Los árpajos se llaman a sí mismos inuna-ina, ‘gente’. No está claro de dónde viene su nombre en inglés: arapaho, que en videos de YouTube suena como árpajo. Tampoco está claro de dónde saca la Wikipedia en español arapajó.
Entraron al continente por el estrecho de Bering y se establecieron en los Grandes Lagos. Hace tres milenios vivían a lo largo del río Rojo, que corre hacia el norte, sirve de frontera entre los estados de Dakota del Norte y Minnesota, cruza a Canadá en la provincia de Manitoba y desemboca en el lago Winnipeg. En la cuenca del río Rojo, se volvieron agricultores.
Hacia 1700, se separaron de los gros ventres (‘barrigones’, así llamados por los colonos franceses) y emigraron al sur. Entraron a las Grandes Llanuras, donde había bisontes.
Casi un siglo después, se dividieron: los del norte y los del sur. Losárpajos del sur hicieron una alianza con los cheyenes para defenderse de los comanches y colonos, organizar cacerías de bisontes y comerciar las pieles. Adoptaron el caballo, y eso multiplicó su capacidad de defensa y cacería.
Su primer contacto con los novohispanos fue en Nuevo México, a mediados del siglo XVIII. Con los anglos fue en Colorado, en 1804; con la expedición enviada por el presidente Jefferson para comerciar con las tribus y afirmar la presencia de la nueva república frente a los británicos.
La fiebre de oro en California atrajo a muchos colonos del este, que cruzaban territorios indígenas, provocando conflictos. El gobierno federal intervino y se firmó un tratado de paz en 1851. Sin embargo, en 1864, la caballería del gobierno de Colorado arrasó una aldea de árpajos y cheyenes, en vez de protegerlos. Véase en la Wikipedia “La masacre de Sand Creek”.
Hubo un segundo tratado de paz en 1868 que los confinó a dos reservaciones, una en Wyoming (los del norte) y otra en Oklahoma (los del sur, junto con los cheyenes).
El Censo 2010 de Estados Unidos registró 10,810 árpajos. Son cristianos a su manera y hablan inglés. Solo la mitad habla también árpajo. Para recuperar su lengua, hay escuelas en las reservaciones y cursos en la Universidad de Wyoming. La Universidad de Colorado Boulder mantiene The Arapaho Language Project, publica un Dictionary of the Arapaho language y materiales para la enseñanza de la lengua.
Veneran el peyote. Viven en tiendas cónicas de piel de bisonte, fácilmente desmontables para mover sus campamentos, según las estaciones y lugares donde pastan bisontes. Las pieles también les sirven para vestir y calzar.
Inventaron los mocasines, como otras etnias norteñas, para defenderse del frío. El invento está registrado en su mito de la Creación. La palabra mocasín deriva del algonquino. Son de piel delgada, no curtida, de bisonte o venado. La suela es flexible, para sentir el terreno y tener mejor agarre. No está clavada, sino que se prolonga hacia arriba, envolviendo el pie. Suelen estar recamados de cuentas de colores, también mencionadas en el mito de la Creación, curiosamente, como regalo de un mexicano. Véase en Google Images “Arapaho moccasins”.
Andrew Cowell señala algo notable del mito de la Creación: los mexicanos aparecen como protagonistas. Supone que en Nuevo México hubo una relación más estrecha de los árpajos con los novohispanos (incluso matrimonios) que con los anglos.
Buscando Arapaho, se encuentran cuatrocientos registros en la Biblioteca del Congreso. Dos docenas de libros, discos y devedés en Amazon. Una docena de páginas de la Wikipedia, sobre la etnia, su lengua y árpajos destacados en los Estados Unidos. Hay una docena de videos en YouTube. En los videos hay danzas y cantos, pero no transcripciones ni traducciones. Afortunadamente, hay dos libros que dan textos de sus cantos.
EL DESCONOCIDO
Mi padre no me reconoció.
Mi padre no me reconoció.
Cuando me vio de nuevo,
me dijo: “Eres hijo de un grajo.”
“Tú eres hijo de un grajo.”
Fuente: Alonso Vidal, Los testimonios de la llamarada. Cantos y poemas indígenas del noroeste de México y de Arizona, Hermosillo: Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Sonora, 1997, p. 177. También está en Cowell, p. 498.
AVE MÍTICA
Trueno y relampagueo.
Soy mujer.
A LA ESTRELLA DEL ALBA
Ten piedad de nosotros.
Bailamos toda la noche.
Tienes que salir a vernos.
DANZA PARA QUE AMANEZCA
Que el sol se apiade de nosotros.
VUELO DEL SOL
Mientras lo miro subir,
nuestro Padre se vuelve un pájaro.
ROGATIVAS EN EL DESIERTO
¡Padre! Ten piedad de mí.
Grito de sed. No hay nada que comer.
AVE DE MAL AGÜERO
El cuervo vuela en círculos
sobre mí, esperando su presa.
DON DE LA DANZA
Bailamos donde nos dijiste,
Padre, porque fue tu don.
DANZA DEL CEDRO
Rodearemos el cedro y bailaremos.
JUEGO DE PELOTA
Lanza la pelota. Voy a ganar.
DESPEDIDA
Mírame bien, muchacha.
Quizá no vuelva de la guerra.
CANCIÓN DE ARRULLO
Duérmete, panzoncito.
Duérmete ya.
Fuente: Andrew Cowell, Alonzo Moss Sr., William J. C’Hair, Arapaho stories, songs and prayers. A bilingual anthology, Norman: University of Oklahoma Press, 2014, pp. 463-516 de 574. ~
(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.