Señor director:
Le escribo para felicitarlo por el magnífico esfuerzo que ha venido realizando, desde hace ya varios años, en favor de la libertad de pensamiento, de las "letras libres" en sus dos aspectos fun-damentales: como la posibilidad de expresar socialmente las ideas y, lo que es aun más difícil, como el ejercicio de pensar con autonomía, esto es, con rigor y con la máxima honestidad intelectual. Esto último es lo más importante, pues, como decía Antonio Machado, ¿de qué nos serviría la libre emisión de un pensamiento esclavo? -Quedo de usted atentamente, Mauricio Robert
Mérida, Yucatán