Familia tortuga se distingue de otras películas recientes sobre familias lacónicas, en general, y afectadas por la muerte de uno de sus miembros, en particular. A diferencia de este tipo de filmes, la ópera prima de Rubén Imaz narra la historia de personajes con un secreto o pasado turbulento privado que, sin ser explícito, interesa al espectador. Una pareja de hermanos, su padre y un tío, comparten la misma casa pero casi desconocen la vida del otro. Pocos y fragmentados, los diálogos sugieren la existencia de identidades reprimidas. A la luz de tan buena construcción de personajes, el cierre de la historia peca de laxitud. Cabe esperar de Imaz capacidad para, en adelante, llevar sus relatos hacia un desenlace audaz.~
es crítica de cine. Mantiene en letraslibres.com la videocolumna Cine aparte y conduce el programa Encuadre Iberoamericano. Su libro Misterios de la sala oscura (Taurus) acaba de aparecer en España.