Usos y costumbres

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Viernes 22: Usos y costumbres

1) Elevado porcentaje de damas madreadas

Dice el diario Reforma el miércoles 6 de junio:

Dos de cada tres mujeres mayores de 15 años en México han sido víctimas de algún tipo de violencia, reveló la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares 2006 (Endireh), dada a conocer ayer. En la investigación, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem), se indica que las entidades con mayor violencia contra las mujeres son Jalisco, con 78.5 por ciento; el Estado de México, con 78.2 por ciento, y el Distrito Federal, con 76.8 por ciento.?

Así pues, casi el ochenta por ciento de las mujeres que viven en las risueñas cuanto progresistas poblaciones de México y Guadalajara han sido sujetas a una forma u otra de madriza. Lo asombroso, desde luego, es que no haya sido el 100%, si se parte de que madrear mujeres es “uso y costumbre” de este pueblo nuestro tan bravío, lamentablemente educado a madrazos, bañado de alcohol, sobresaturado de galanas canciones escritas por ebrios patéticos dados a berrear todo el estúpido día que “Yo soy el rey”, etcétera.

2) Nombres de calles

La Asamblea Legislativa del DF acordó retirar el nombre de Luis Echeverría Álvarez, un señor que fue presidente el siglo pasado, de cuarenta calles de la capital. “Ni Echeverría ni Gustavo Díaz Ordaz –otro presidente del siglo pasado- merecen tener nombre de calle”, dijo Salvador Martínez della Rocca, vetusto cuanto perseverante joven revolucionario del siglo pasado.

¿Qué hacer? El problema es que si se aplica el revisionismo a la nomenclatura urbana el resultado puede ser una pesadilla. Mientras tenga el poder, el PRD puede ordenar que la calle Echeverría cambie su nombre, digamos, a Calle Héroes de Bejarano, y cuando el PRI vuelva a ganar el DF le va a volver a poner Calle Echevarría y así sucesivamente. ¿Resultado? Habrá que enviar las cartas a

Jonathan Erick Menchaca Q.

Calle Héroes de Bejarano (antes o después Echeverría)

Colonia Dedo Prensil

México DF.

Debería haber una comisión perredista encargada de la nomenclatura, y su manera de funcionar debería ser la de acudir a las calles, realizar un análisis dialéctico y objetivo y proceder a ponerles nombres realistas-socialistas. Por ejemplo:

– Avenida de los Microbuses Asesinos y Hazle Como Quieras.

– Calle Irremediablemente Fea.

– Periférico Cristalazo Vespertino a la Vista de Todos Incluyendo la Policía.

– Calle Llena de Agujeros que se Inunda Todo Julio, Agosto y la Mitad de Septiembre.

– Eje Vial Donde Recojen Rápido Los Cadáveres de Los Atropellados.

– Boulevard de Los Vendedores De Productos Piratas Baratos Pásele Pásele.

– Paseo de las Casas Cuadradas Espantosas Color Violeta con Ventanas de Aluminio Dorado.

– Avenida Duodenal.

3) Recursos tortuosos humanos

El director adjunto de desarrollo científico y académico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), José Antonio de la Peña –de acuerdo al diario La Jornada del jueves— “reconoció que en la administración de los recursos públicos aprobados para diversos proyectos de investigación científica se enfrentan procesos tortuosos”. La tortuosidad de tales procesos ha implicado que cientos de proyectos de investigación del año 2004 al 2007, autorizados y echados a andar, cuyos investigadores (muchos de ellos jóvenes recién graduados) dependen de la puntual entrega de esos recursos, no cuentan aún con el dinero asignado (por ejemplo: de los 602 millones aprobados para 681 proyectos en 2004, sólo se han entregado 420 millones; de los 345 millones para 323 proyectos de 2005 se han entregado 177 millones).

A esa mala noticia, sin embargo, se opone otra muy buena, según la misma fuente el mismo día: “La asistencia de los 500 diputados a las sesiones en San Lázaro representó al erario, durante la 59 Legislatura, un costo de casi 240 millones de pesos, divididos entre la compra de boletos de avión, el pago de gasolina, casetas de peaje, seguros y reparaciones de sus automóviles.” Todo parece indicar que el pago de esos 240 millones (un promedio de casi medio millón por cada señor diputado) no fue tortuoso y que fue entregado a tiempo, y sin problemas, ni molestias para nadie, ni nada de eso, y que los diputados están muy a gusto, etcétera.

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Es un escritor, editorialista y académico, especialista en poesía mexicana moderna.


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