Se levantan
del árbol
las ramas
unas olas
las manos
del cielo
al dolor.
Como un
avispero
los dedos
echando
febriles
sus puntas
al sol.
Ligera
la lluvia
se alza
una niña
se aleja
como una
oración.
Los dedos
se cruzan
se enredan
del pino
las ramas
las manos
de amor.
En el hueco
y el aire
las palmas
las ramas
arañan
anidan
su voz.
¿Me quieres?
pues claro
hermanita
tú eres
mi hermana
María
el corazón.
Como fuimos
así
despedimos
y somos
hermana
esas varas
de amor. ~