Territorios

Garantizar la seguridad de vidas y haciendas es la razoฬn de ser del Estado. Si hay poderes ilegiฬtimos que actuฬan impunemente, no hay Estado.
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Rousseau (Discurso sobre el origen de la desigualdad): “El primer hombre que, despuรฉs de haber cercado un terreno, tuvo la ocurrencia de decir: ยกEsto es mรญo! [fundรณ] la sociedad civil“.

La afirmaciรณn de la propiedad privada se remonta al mundo animal. Muchas especies (peces, aves, mamรญferos) marcan sus territorios con seรฑales (visuales, sonoras, olfativas), y los defienden de intrusos.

Tambiรฉn las personas se molestan cuando alguien, sin permiso, se mete fรญsicamente en sus dominios o se aproxima corporalmente demasiado. La proxรฉmica de Edward T. Hall (La dimensiรณn oculta) estudia y mide el territorio corporal admisible en distintas culturas.

Las tribus nรณmadas se mueven en grandes territorios, que sienten como suyos, aunque no se queden a vivir en ningรบn lugar. A los colonizadores que llegan les parecen territorios vacรญos, que pueden ocupar. Ambos se ven como intrusos y se combaten.

Hay conflictos semejantes entre agricultores y pastores, cuyos rebaรฑos arruinan los sembradรญos. Quizรก los pastores acuรฑaron el dicho: “No se pueden poner puertas al campo”.

En el mundo acadรฉmico, la delimitaciรณn territorial es la paz. Los intrusos se arriesgan a que el dueรฑo les diga: ยกEste campo es mรญo! Tambiรฉn sucede en las incumbencias burocrรกticas.

Max Weber definiรณ el Estado como la instituciรณn que logra imponer el monopolio de la violencia legรญtima en un territorio. ยฟY si no lo logra? Es un Estado fallido.

Tener en el territorio nacional fuerzas armadas de narcos, rebeldes o extranjeros es exhibir la impotencia de un Estado fallido.

Garantizar la seguridad de vidas y haciendas no es un servicio entre otros del Estado: es su razรณn de ser. Si no hay seguridad, no hay Estado. Si, en el territorio nacional, hay poderes ilegรญtimos que actรบan impunemente, no hay Estado.

Si la violencia deja de ser un monopolio, si tambiรฉn estรก en manos de pandilleros, caciques, seรฑores feudales o grupos comunitarios de autodefensa, se vive en una guerra de todos contra todos. Es una vida desolada, mรญsera, horrenda, bestial y breve (solitary, poor, nasty, brutish and short, como dijo famosamente Hobbes en Leviatรกn).

Pero se puede salir de eso. Lo consiguiรณ la Inglaterra de Hobbes (un Estado entonces fallido) y el Mรฉxico de la Independencia y la Revoluciรณn.

La reconquista del Estado de derecho puede mรกs fรกcilmente empezar en territorios mรญnimos, amurallados y bajo vigilancia armada: las cรกrceles.

Segรบn el Censo Nacional del Sistema Penitenciario Federal y Estatales 2024 (INEGI), al cierre de 2023 habรญa 229,032 espacios carcelarios en todo el paรญs. Suponiendo, exageradamente, 10 m2 por espacio, esto darรญa 2.3 millones de m2, o sea 2.3 km2: poco mรกs de la millonรฉsima parte del territorio nacional (2 millones de km2).

En las cรกrceles hay violencia, como en todo el paรญs: inseguridad, asaltos, golpizas, robos, sobornos, extorsiones, tortura, violaciones y asesinatos.

Pero no es lo mismo enfrentar la violencia dispersa en todo el paรญs que en su millonรฉsima parte. Y una millonรฉsima bajo vigilancia armada, en recintos amurallados, con cรกmaras, sistemas de alarma, refuerzos externos y servicios de inteligencia y planeaciรณn.

Las consecuencias de ir liberando de la inseguridad partes microscรณpicas del territorio no serรกn microscรณpicas. En primer lugar, porque las cรกrceles son centros de extorsiรณn telefรณnica. Ademรกs, porque los servicios de hotel de lujo que dan las cรกrceles a quienes pueden pagarlos desaparecerรญan. Por otra parte, sanear las cรกrceles tiene un efecto multiplicador. Si en ese territorio se puede, en otros tambiรฉn.

Otra cuestiรณn territorial. En Mรฉxico, falta mejor informaciรณn sobre terrenos y construcciones: dรณnde estรกn, de quiรฉn son, planos y medidas, valor catastral, etc. El catastro estรก a cargo de las autoridades locales, que no siempre tienen recursos para crear, mejorar y tener al dรญa buenas bases de datos, y estรกn sujetas a presiones locales. Esto no favorece la seguridad de la propiedad, el mercado inmobiliario ni los impuestos prediales y de transferencia de la propiedad razonables. Hay que crear (paralelamente) un catastro federal basado en la topografรญa satelital que ya se tiene. ~


Publicado en Reforma el 29/IX/24.

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(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.


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