La cultura de la cancelaciรณn refleja una tendencia iliberal: algunas obras son proscritas por las opiniones que tienen sus autores o por su vida privada, cualquier cosa que hayas dicho en el pasado puede volverse contra ti, eres responsable de lo que tรบ digas y de lo que digan tus compaรฑeros o asociados. La misma ira se dirige contra tabรบes que siempre se renuevan. Este impulso antipluralista achica el espacio de la discusiรณn y extiende un clima de paranoia y temor. Aunque censura en nombre de los dรฉbiles, acaba perjudicรกndoles sobre todo a ellos.