El rockero y videoasta Rob Zombie está obsesionado con el cine de serie B. Sus dos primeros filmes, House of 1000 Corpses y Devil’s Rejects, fueron dos excesivos homenajes a Masacre en cadena en Texas, y películas de culto para sus fans. Ahora, se aventuró a realizar el remake de Halloween, una tarea complicada no sólo por tratarse de un clásico, sino porque además la saga ya lleva ocho partes. ¿Qué queda por contar? Ante ese reto, Zombie aprovecha con efectividad una parte poco explorada de la franquicia: la infancia del asesino Michael Myers. Lástima que eso sólo le alcance para media hora de la cinta. Después, cuando Myers crece y lo vemos, como en todos los demás filmes, matando a la menor provocación, comienzan los bostezos. Es preferible rentar la original, que sigue sin envejecer. ~
Su libro más reciente es el volumen de relatos de terror Mar Negro (Almadía).