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1 de enero de 2015, 29 de septiembre de 2014, 15 de junio de ese aรฑo, 14 de diciembre de 2012: las fechas se suceden en orden decreciente hasta alcanzar el 23 de agosto de 1940, el 1 de noviembre de 1938, el 15 de abril de 1932. โVoy a contar hacia atrรกs la historia de mi familiaโ, afirma el narrador de Historia oficial del amor, la nueva novela de Ricardo Silva Romero (Bogotรก, 1975): โVoy a narrar al revรฉs su destino, su karma y su suerte […] porque ha sido al revรฉs, desde hoy hasta el principio, como he ido enterรกndome de nuestra trama. Y lo sensato es irse, primero, por las ramas, si lo que uno quiere es viajar a la semilla del รกrbol genealรณgico.โ
Historia oficial del amor (Alfaguara, 2016) es parte de una trayectoria conformada hasta el momento por diez novelas, dos libros de relatos y dos poemarios; invirtiendo el orden cronolรณgico de los acontecimientos que narra, su autor presenta en ella la historia de una familia colombiana (la suya) desde 1932 hasta el presente, desde los enfrentamientos entre las fuerzas liberales en Cartagena de Indias en la dรฉcada de 1930 hasta algo despuรฉs del triunfo electoral de Juan Manuel Santos en 2014. Mucho del modo en que las familias se cuentan a sรญ mismas su historia y las formas en que esta se relaciona con la de su paรญs es retratado con calidez en Historia oficial del amor; en ese sentido, la obra asume como propia la imbricaciรณn entre la historia privada y la pรบblica que constituye el rasgo saliente de la novela polรญtica latinoamericana de los รบltimos aรฑos. Pero si destaca por algo es por la presentaciรณn retrospectiva de los hechos narrados: a simple vista, esa presentaciรณn es gratuita, ya que, si bien es cierto que, como afirma el narrador, este adquiriรณ el conocimiento de la historia de su familia โal revรฉsโ, tambiรฉn lo es que, en tanto narrador omnisciente, se coloca โfuera del tiempoโ, al final de un periodo de indagaciรณn que en el momento de comenzar su narrativa le permitirรญa narrarla convencionalmente. (Lo cual se pone de manifiesto hacia el final de la obra, cuando el narrador interrumpe la presentaciรณn โinvertidaโ de la secuencia temporal para regresar a 2015.)
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โViajar a la semillaโ es una ilusiรณn recurrente en la literatura moderna, y en la menciรณn explรญcita a esta figura de habla en el primer pรกrrafo de la novela de Silva Romero puede encontrarse uno de los antecedentes directos del libro, ya que โViaje a la semillaโ (1944) es el tรญtulo de uno de los cuentos mรกs notables de Alejo Carpentier: en รฉl, la demoliciรณn de una casa es interrumpida por la llegada de un anciano negro que la reconstruye mรกgicamente y echa a correr el reloj hacia atrรกs; a partir de ese punto, los cirios crecen lentamente โperdiendo sudoresโ (cuando recobran su tamaรฑo los apaga una monja โapartando una lumbreโ), los signos de envejecimiento de los protagonistas se revierten (โborrรกbanse patas de gallina, ceรฑos y papadas, y las carnes tornaban a su durezaโ), los pรกjaros vuelven al huevo โen torbellino de plumasโ y los muebles โcrecenโ mientras el protagonista del relato se vuelve mรกs y mรกs pequeรฑo. Argumento a favor de un nuevo comienzo, representaciรณn de una temporalidad propia de la negritud y ajena a la concepciรณn occidental del tiempo como progresiรณn irreversible, promesa de recuperaciรณn al menos simbรณlica de la infancia (Alejo Carpentier acababa de cumplir cuarenta aรฑos en 1944), ninguna de estas interpretaciones es concluyente ni tiene demasiada importancia. Mรกs importante parece el hecho de que el procedimiento inaugurado por Carpentier sitรบa โViaje a la semillaโ en una serie de productos culturales recientes a los que el relato del escritor cubano sirve al menos de antecedente remoto, como la novela de Silva Romero y filmes como Memento (Christopher Nolan, 2000) e Irreversible (Gaspar Noรฉ, 2002).
En el primero de ellos, un antiguo detective de seguros intenta dar con el asesino de su mujer; aunque recuerda todo lo anterior al crimen, carece de la capacidad para almacenar nuevos recuerdos: solo puede ayudarse con polaroids, esquemas y, en el caso de la informaciรณn mรกs importante, con tatuajes; pero su incapacidad de recordar el origen de la informaciรณn recibida despuรฉs de algunos minutos convierte su pesquisa en una cuestiรณn de convicciones mรกs que de hechos.
