no termina y el aumento importante de la poblaciรณn en situaciรณn de pobreza, ยฟla propuesta de incremento presupuestal en la Pensiรณn de Adultos Mayores, la Guardia Nacional y el Tren Maya es la mejor estrategia posible para distribuir un aumento del gasto de 164 mil millones de pesos? Hay varias reflexiones a tomar en cuenta al respecto.

Primero, habrรญa que aportar evidencia clara sobre el beneficio social de seguir aumentando el presupuesto a la Guardia Nacional, que ahora se busca que estรฉ legalmente dentro de la Sedena,

{{Como ha expresado el ejecutivo federal en distintas ocasiones y ha sido documentado de diversas formas.}}

 frente a estrategias de seguridad alternativas (por ejemplo, fortalecer ampliamente el presupuesto de las policรญas locales), asรญ como con el resto de โ€œproyectos prioritariosโ€ (Tren Maya

{{ Por ejemplo, ante las crรญticas de que la riqueza generada del turismo se queda en pocas manos.}}

y otros), especialmente con un enfoque en tรฉrminos redistributivos.

Segundo, es importante hacer notar que el aumento del presupuesto para los โ€œproyectos prioritariosโ€, equivalente a 0.6% del PIB, serรญa suficiente para pagar un โ€œplan de recuperaciรณnโ€, como propuso el economista Gerardo Esquivel en abril de 2020.

{{โ€œPandemia, confinamiento y crisis: ยฟQuรฉ hacer para reducir los costos econรณmicos y sociales?โ€, nexos, 17 de abril de 2020.}}

 Ademรกs, estรก muy por encima del costo del Seguro de Desempleo propuesto por el CEEY

{{Centro de Estudios Espinosa Yglesias, Elementos de un plan integral para atender las consecuencias econรณmicas de la pandemia de coronavirus en Mรฉxico, 27 de abril de 2020.}}

 (0.15% del PIB) ese mismo aรฑo. Desgraciadamente, dichas iniciativas, que tendrรญan tremendo impacto en la disminuciรณn de la pobreza y la desigualdad ante la crisis econรณmica de este sexenio, estรกn ausentes en el presupuesto aprobado para el aรฑo 2022, a la par que se le da prioridad a proyectos turรญsticos y militares.

Tercero, si bien en un primer momento es de celebrarse el aumento en el gasto para programas sociales tales como la PAM, cabe preguntarse, ยฟes esta la polรญtica social mรกs redistributiva y que pone โ€œprimero a los pobresโ€ ante un contexto de tanta austeridad? Segรบn la estimaciรณn que he realizado mediante una microsimulaciรณn de los efectos redistributivos, el aumento del 15% de la transferencia la PAM, y la inclusiรณn de personas con 65 a 67 aรฑos (razones por las cuales el presupuesto aumentรณ mรกs de 100 mil millones de pesos para 2022), solamente sacarรก de la situaciรณn de pobreza a 172 mil personas. Este efecto no solo es insuficiente ante el aumento de 5 millones de personas en situaciรณn de pobreza por ingreso inferior a la lรญnea de pobreza por ingresos entre el 2018 y el 2020, pues pasaron de 61.8 a 66.9 millones,

{{ Coneval, 2020.}}

 sino que ademรกs es una manera poco eficiente de gastar casi medio punto porcentual del PIB, si el objetivo es justo disminuir la pobreza y la desigualdad. Si bien mรกs adelante abundarรฉ en el sustento de tal afirmaciรณn, por el momento es suficiente mencionar que la principal problemรกtica es centrar 6 de cada 10 pesos de los programas sociales de transferencias monetarias en un programa universal que atiende a la poblaciรณn del grupo etario con la menor incidencia de pobreza,

{{Por ejemplo, la pobreza por ingresos a nivel nacional para las personas mayores de 60 aรฑos fue de 46% para el aรฑo 2020, menor que el 63% de las personas menores de 18 aรฑos, 50% y 51% para las de 18 a 29 y 30 a 45, respectivamente, e igual (46%) que las personas de entre 46 y 59 aรฑos. Pueden leerse mรกs detalles sobre las condiciones socioeconรณmicas de la poblaciรณn adulta mayor en โ€œLa pobreza de la vejezโ€, Este Paรญs, 25 de octubre de 2021.}}

 luego de haber debilitado completamente la estructura de programas sociales focalizados que atendรญan a la poblaciรณn en situaciรณn de pobreza.

