En el artículo My Medical Choice, publicado el martes pasado por el New York Times, Angelina Jolie divulgó que al saber que había heredado el gen BRCA1, que incrementa considerablemente la posibilidad de padecer cáncer de mama, decidió someterse a una mastectomía doble para reducir el riesgo de sufrir esta enfermedad. Tras la intervención, sus probabiliades e padecer ese tipo de cáncer se redujeron de 87% a 5%.
La actriz afirmó que someterse a tal intervención no fue una decisión fácil, y espera que su experiencia anime a otras mujeres a hacerse la prueba con la cual es posible determinar si se es heredera de los genes BRCA1 o BRCA2, ligados con el cáncer de mama y ovario.
Entonces, ¿qué esperan todas las mujeres para hacerse ese test y quitar de sus preocupaciones el riesgo de sufrir cáncer? Ahí está el detalle. Aunque en el artículo hace referencia a que el costo de la prueba es de aproximadamente 3,000 dólares (o 575 dólares si la mutación ha sido previamente detectada en un familiar), esta únicamente puede ser realizada por Myriad, empresa titular de las patentes que amparan dichos genes. De modo que nadie más puede realizar diagnósticos médicos ni investigaciones que los involucren, so pena de ser sancionado por violar la patente otorgada.
“Debe ser prioritario asegurarse de que cada vez más mujeres puedan tener acceso a las pruebas genéticas y a los tratamientos preventivos que pueden salvarles la vida, independientemente de sus recursos, del ambiente en que se desarrollen y del lugar donde vivan; sin embargo el costo por la prueba para detectar los genes BRCA1 y BRCA2 continúa siendo un obstáculo para muchas mujeres”, afirmó Jolie.
En el tema de costos, al test genético habría que agregarle el importe de al menos una mastografía, una resonancia magnética, una mastectomía y la colocación de implantes mamarios. Si atendemos a la distribución de la riqueza en Estados Unidos (nada diferente a la que tenemos en México), podemos concluir que por más ahorros que existan en el cochinito promedio, difícilmente el precio total resultará asequible.
Entonces, ¿el derecho al acceso a la salud llega hasta el límite de la cobertura del seguro o al agotamiento del dinero del particular? A decir de Ron Rogers, vocero de Myriad, a pesar de que el costo de la prueba es elevado, más del 95% de los pacientes que se la practican están asegurados[1]. Y, todo gracias al Obamacare (conocido formalmente como Patient Protection and Affordable Care Act) que extendió la cobertura de los seguros médicos a los análisis preventivos.
No obstante, existen mujeres aseguradas que no se han podido realizar la prueba porque la aseguradora que contrataron no la aprobó. Florence Williams es una de esas mujeres. Ante la negativa, decidió no costear los 3,000 dólares para hacerse la prueba porque sabe que a pesar de que los genes hereditarios BRCA1 y BRCA2 elevan la posibilidad de padecer la enfermedad en una variedad muy agresiva, tienen un porcentaje de incidencia muy bajo (1 en 500) y que, además del factor hereditario, existen otros factores de riesgo que pueden elevar significativamente la posibilidad de padecerla, por lo que eligió tomar la prueba que excluye las variedades patentadas y cuesta 99 dólares.
La prevención del cáncer promovida por Angelina Jolie trae a debate el acceso a la salud, así como el precio y la limitante impuesta por la patente para realizar las pruebas destinadas a detectar los genes BRCA1 y BRCA2.
En México, la Norma Oficial Mexicana para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama, establece que la prevención se realiza en tres etapas: 1) autoexploración, 2) mastografías cuando existan antecedentes familiares de la enfermedad o factores de riesgo y, en su caso, mastectomía; y la tercera, que no es propiamente prevención, se refiere a la rehabilitación reconstructiva, estética y psicológica. Sin embargo, actualmente el Seguro Popular, a diferencia del IMSS e ISSSTE, no cubre la cirugía de reconstrucción mamaria, pero no porque el fondo presupuestal destinado a hacerlo no lo cubra sino porque el personal de los hospitales no está consciente de ello y, por lo tanto, no trasladan ese beneficio a los pacientes.
¿Qué posibilidades tendría de prosperar el caso de una Angelina mexicana que solo tuviera acceso a la salud pública? Pocas.
[1]Rogers afirma que para el caso de los pacientes no asegurados, Myriad cuenta con un programa de asistencia para realizar la prueba a menor costo o hasta gratis, ¿será? Por un momento, la buena voluntad de Myriad me recordó el documental The Corporation.
Nació el mismo año que se estrenó Blade Runner. Abogada, especialista en tecnología y protección de datos.