Jorge Suárez Vélez
La próxima gran caída de la economía mundial
México, Debate, 2011, pp. 264
Hay un dicho muy conocido que se le atribuye al Premio Nobel de Economía Paul Samuelson: “Los economistas han pronosticado correctamente nueve de las últimas cinco recesiones.” Esto, junto con la máxima atribuida a otro Premio Nobel, Niels Bohr: “Hacer pronósticos es muy difícil, especialmente si son acerca del futuro”, revela el problema básico de cualquier predicción, sobre todo de las de carácter económico. A pesar de ello, los economistas y analistas financieros se empeñan todos los años en hacer pronósticos de todo tipo: sobre el crecimiento económico, sobre la tasa de inflación, sobre la evolución posible del tipo de cambio, de los mercados de valores, de la situación económica mundial, etcétera.
La razón de esta insistencia es muy simple: hay un mercado para ello. Y es que pronosticar el comportamiento de las variables económicas es clave para muchas decisiones de inversión, de gasto, de deuda y de políticas públicas. Por supuesto, pronosticar correctamente (o incorrectamente) la situación económica también puede representar grandes ganancias (pérdidas) para inversionistas y empresas en general. Esto explica la gran demanda por análisis prospectivos que nos ayuden a entender cuál podría ser la evolución de la economía en los meses o años venideros. Eso explica también por qué en momentos de inestabilidad económica proliferan los libros que tratan de explicar la situación actual, de anticipar la probable ocurrencia de una nueva crisis o de anunciar la llegada de una nueva bonanza económica.
El libro que nos ocupa se inscribe dentro de este contexto (al menos hasta cierto punto) y encuentra su justificación en la gran incertidumbre que afecta a la economía mundial y en los múltiples nubarrones que se ciernen en la actualidad sobre las economías de varios países y regiones. El libro, sin embargo, es mucho mejor de lo que sugiere su propio título. Es más, mucho más, que uno de esos apocalípticos libros de aeropuerto que alertan sobre el advenimiento de una nueva crisis de algún tipo. En general, este libro es mucho más analítico de lo que uno suele encontrar en textos de títulos similares. Lo anterior se debe a que este libro en realidad se refiere mucho menos a la crisis que viene que a la crisis que ya ocurrió (la crisis económico-financiera de 2008-2009), o a la crisis que está ocurriendo en estos momentos (la crisis de la deuda europea).
El libro en cuestión consiste de cuatro grandes capítulos. El primero de ellos, “Una crisis que se globalizó”, se refiere a la crisis que se propagó por el mundo a través del sector financiero e inmobiliario de Estados Unidos entre 2008 y 2009. El segundo capítulo, “La crisis en Europa”, se refiere a los retos de la integración europea, a la burbuja económica que se dio a partir de ella y que permitió que algunos países se endeudaran de manera importante, y analiza los casos específicos de tres países europeos sobreendeudados (Grecia, Irlanda, España). El tercer capítulo, “El presente de Estados Unidos”, se refiere a la actual situación política, económica y demográfica de esepaís. Por último, el cuarto capítulo es el que da el título al libro, aunque en realidad solo dedica unas cuantas páginas a este tema; el resto del capítulo se refierea la situación actual en China, a algunas economías emergentes y a algunos otros temas específicos de carácter financiero.
En general, es claro que el libro se beneficia sobremanera de la trayectoria y experiencia laboral del autor. Ello se debe a que Jorge Suárez Vélez ha trabajado en varias instituciones financieras internacionales y ha colaborado en diversos medios de comunicación (radio, televisión y a través de su propio blog). Lo anterior permite que un especialista en temas financieros relativamente complejos sea capaz de comunicarlos y explicarlos con una cierta facilidad y de una manera muy accesible, lo cual es muy poco común entre auténticos especialistas financieros.
Así, por ejemplo, el libro contiene un par de secciones o capítulos de verdad memorables. Uno de ellos, por ejemplo, es el que se refiere a lo que el autor llama “El mito chino”. Esta sección debería ser una lectura obligada para todos aquellos que creen con firmeza que muy pronto China será la economía líder a nivel mundial. Aquí, el autor disecciona con un gran cuidado esta interpretación y explica con gran claridad por qué es muy poco probable que así sea. El autor identifica con claridad cuáles son las debilidades de la economía china y por qué esta economía muy pronto podría comenzar a reducir sus espectaculares tasas de crecimiento de los últimos años.
Por otro lado, los dos capítulos sobre Estados Unidos también son sólidos. Se nota que el autor ha vivido en ese país por mucho tiempo y que entiende la dinámica política que ha interactuado con algunos factores económicos para generar una situación económica relativamente frágil y con perspectivas poco prometedoras. La sección relativa a las causas de la crisis de 2008-2009 es una referencia obligada para cualquiera que quiera entender un poco más de un tema bastante complejo explicado en forma hasta cierto punto sencilla.
Por desgracia, creo que el libro es algo disparejo y que, así como tiene capítulos o secciones esclarecedoras, también comete algunos errores analíticos u omisiones importantes. En mi opinión, el principal problema del libro es que el autor se equivoca en el tema que podría atraer a más lectores, es decir, en la parte que trata de identificar los principales riesgos actuales para la economía mundial. Según el autor, “el catalizador más probable de la siguiente crisis será la segunda caída en el preciode los inmuebles”, mientras que “el segundo gran riesgo evidente es la implosión china”. Creo que el autor no provee ninguna evidencia de estos dos elementos y que, en todo caso, subestima lo que en mi opinión son los principales riesgos a los que se enfrenta la economía mundial en este momento: por un lado, el posible colapso del euro como moneda y la potencial desintegración europea que resultaría de esta situación y, por el otro, la posibilidad real de que la economía norteamericana entre en un periodo de una muy lenta y prolongada recuperación económica (o incluso en una segunda recesión), que se traduzca en una desaceleración de la economía mundial en su conjunto. El caso de China, si bien es interesante y su desaceleración podría ser inminente, no necesariamente daría lugar a una implosión económica. El riesgo, en todo caso, podrían ser las implicaciones políticas que vendrían acompañadas de una desaceleración en el crecimiento y no necesariamente de un colapso de la actividad económica en ese país.
Ensuma, creo que se trata de un muy buen libro para todos aquellos que quieran entender más sobre las causas de la situación económica actual y de las crisis recientes. Sin embargo, también creo que aquellos lectores que se sientan atraídos por tan llamativo título podrían verse frustrados porque en este libro aprenderán relativamente poco sobre la evolución futura de la economía mundial. En algún sentido, sin embargo, creo que esto no es de por sí malo, sino algo realista. Este libro nos enseña y nos explica más sobre el pasado y el presente, que es sobre lo que en realidad los economistas pueden aportar, y menos sobre el futuro, el cual, como dijo Niels Bohr, suele ser mucho más difícil de pronosticar. ~
Economista. Profesor-Investigador de El Colegio de México y Profesor Visitante en la Universidad de Chicago.