ยฟNuevos paradigmas en la polรญtica social?

De hecho, el debate en torno a los principios de la polรญtica social es algo complejo y no hay respuestas fรกciles. Para abordarlo, a continuaciรณn comento sintรฉticamente algunos de los cambios de las polรญticas sociales del nuevo sexenio

{{Este apartado se basa en gran medida en mi artรญculo llamado โ€œยฟUna nueva polรญtica social?: cambios y continuidades en los programas sociales de la 4Tโ€.}}

a la luz de dichos principios. En primer lugar, hay un claro vuelco hacia los programas sociales de transferencias monetarias (las cuales muchos criticaban de โ€œneoliberalesโ€, aunque yo no coincidirรญa en tal crรญtica), que en 2022 alcanzan un presupuesto cercano a los 400 mil millones de pesos, aunque la mayor parte va dirigida a la Pensiรณn de Adultos Mayores. Tal reestructuraciรณn del gasto en polรญtica social ha tenido perjuicio sobre los programas sociales no dirigidos a las transferencias monetarias, pero que buscaban beneficiar por otras vรญas a la poblaciรณn.

Una segunda caracterรญstica de la polรญtica social actual es el incremento de las polรญticas sociales cuasi-universalistas o universalistas, es decir, que rompen parcialmente con algunas focalizaciones, condicionalidades y/o requisitos para que la poblaciรณn pueda ser beneficiaria de los programas sociales. Tal es el caso del cambio en la Pensiรณn de Adultos Mayores, que incluyรณ en este sexenio a la poblaciรณn con mayores ingresos luego de quitar la exclusiรณn previa a quienes reciben otra jubilaciรณn.

De igual forma, en el caso de las Becas Benito Juรกrez, que provienen del desmantelamiento del programa Prospera, se priorizรณ el presupuesto para la beca universal a estudiantes de media superior respecto del asignado a la beca focalizada en poblaciรณn en situaciรณn de pobreza para estudiantes de educaciรณn bรกsica. A diferencia de las asignaciones universales para menores de edad, programas sociales universales existentes en otros paรญses, el ejemplo de la beca โ€œuniversalโ€ para estudiantes de media superior deja fuera a todas las personas jรณvenes o en edad de cursar dicho nivel educativo, pero que por condiciones econรณmicas no logran seguir estudiando. Dicho mรกs claramente, muchos de estos nuevos programas estรกn diseรฑados para no llegar mรกs frecuentemente a los hogares mรกs pobres.

Una รบltima caracterรญstica que vale la pena resaltar es el parcial reforzamiento del paradigma de polรญtica social conocido como workfare, que hace referencia a la polรญtica social que se aleja del enfoque de derechos e impone como condicionalidad a los beneficiarios el demostrar que estรกn trabajando para poder recibir una transferencia monetaria. Tal paradigma tiene una larga data (se podrรญan rastrear sus orรญgenes hasta la reforma de las โ€œleyes de pobresโ€ en Inglaterra durante el siglo XIX), pero fue popularizado con la reforma al paradigma de polรญtica social en Estados Unidos durante la segunda mitad del siglo XX, que buscรณ condicionar los programas sociales al requisito de trabajar, justificado en la โ€œsospecha meritocrรกticaโ€ (errรณnea o basada en estigmas) de que los beneficiarios de programas sociales podrรญan volverse โ€œimproductivosโ€ o โ€œflojosโ€ si recibรญan dinero del gobierno sin ninguna exigencia respecto de que estuvieran empleados (en el mercado laboral, claramente, pues no se reconoce como โ€œtrabajoโ€ al trabajo no remunerado). Ejemplos de workfare en este sexenio son los programas sociales Sembrando Vida, Jรณvenes Construyendo el Futuro y el Programa de apoyo para el Bienestar de las Niรฑas y Niรฑos, Hijos de Madres Trabajadoras, en todos los cuales existe la exigencia de demostrar empleo en el mercado laboral.

