Venezuela en el principio

El resultado de los comicios en Venezuela puede llevar a una larga, ardua, pero tambiรฉn promisoria labor de reconstrucciรณn desde los cimientos mismos.
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Si el gobierno (llamรฉmosle asรญ) de Nicolรกs Maduro no asesta un golpe de รบltimo minuto a los comicios, la oposiciรณn venezolana ganarรก este domingo una mayorรญa en el parlamento. De ocurrir, habrรก dado un gran paso, un paso histรณrico, pero quizรก no mรกs. Para comprender su posiciรณn hay que parafrasear a Churchill: "Este no es el fin, no es tampoco el principio del fin. Es apenas el fin del principio". Tras el triunfo, Venezuela no estarรญa siquiera en ese punto: estarรญa solo en el principio. Maduro tiene muchas formas de desvirtuar el triunfo pero la contundencia del resultado puede llevar las cosas al comienzo de una larga, ardua, pero tambiรฉn promisoria labor de reconstrucciรณn desde los cimientos mismos.

Para comenzar, una reconstrucciรณn de la mรกs elemental justicia. El nuevo parlamento, representativo de la mayorรญa nacional, deberรก lograr la liberaciรณn inmediata de los presos polรญticos, en particular de Leopoldo Lรณpez y Antonio Ledezma. Enseguida, deberรก presionar por la reestructuraciรณn del aparato de justicia, que ha sido un apรฉndice servil del chavismo. Una tarea titรกnica cuyo principal objetivo serรก acotar la criminalidad y combatir la corrupciรณn.

En estos aรฑos la corrupciรณn en Venezuela ha alcanzado un nivel sin precedente en la historia de Latinoamรฉrica (que ya es decir). A pesar de la censura oficial, tarde o temprano saldrรกn a plena luz las investigaciones sobre la corrupciรณn en PDVSA y las altas esferas del gobierno que llevan a cabo las agencias norteamericanas. Mostrarรกn los vรญnculos de la cรบpula chavista con el narcotrรกfico y aclararรกn, al menos en parte, el destino de los petrodรณlares (¡centenares de miles de millones!) que se esfumaron de las arcas venezolanas en estos tres lustros de extraordinaria bonanza petrolera. La oposiciรณn debe estar preparada para propiciar la transiciรณn a un orden no vindicativo pero sรญ estrictamente legal, que llame a cuentas a quienes cometieron este desfalco histรณrico.

Enseguida, una reconstrucciรณn de la oferta social. Ningรบn lรญder de la oposiciรณn ha mencionado jamรกs que su proyecto implique el desmantelamiento de las obras sociales que –al margen de su instrumentaciรณn, muchas veces errada– fueron el aspecto mรกs legรญtimo del rรฉgimen chavista. Pero en Venezuela la realidad ha evidenciado el error de fincar esa oferta social en el petrรณleo, de convertir a PDVSA en una agencia gigantesca e ineficiente de atenciรณn social, y de confiar una parte sustancial de esa labor (por ejemplo en el aspecto mรฉdico) a las misiones establecidas en 2003 con personal cubano (en un intercambio que llegรณ a costar a Venezuela 5 mil millones anuales). En otras palabras, hay que reparar el edificio del Estado (escuelas, hospitales, servicios de toda รญndole) para que cumpla sus obligaciones con rectitud y eficiencia.

Al mismo tiempo, debe propiciarse un giro de 180 grados en la polรญtica econรณmica. Venezuela, quizรก el paรญs mรกs rico del mundo en reservas petroleras, es ahora (todos lo sabemos) una naciรณn al borde de una crisis humanitaria, arrasada por la caรญda econรณmica, la inflaciรณn y el desabasto. La soluciรณn: cesar el hostigamiento a la iniciativa privada y propiciar un clima de confianza que atraiga poco a poco la inversiรณn. La apariciรณn de productos en los anaqueles y el control (o al menos la percepciรณn de control) del proceso inflacionario devolverรกn al venezolano el crรฉdito en su paรญs. Lo necesita.

La libertad de expresiรณn es una zona de desastre. No hay televisiรณn propiamente independiente, la radio vive acosada lo mismo que la prensa. Serรก tarea del parlamento reivindicar los derechos de RCTV (atropellados en 2007, avalados por una Corte internacional) y levantar la espada de Damocles que pende sobre varios periodistas y directores de diarios.

Se habla de una revocaciรณn del gobierno. Serรก imposible sin una mayorรญa de dos tercios. De lograrse, el aรฑo de 2016 puede ser, en efecto, el principio del fin del chavismo. Y el Ejรฉrcito deberรก jugar un papel de garante imparcial de las instituciones, no de un factor polรญtico.

Quizรก el proyecto de regeneraciรณn mรกs trascendente sea de รญndole cรญvica y moral: restaurar la convivencia. El rรฉgimen chavista plantรณ el odio en el alma de los venezolanos. Creรณ la divisiรณn artificial entre "el pueblo" y el "no pueblo", cegรณ vidas, impuso el reino del puรฑo cerrado, bloqueรณ la posibilidad de un diรกlogo tolerante. Instaurรณ la discordia. En el principio, el parlamento de oposiciรณn deberรก buscar la reconciliaciรณn de la familia venezolana.

(Publicado previamente en el periรณdico Reforma)

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Historiador, ensayista y editor mexicano, director de Letras Libres y de Editorial Clรญo.


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