En el segundo de los filmes, una mujer es violada por un desconocido que la asalta en un pasaje subterrรกneo al regresar de una fiesta y su novio y su exmarido deciden tomar venganza: recibida por algunos crรญticos como una obra maestra โpoderosa y profundaโ y por otros como un โexperimento autoindulgenteโ, โtan agresivo formal y estilรญsticamente que este aspecto supera lo que tiene que decir, que es muy pocoโ, Irreversible resulta irritante debido a su violencia, pero tambiรฉn (y sobre todo) porque, al comenzar con un baรฑo de sangre y acabar con una escena de tierna intimidad con una mujer que luego, pero antes en la narraciรณn, ha sido brutalmente violada, Noรฉ muestra lo endeble de una existencia no muy distinta a la del espectador.
((Memento e Irreversible no son los รบnicos filmes retrospectivos que hay: pueden mencionarse entre otros Cinco veces dos (Franรงois Ozon, 2004), en el que la historia de una pareja es contada retrospectivamente en cinco capรญtulos que van desde la separaciรณn al primer encuentro, y Traiciรณn (David Jones, 1983), adaptaciรณn cinematogrรกfica de la pieza de Harold Pinter del mismo tรญtulo con Jeremy Irons, Ben Kingsley y Patricia Hodge en los papeles principales.
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Aunque el recurso a narrar los hechos โcontrarrelojโ no es infrecuente en piezas humorรญsticas (por ejemplo en ciertas historias del francรฉs Gรฉbรฉ, en el capรญtulo de Seinfeld conocido como โThe Indian weddingโ y en โThe reversible manโ, uno de los Future shocks de Alan Moore), la narrativa retrospectiva es mรกs habitual (en su infrecuencia) en aquellos textos y filmes en los que el misterio radica en las circunstancias que han determinado las acciones, como en Memento, el thriller de Iain Pears Stoneโs fall (2009) o en la obra de teatro de Harold Pinter Traiciรณn (1978). A diferencia de la novela de Martin Amis La flecha del tiempo (1991), en la que los hechos no son presentados en secuencias breves de temporalidad convencional sino invertidos a la manera de โViaje a la semillaโ (es decir, como si se los visionase en rewind), Submundo (1997) de Don DeLillo y Counter-clock world (1967), de Philip K. Dick, publicada en espaรฑol por Minotauro con el tรญtulo de El mundo contra reloj (y en la que un proceso denominado โla Fase Hobartโ condena a la humanidad a vivir en una inversiรณn temporal en cuyo marco la actividad principal en las bibliotecas es la erradicaciรณn cronolรณgica de los libros, el embarazo concluye con la cรณpula, la gente se saluda con un โadiรณsโ y se despide con un โholaโ y, lo que es peor, los muertos salen de las tumbas), a menudo la inversiรณn del orden temporal es asunto del relato de un modo u otro pero no altera esencialmente su forma, como sucede en โEl curioso caso de Benjamin Buttonโ de Francis Scott Fitzgerald (1922), Orlando de Virginia Woolf (1928), A reculons de Rafael Tasis (1957) y la novela de Andrew Sean Greer Las confesiones de Max Tivoli (2004); en esta รบltima el personaje, que ha nacido con el cuerpo de un anciano, rejuvenece, lo que le permite conquistar a la misma mujer en tres ocasiones diferentes, primero a los diecisiete aรฑos a la manera de una figura paternal para ella, luego a los treinta, con la apariencia de un hombre de cuarenta aproximadamente, como su marido, y finalmente, con cincuenta y nueve aรฑos y pareciendo de once, como un hijo. (Una variante de ello la constituye la โtrilogรญa de Rothโ de Andrew Taylor, el orden de cuyas entregas estรก invertido en relaciรณn a la temporalidad de los hechos narrados: Las cuatro รบltimas cosas (2005) transcurre en la dรฉcada de 1990, El juicio ajeno (2006) lo hace a comienzos de 1970 y Oficio de difuntos (2007), en 1958; el resultado de ello es una especie de epopeya bรญblica que โavanzaโ desde el apocalipsis hasta la expulsiรณn del paraรญso terrenal y en cuyo marco los hechos ya conocidos adquieren significados nuevos para el lector cada vez que el autor revela los que los precedieron.)
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En los hechos, novelas como Submundo y La flecha del tiempo son ejemplo de una forma de hacer ficciรณn que retoma los experimentos formales de las vanguardias de la primera mitad del siglo XX:
((Vรฉase por ejemplo el relato โRetrรณgradoโ de los Ejercicios de estilo de Raymond Queneau (1947) y/o su reescritura con el tรญtulo de โHacia atrรกsโ en los 99 ejercicios de estilo del historietista estadounidense Matt Madden (2013).
