Durante la mayor parte del gobierno autoritario de Vladimir Putin, los rusos pudieron disfrutar de los frutos de la globalizaciรณn, como los telรฉfonos inteligentes y las redes sociales, y quedarse tranquilos, siempre que se mantuvieran al margen de la polรญtica. A siete meses del comienzo de la brutal guerra en Ucrania, el ejรฉrcito ruso estรก perdiendo territorio ante una sorpresiva contraofensiva ucraniana, y los opositores a la guerra se sienten lo suficientemente envalentonados como para pedir la dimisiรณn de Putin. Sin embargo, el rรฉgimen tiene sus miras en el largo plazo, y hoy todos los rusos corren un mayor riesgo de ser vigilados, rastreados y arrestados simplemente por darle un like a la publicaciรณn equivocada en las redes sociales.
Cuando la invasiรณn fue recibida con una condena casi universal, con sanciones y disturbios en el paรญs, el gobierno ruso arrestรณ y detuvo a mรกs de 16 mil personas por oponerse a la guerra. Luego, se centrรณ en ampliar sus estrategias para sofocar la disidencia interna. Las autoridades pusieron en la lista negra y bloquearon mรกs de 7 mil sitios web, bloquearon Meta (tambiรฉn conocida como Facebook) por supuestas actividades extremistas y multaron a Telegram por unos 178 mil dรณlares por no retirar contenidos sobre Ucrania.
La persecuciรณn contra plataformas populares como Facebook y el ataque a sitios web desfavorables al rรฉgimen no son fenรณmenos nuevos en Rusia. Sin embargo, la guerra ha acelerado el ritmo de la vigilancia digital, que a su vez permite una represiรณn polรญtica de mayor alcance. Aunque las autoridades rusas no tengan la capacidad tรฉcnica para predecir un comportamiento social “indeseable” a partir de una sola publicaciรณn, no cabe duda de que estรกn trabajando en ello, y el mundo deberรญa prestar atenciรณn.
En marzo, el Parlamento ruso aprobรณ una serie de proyectos de ley que imponen responsabilidades administrativas y criminales, asรญ como penas de prisiรณn de hasta 15 aรฑos, por difundir โnoticias falsasโ sobre las fuerzas armadas rusas. De los 236 casos penales abiertos actualmente contra ciudadanos rusos por oponerse a la guerra en Ucrania, 80 estรกn siendo procesados en virtud de la ley de โnoticias falsasโ.
“El objetivo principal de la ley sobre โfalsedadesโ es garantizar que en el discurso pรบblico solamente permanezca la posiciรณn oficial del gobierno sobre cuestiones socialmente significativas”, dijo Stanislav Seleznev, abogado del Net Freedoms Project, un proyecto especial del grupo de derechos humanos Agora International.
Un anรกlisis conjunto de Net Freedoms y BBC News Russian descubriรณ que mรกs de 55% de los casos penales abiertos a causa de esta ley son contra ciudadanos de a pie, y no los periodistas, activistas y figuras de la oposiciรณn que han sido objeto de persecuciรณn durante mucho tiempo. Entre las personas acusadas de “difundir pรบblicamente y a sabiendas informaciรณn falsa” sobre las fuerzas armadas se encuentran tres pensionados, tres policรญas, dos estudiantes, un profesor, un mรฉdico y un sacerdote. Una de las primeras en ser procesadas fue una abuela originaria de la ciudad de Seversk, que criticรณ a las autoridades en su canal de Telegram. Un profesor de historia de Barnaul tuvo que pagar unos 500 dรณlares por reaccionar a las publicaciones contra la guerra en Odnoklassniki (una red social rusa) con emojis tristes. Por suerte, se librรณ de un juicio penal con una multa administrativa.
“Ser detenido por dar ciertos likes se ha convertido en una tendencia en las redes sociales. Parece que con la invasiรณn, este tipo de procedimientos estรกn aumentando en Rusia”, dijo Natalia Krapiva, asesora jurรญdica de Access Now. “La gente normal โno solo los activistas, sino cualquiera que diga algo ligeramente en contra de la guerra o que le guste algo que no le guste al gobiernoโ corre mรกs riesgo”.
La mayorรญa de los casos penales bajo la ley de “noticias falsas” se abrieron en marzo y abril, cuando el sentimiento antibรฉlico era fuerte. Eso ha cambiado. La disposiciรณn del pรบblico a oponerse abiertamente a la guerra ha disminuido, ya que solo el 9% de los rusos estรก dispuesto a asistir a una protesta, frente a 20% de hace seis meses. (Cabe seรฑalar que, por supuesto, es difรญcil encontrar o recopilar datos de encuestas imparciales en Rusia, especialmente desde que comenzรณ la guerra). Sin embargo, mantenerse alejado de las calles no es suficiente para escapar de la vigilancia masiva.
En junio, el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia revelรณ sus planes de gastar unos 265 millones de dรณlares para implementar el programa de tecnologรญa de reconocimiento facial “Ciudad Segura” en tres regiones fronterizas con Ucrania. Ciudad Segura iniciรณ en Moscรบ en 2020 con cรกmaras instaladas en las estaciones de metro y tren para escanear a las multitudes comparรกndolas con una base de datos de personas buscadas. (En Moscรบ, hasta puedes usar tu cara para pagar por un viaje). Desde la invasiรณn, Access Now ha recibido informes de personas detenidas en el metro de Moscรบ en relaciรณn con sus publicaciones en las redes sociales en las que hablan de la guerra. La evidencia es anecdรณtica, pero sugiere que las herramientas de reconocimiento facial se estรกn utilizando para identificar y rastrear a los crรญticos del rรฉgimen.