ยฟLa polรญtica social mejora el combate a la pobreza y la desigualdad?

Dados los cambios ya mencionados en la estructura y diseรฑo de la polรญtica social del sexenio actual, vale la pena preguntarse sobre sus resultados distributivos, especรญficamente en tรฉrminos del impacto en la disminuciรณn de la pobreza y de la desigualdad. Veamos primero el caso de la desigualdad.

Lo primero a mencionar es que, a consecuencia de los cambios en los programas sociales en el presente sexenio, hubo una variaciรณn importante en la cobertura de los programas sociales segรบn la situaciรณn de pobreza de la poblaciรณn beneficiaria. Por ejemplo, durante el aรฑo 2016, 7 de cada 10 personas en situaciรณn de pobreza reportaban recibir al menos un programa social de transferencias monetarias, mientras que para 2020 dicha cobertura cayรณ a solo 4 de cada 10 personas en situaciรณn de pobreza. En el otro extremo, entre el 10% mรกs rico del paรญs, es decir, las personas que pertenecen al decil de ingresos mรกs alto, la recepciรณn de programas sociales pasรณ de 6 a 17% solo entre 2018 y 2020.

((Aquรญ es necesario seรฑalar que son los ingresos reportados directamente por los hogares al Inegi, por lo que ya se estรก descontando todo el dinero que pueda haber sido desviado por corrupciรณn y, por lo tanto, no haber llegado realmente a los hogares.))

Esta es una clara consecuencia del cambio en la sustituciรณn de programas focalizados en la pobreza por programas que en el discurso deberรญan ser universales, pero que realmente no lo son, ya que cuentan con condicionalidades y no tienen presupuesto suficiente para cubrir a toda la poblaciรณn objetivo. Por ejemplo, ante la eliminaciรณn del programa Prospera, que llegaba a uno de cada dos hogares del decil I (es decir, del 10% mรกs pobre), ningรบn programa social del sexenio actual se acerca ni por poco en nivel de cobertura: la Beca Benito Juรกrez para educaciรณn bรกsica (que en lo legal sustituyรณ a Prospera) solo llega al 20% de los hogares mรกs pobres, mientras que la Beca de Educaciรณn Media Superior llega al 8%, y la Pensiรณn de Adultos Mayores al 10%.

De hecho, la Pensiรณn de Adultos Mayores llegaba a mรกs hogares del decil I (los hogares mรกs pobres) durante 2018 que en 2020, tal vez como consecuencia del โ€œborrรณn y cuenta nuevaโ€ que el Censo del Bienestar buscรณ hacer a los padrones de beneficiarios, y ante la dificultad de encontrar y alcanzar a los hogares mรกs pobres del paรญs, problemรกtica que puede haber afectado al resto de los programas sociales.

(( Del tema puede leerse mรกs al respecto en โ€œโ€˜Hechos, no palabrasโ€™: las falsedades en el informe sobre polรญtica social en Mรฉxicoโ€ y en el informe del Indesig Anรกlisis preliminar de resultados de la Encuesta de Ingreso y Gasto de los Hogares (2020) desde un enfoque de desigualdad y distribuciรณn.))

Dichos cambios en el nivel de cobertura de los programas sociales fueron acompaรฑados por el aumento de las transferencias promedio que reciben los hogares mรกs ricos ante el rezago de los hogares mรกs pobres: para 2020, los hogares del decil X (es decir, el 10% mรกs rico) recibรญan una transferencia monetaria gubernamental promedio 60% mayor que en 2018, equivalente a 573 pesos mรกs. En cambio, los hogares mรกs pobres apenas reciben 8 pesos mรกs en el sexenio actual. Claro, solo los que siguen siendo beneficiarios, porque no olvidemos que la cobertura en los hogares mรกs pobres bajรณ cerca de 33%.