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que se los llame โposmodernosโ o no resulta un problema menor excepto para los amantes de la periodizaciรณn literaria; sin embargo, el problema con ellas (y, en menor medida, con Historia oficial del amor y Primera luz de Charles Baxter, de 1987 y tambiรฉn de tema familiar) es que la manera en que estรกn narradas solo encuentra una justificaciรณn vaga en su argumento: la ya mencionada El mundo contra reloj, por ejemplo, es incoherente y solo satisfactoria en su anticipaciรณn de unos Estados Unidos divididos por el odio racial donde la instituciรณn mรกs poderosa tiene como finalidad borrar el conocimiento antes que difundirlo. (Dick darรญa cuenta con mayor acierto de las implicaciones narrativas de que las cosas regresen en su siguiente novela, Ubik.) Al margen de ello, sin embargo, todas abordan cuestiones tรฉcnicas esenciales de la literatura: cรณmo narrar, quiรฉn lo hace, cuรกl es el origen de la informaciรณn de la que dispone el narrador, de quรฉ forma la disposiciรณn de esa informaciรณn produce unos efectos u otros, cรณmo se relaciona el presente de la narraciรณn con el tiempo de aquello que se narra.
La narraciรณn retrospectiva no es una tรฉcnica contemporรกnea, sin embargo: la retรณrica clรกsica contemplaba la existencia del hรฝsteron prรณteron (del griego ฯฯฯฯฮตฯฮฟฮฝ แฝฯฯฮตฯฮฟฮฝ o โpostrero primeroโ), un recurso que consiste en que la primera idea de una frase es cronolรณgicamente posterior a la segunda, lo que le otorga una importancia mayor; el ejemplo mรกs frecuente en los manuales proviene de la Eneida de Virgilio (โMuramos, y carguemos en el fragor de la batallaโ; II, 353), pero el narratรณlogo francรฉs Gรฉrard Genette destaca el hecho, singular, de que la primera frase de la Ilรญada (para muchos, el texto fundador de la sensibilidad occidental) es tambiรฉn un relato retrospectivo: โCanta, oh diosa, la cรณlera del Pelida Aquileo; cรณlera funesta que causรณ infinitos males a los aqueos y precipitรณ al Hades muchas almas valerosas de hรฉroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves โcumplรญase la voluntad de Zeusโ desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquileo.โ (Siendo la cรณlera de Aquiles el origen de las miserias de los griegos, pero la pelea entre Aquiles y Agamenรณn, aquรญ Atrida, la causa inmediata de la cรณlera de Aquiles, la plaga aludida con aquello de โpresa de perros y pasto de avesโ la causa de la pelea y la afronta a Zeus la causa de la plaga, etcรฉtera; con lo que la relaciรณn secuencial entre los elementos puede ser descrita con la siguiente fรณrmula, que se acerca a una narraciรณn retrospectiva: 4, 5, 3, 2 y 1.)
Vivimos tiempos difรญciles en los que el presente parece demasiado complejo como para ademรกs remontarse al pasado en busca de sus causas; y, sin embargo, esa bรบsqueda es la รบnica potencialmente susceptible de sustraernos de la manipulaciรณn polรญtica y de la idea conspirativa: el โviaje a la semillaโ no es solo un procedimiento literario concebido para renovar un repertorio de formas ya agotado, sino tambiรฉn el producto de la aspiraciรณn a dar con las soluciones propuestas a problemas cuyas causas parecemos haber olvidado, como amnรฉsicos. Al invertir el orden convencional de los hechos, los relatos retrospectivos parecen pretender recordarnos precisamente esto, y muy pocos lo hacen con la eficacia de la siguiente historia, del escritor estadounidense de ciencia ficciรณn Fredric Brown, que presenta la narraciรณn retrospectiva como una variante del palรญndromo:
โel final. El profesor Jones habรญa estado trabajando en teorรญa del tiempo por muchos aรฑos. โHe encontrado la ecuaciรณn claveโ, le dijo a su hija un dรญa. โEl tiempo es un campo. Esta mรกquina que he construido puede manipular ese campo, incluso hacia atrรกs.โ Mientras hablaba, apretรณ un botรณn y dijo, โEsto deberรญa hacer andar el tiempo hacia atrรกs hacia tiempo el andar hacer deberรญa estoโ, dijo y botรณn un apretรณ, hablaba Mientras. โatrรกs hacia incluso, campo ese manipular puede construido he que mรกquina esta. Campo un es tiempo elโ. Dรญa un hija su a dijo le, โclave ecuaciรณn la encontrado heโ. Aรฑos muchos por tiempo del teorรญa en trabajando estado habรญa Jones profesor El. final elโ.~
Patricio Pron (Rosario, 1975) es escritor. En 2019 publicรณ 'Maรฑana tendremos otros nombres', que ha obtenido el Premio Alfaguara.