Letras Libres nació hace cinco años en un momento apacible del mundo, tan apacible y promisorio que no faltó quien nos imaginara en la plácida ribera del fin de la historia, a salvo de peligros globales, gozando de la vigencia universal de los valores que fundaron Occidente.
En aquel enero de 1999, en Letras Libres conocíamos las coordenadas de nuestra pasión: la literatura y la libertad; pero estábamos ciegos ante el objeto preciso de nuestra crítica. ¿Contra quién enfilarla, si ya habían muerto las ideologías opresivas del siglo xx? Con todo, decidimos dedicar aquel primer número al examen histórico y político del mesianismo indigenista, esa variante “suave” (mexicana y latinoamericana) del fundamentalismo. A mediados de 2001, redoblamos la apuesta y preparamos el primer número de nuestra edición española alrededor del resurgimiento de los nacionalismos y racismos exclusivos, excluyentes, asesinos. Días después de cerrar aquella edición, sobrevino el ataque a las Torres Gemelas. Fue entonces cuando el blanco de nuestra crítica se nos reveló con claridad: eran y seguirán siendo, mientras vivamos “los fanatismos de la identidad”.
Además de este nuevo combate por la libertad, hemos buscado afanosamente cumplir con nuestro cometido expreso: tender un puente cultural sobre el Atlántico, un puente entre autores y lectores de ambas orillas. Desde las voces consagradas hasta las nuevas, todas han conformado un concierto de las ideas que nuestra doble publicación acoge con gratitud y entusiasmo. Hemos querido ser fieles a una tradición y conquistar poco a poco un lugar en ella.
Cinco años es poco tiempo para cantar victoria, pero es buen tiempo para agradecer a los lectores, los autores, los anunciantes y a todos los que intervienen en la factura de Letras Libres su generosa participación.
No vivimos el fin de la historia, sino la historia sin fin, el recomienzo de la antigua y eterna lucha entre aquellos valores que fundaron Occidente y las vastas fuerzas impersonales que una vez más buscan aniquilarlo. Ayer fue el fascismo, el autoritarismo castrense, el nazismo, el comunismo. Hoy es el racismo, el nacionalismo exacerbado, el fundamentalismo. Letras Libres es una pequeña tribuna mexicana, y española, en una batalla global en la que se juega la supervivencia humana. Vale la pena librarla. ~
Enrique Krauze
Historiador, ensayista y editor mexicano, director de Letras Libres y de Editorial Clío.