Es por todo lo anterior que, en tรฉrminos generales, la polรญtica social del sexenio actual renunciรณ casi en su totalidad al objetivo de disminuir la desigualdad. El poder redistributivo de los programas sociales se vio casi desaparecido. Mientras que en 2018 se dirigรญa 23% del total de las transferencias monetarias por polรญtica social al decil mรกs pobre, en 2020 esto pasรณ a simplemente el 10%. Es decir, el 10% mรกs pobre recibe solo 10% de las transferencias de los programas sociales. De hecho, casi cada decil, cada tramo de 10% de poblaciรณn, recibe solo 10% de las transferencias. Este es el sueรฑo liberal para muchas personas, un Estado que no modifica la distribuciรณn de ingresos y no toca la desigualdad. Y fue obra del gobierno actual.

Por su parte, es ya bien sabido que, la incidencia de la poblaciรณn en situaciรณn de pobreza por ingresos en Mรฉxico aumentรณ 5 millones.

{{Esto de acuerdo con la mediciรณn de pobreza del Coneval. Existen otras mediciones oficiales alternativas, como la que realiza el Evalรบa CDMX, que tambiรฉn vale la pena consultar.}}

Sobre lo que hay menos difusiรณn es el efecto de la polรญtica social en la disminuciรณn de la pobreza. De acuerdo con estimaciones propias,

{{ Puede leerse mรกs al respecto en โ€œยฟPrimero los pobres?: Cambios recientes en el impacto de las transferencias monetarias sobre la pobreza en Mรฉxicoโ€.}}

se mantuvo en 9% la poblaciรณn que sale de la pobreza gracias a los ingresos de las transferencias monetarias de los programas sociales. En cambio, el aumento de la pobreza total se debe al tambiรฉn incremento de la poblaciรณn que estarรญa en situaciรณn de pobreza si no fuera por los programas sociales, pasando de 59% en 2018 a 62% en 2020. En este sentido, es sumamente interesante cรณmo el aumento de casi 54% en la masa transferida de programas sociales a los hogares y captada por la ENIGH en 2020 tiene un efecto nulo en la disminuciรณn de la pobreza, respecto de lo que se lograba hacer con una masa monetaria menor pero mejor focalizada en el sexenio anterior.

ยฟCรณmo mejorar el poder redistributivo del presupuesto contra pobreza y desigualdad?

Con base en el anรกlisis desarrollado en los apartados anteriores, podrรญa calificarse como un fracaso el rediseรฑo del gasto en desarrollo social en Mรฉxico durante el sexenio actual, especialmente aquel que tiene como objetivo disminuir la pobreza en el paรญs y aminorar las brechas de desigualdad que dividen a los mรกs ricos de los mรกs pobres. Sostengo que podrรญa calificarse como un fracaso ya que la reorganizaciรณn del presupuesto de programas sociales, que prioriza las transferencias monetarias, ha tenido un nulo impacto en la disminuciรณn de la pobreza, lo cual proviene en gran medida de la desapariciรณn del poder redistributivo de la polรญtica social, como se mostrรณ en este artรญculo.

Hay algunas acciones y medidas muy concretas que podrรญa tomar el gobierno federal para cambiar el rumbo y, ahora sรญ, poner โ€œprimero a los pobresโ€ en la polรญtica social. Lo primero serรญa dejar de utilizar el (mal llamado) Censo del Bienestar como columna principal del padrรณn de beneficiarios de los programas sociales, y retomar avances de padrones de beneficiarios de otros sexenios. Por ejemplo, garantizar que todas las personas que vivรญan en situaciรณn de pobreza y tenรญan Prospera, hoy cuenten al menos con un programa social que otorgue como mรญnimo la misma cantidad de ingreso que recibรญan anteriormente (eso sรญ, sin que regrese ninguna de las condicionalidades anteriores).

