Señor director:
Hace tiempo decidí apoyar a la Biblioteca de Nueva Italia, Michoacán. Me parecía fácil pedir a mis amigos y a los habitantes de esa población que donaran libros. En La Jornada y en el Canal 13 de Morelia apreció una amable nota periodística, pidiendo libros también.
Pronto llego la primera donación por más de mil ejemplares, de todo tipo. La enviamos a Nueva Italia. Pero desde esa fecha, ni El Colegio de Michoacán ni otras instituciones donaron ya nada. Hemos recibido de buenos amigos algunos libros, otros cien digamos, pero eso es todo.
La Biblioteca de Nueva Italia es un moderno y cómodo edificio… casi sin libros. Con computadoras… sin internet. Y últimamente sin luz, por falta de pago. Esto se ha logrado arreglar con el Municipio, pero no sé por cuánto tiempo.
Posiblemente habrá quien se solidarice con nosotros entre sus lectores, sus oyentes de radio y televisión, sus amigos y quien considere que sólo por la vía de la educación y la cultura, algún día, este México nuestro cambiará para mejorar.
No desespero. Será un día, aun cuando, a mis setenta años, sólo la esperanza nos mueve a pedir para dar.
Cordialmente, ~
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