Con el fin de incrementar la circulación de autos a las afueras de los comercios, un grupo de comerciantes de Oklahoma, EUA, patrocinó en 1932, un concurso para crear un aparato que permitiera controlar el tiempo de estacionamiento de los automóviles. Carl Megee fue el ganador de este concurso.
En 1935, Megee patentó su idea y creó la famosa Magee-Hale Park-O-Meter Company (POM) que se haría mundialmente famosa por los parquímetros de monedas. Los primeros parquímetros fueron colocados en el centro de Oklahoma.
La legalidad de estos dispositivos para “cobrar el estacionamiento” fue llevada a juicio ante la Corte de Oklahoma sin éxito, pues se declaró que estacionarse no era un derecho absoluto. A partir de entonces los sistemas de parquímetros se extendieron alrededor del mundo y, por lo general, consideran descuentos (que van de de pago cero para un auto hasta pagos simbólicos por hora) a los residentes de las áreas donde se instalan.
Actualmente, la propuesta más avanzada para la administración de parquímetros se lleva a cabo en San Francisco, donde el costo por tiempo de estacionamiento no es una cuota fija sino una tarifa que varía dependiendo de los potenciales lugares de estacionamiento en una calle determinada. Las calles más saturadas tienen tarifas más elevadas que las calles menos demandadas. La disponibilidad de lugares de estacionamiento y tarifas se pueden consultar en tiempo real mediante aplicaciones para teléfonos celulares. Esto genera un incentivo para el uso eficiente del espacio.
En el DF existen 4,345 parquímetros distribuidos entre la Zona Rosa y las colonias Juárez y Cuauhtémoc. Estos se concesionaron a Operadora de Estacionamientos Viales, SA de CV (Opevsa) para su administración. Opevsa mantiene el 55% de los ingresos (estacionamiento y multas) que generan los parquímetros, 16% se canaliza a dos fideicomisos que administran los vecinos (los cuales han sido cuestionados por ser privados y opacos), 18% de lo recaudado se destina a la Secretaría de Seguridad Pública del GDF y el 11% corresponde a la empresa paraestatal del GDF Servicios Metropolitanos S.A. de C.V[i]. Entre 2005 y 2010 se recaudaron, en promedio, 41 millones de pesos cada año.
El 1 de agosto de 2011 se publicó en la Gaceta Oficial del Distrito Federal que “los recursos generados por el control de estacionamientos (parquímetros) y el retiro del “candado inmovilizador” serían administrados por la Autoridad del Espacio Público del Distrito Federal, órgano desconcentrado de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), y destinados a la rehabilitación de los espacios públicos. Esto sin duda puede representar un avance en el control de las externalidades negativas que provocan los automóviles. Pero si lo que se busca es desincentivar el uso del coche, una política más efectiva sería exigir a Opevsa cuotas máximas de ocupación del espacio de estacionamiento en las calles (es decir, que el espacio de estacionamiento de las calles nunca llegue a estar ocupado al 100%) y multas por incumplimiento de contrato. De lo contrario la empresa tiene incentivos para establecer tarifas bajas que mantengan la máxima ocupación.
Si la decisión de instalar parquímetros se administra de manera correcta y transparente los resultados serían beneficios para la sociedad y tenderían a eliminar la permisividad de los “franeleros” que, básicamente, extorsionan a los automovilistas y se apropian del espacio público para una ganancia privada. Por esta razón, resulta contradictorio el actual impulso a la regularización de los franeleros. Es cierto que la existencia de franeleros, en ocasiones, responde a necesidades económicas, por ello tal vez sea buena idea considerar soluciones con menor intensidad tecnológica que apunten a la regulación del espacio público y la creación de empleos. Un ejemplo son las zonas de estacionamiento regulado de Medellín, Colombia, ahí una persona con una maquina especial captura el número de matrícula del automóvil y cobra en función del tiempo que el automovilista pretende usar. Los encargados de hacer esto, son empleados con salarios y prestaciones, y debido a su presencia, constituyen una vigilancia para la seguridad de los automóviles.
Galería de fotos de los primeros parquímetros
[i]Empresa de participación estatal con un enfoque de autosuficiencia financiera. Su inicial fue de 100 millones de pesos. El único accionista es el Departamento del Distrito Federal.
Economista. Actualmente labora en el Instituto de Políticas para el Transporte y Desarrollo. En proceso de obtener el grado de maestría en urbanismo por la UNAM.