En segundo lugar, y claramente relacionado con lo anterior, es necesario restaurar el nivel presupuestal en programas focalizados en la poblaciรณn en situaciรณn de pobreza. Gran parte del retroceso actual de la polรญtica social se debe a la dupla a) eliminar programas focalizados en la pobreza y b) utilizar ese presupuesto disponible para crear programas que aspiran a ser universales, pero que en los hechos benefician mรกs a los menos pobres. En ese sentido, la mejor combinaciรณn de polรญtica social ejecutada en un paรญs es aquella que combina programas universales que garantizan mรญnimos adecuados, con polรญticas focalizadas en los mรกs pobres que tienen como objetivo nivelar y disminuir las brechas de desigualdad. Es un falso dilema tener que elegir siempre entre polรญtica social universal y focalizada.

En tercer lugar, no puede olvidarse que tal rediseรฑo de la polรญtica social del paรญs tiene que darse bajo ciertas consignas muy claras. Por un lado, se debe aprovechar para eliminar las condicionalidades de los programas sociales, que vulneran los derechos de la ciudadanรญa (al alejar a los programas del enfoque de derechos) y promueven la estigmatizaciรณn de los beneficiarios. Un ejemplo de esto es la condicionalidad de estudiar para recibir apoyo por parte del gobierno en caso de ser una persona menor de 18 aรฑos. Si bien una de las principales crรญticas a Prospera se dirigรญa a las condicionalidades, la acciรณn de convertir dicho programa en uno de becas (Benito Juรกrez) solo prolonga mรกs la injusta exigencia de la condiciรณn de asistencia a la escuela. Una posibilidad muy obvia es convertir tal programa en una especie de asignaciรณn universal para los niรฑos, las niรฑas y los adolescentes, que proteja a todos independientemente de su condiciรณn de asistencia escolar.

Ademรกs, el rediseรฑo de programas sociales deberรญa aprovecharse para alejarlos del paradigma del workfare,es decir, la exigencia de โ€œempleoโ€ para los beneficiarios de los programas sociales. Para construir programas sociales desde un enfoque de derechos no basta con incluirlos en la Constituciรณn. Tiene que eliminar este tipo de exigencias, como la de โ€œtrabajarโ€ (en el mercado reconocido como โ€œextradomรฉsticoโ€) para ser merecedor de protecciรณn social por parte del gobierno. En ese sentido, los programas dirigidos a poblaciรณn rural, joven o a madres solas y padres solos no deberรญan estar vinculados al requisito laboral para el otorgamiento de la transferencia monetaria.

Por รบltimo, y de manera general, el necesario cambio del presupuesto dirigido a la polรญtica social en Mรฉxico deberรญa tomar en cuenta las experiencias de programas creados ante la coyuntura de la crisis econรณmica, basados en otorgar ingresos cuasi-universales de emergencia. Al contrario, nuestro paรญs destacรณ por no aumentar el gasto social mรกs allรก del 0.2% del PIB durante la pandemia, aumento dirigido principalmente a crรฉditos a los hogares, a diferencia del aumento de entre 3 y 8 puntos porcentuales visto en otros paรญses similares de Amรฉrica Latina.

{{Un anรกlisis mรกs detallado de los cambios en el gasto social durante la pandemia puede encontrarse en โ€œLos mitos de la polรญtica social de la 4Tโ€, nexos, 29 de julio de 2021.}}

 El nivel actual del gasto social sigue siendo el mรกs bajo de la OCDE y, como ya se mostrรณ, no ha cambiado sustancialmente en este sexenio.

Asรญ pues, pareciera que la mรกxima del gobierno federal actual fuera justo lo contrario a โ€œPrimero los pobresโ€: menos polรญtica social para las personas con ingresos mรกs bajos, mayor cobertura y transferencias mรกs altas para los hogares mรกs ricos y mantener casi intactas las diferencias que existen entre los distintos estratos en el paรญs. En palabras simples, su lema parece ser โ€œPrimero los menos pobresโ€. Ojalรก y recapaciten quienes dirigen este gobierno, para no desperdiciar la histรณrica oportunidad de crear un paรญs mรกs justo para las personas en Mรฉxico. ~

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es economista por la Universidad de Guadalajara, doctor en ciencia social por El Colegio de Mรฉxico y cofundador del Instituto de Estudios sobre Desigualdad (Indesig) y del proyecto Gatitos Contra la Desigualdad.


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