Los servicios de seguridad rusos tienen una larga historia de utilizar la tecnologรญa de seguridad pรบblica con fines polรญticos, como el acoso a los partidarios del disidente encarcelado Alexei Navalny. Sin embargo, han ido ahora un paso mรกs allรก al sacar provecho de la gran cantidad de datos personales recogidos en todo el paรญs. En 2020, el Ministerio del Interior destinรณ 3.9 millones de dรณlares a integrar los sistemas regionales de recolecciรณn de datos en una base de datos federal centralizada que contenรญa informaciรณn biomรฉtrica, registros policiales y otros datos personales.
El proyecto se desechรณ en julio por desacuerdos con el desarrollador, pero muestra el deseo de crear “un รบnico punto de encuentro de todos los datos en un solo lugar”, una perspectiva aterradora, dice Krapiva. Una base de datos de este tipo implica que las fuerzas que se encargan de hacer cumplir la ley a nivel local y federal pueden vigilar y acosar mรกs fรกcilmente a las personas basรกndose en caracterรญsticas arbitrarias, como la ciudadanรญa ucraniana. Ademรกs, Rusia tiene una notoria reputaciรณn de contar con dรฉbiles medidas de seguridad para proteger los datos personales, lo que da lugar a filtraciones y venta de datos.
Segรบn un informe de 2022 de Net Freedoms sobre la persecuciรณn polรญtica de personas, la finalizaciรณn de este proyecto es solo un revรฉs temporal. Rusia cuenta con una serie de herramientas de vigilancia adicionales. Por ejemplo, una empresa privada, SEUSLAB, registrรณ una base de datos que rastrea a los usuarios de las redes sociales que estรกn activos durante los perรญodos de mayor actividad de protesta y recopila informaciรณn sobre sus amigos, publicaciones, acciones y comentarios. Los servicios de seguridad utilizaron esta herramienta ya en 2019 para identificar contenidos “socialmente peligrosos”. El informe concluye que no hay motivos para suponer que las autoridades rusas hayan abandonado sus planes de crear un sistema integral de seguimiento y elaboraciรณn de perfiles.
Esa sombrรญa predicciรณn se estรก cumpliendo. El mes pasado, Roskomnadzor, el regulador ruso de Internet, famoso por su fรฉrrea censura, firmรณ un contrato de unos 886 mil dรณlares con una empresa privada para desarrollar “Oculus“, un sistema de red neuronal que analiza imรกgenes, vรญdeos y textos en las redes sociales y plataformas de mensajerรญa para seรฑalar los contenidos prohibidos por la legislaciรณn rusa. Los expertos se muestran escรฉpticos de que 886 mil dรณlares sean suficientes para poner en marcha este sistema en el plazo anunciado de diciembre. Krapiva dijo que incluso antes de la invasiรณn de 2022, Rusia probablemente no tenรญa la capacidad tecnolรณgica y financiera para implementar una polรญtica de vigilancia predictiva impulsada por inteligencia artificial. Las nuevas sanciones y el รฉxodo de las empresas occidentales dificultarรกn aรบn mรกs el progreso de este proyecto. Sin embargo, los prolongados esfuerzos de Rusia por reforzar su arsenal tecnolรณgico demuestran un claro compromiso con el uso de herramientas modernas de vigilancia para aumentar su capacidad de represiรณn focalizada.
Las herramientas sofisticadas, desde el reconocimiento facial hasta la elaboraciรณn de perfiles predictivos, no son una bala de plata para garantizar el control total de la poblaciรณn de un paรญs. Sin embargo, segรบn Krapiva, cuando Rusia falla tecnolรณgicamente, lo compensa con mรฉtodos de espionaje tradicionales, como la vigilancia fรญsica e ingenierรญa social. Estas tรกcticas demostraron ser exitosas en el seguimiento y envenenamiento de Navalny en 2021.
“No significa que debamos sentarnos y esperar a que las cosas no funcionen, a que se rompan”, dice Krapiva. “Si nos fijamos en cรณmo los gobiernos utilizan los tipos de tecnologรญas que les dan mรกs control, tienden a adoptarlas, y se produce una ampliaciรณn de los objetivos de la misiรณn original. Si incluso pasa en los Estados democrรกticos, aรบn mรกs en paรญses como Rusia”.
Es poco probable que un algoritmo hecho para predecir con exactitud tu potencial de protesta basรกndose en tu uso de emojis o en el tipo de publicaciones que comentas arroje resultados precisos. Pero en un paรญs autoritario como Rusia, una tecnologรญa omnipotente no necesita funcionar a la perfecciรณn, solo lo suficiente para recordar a los rusos que siempre estรกn siendo vigilados.
Este artรญculo es publicado gracias a una colaboraciรณn de Letras Libres con Future Tense, un proyecto de Slate, New America, y Arizona State University.
es una periodista e investigadora de derechos humanos que escribe acerca de Rusia, Europa del Este, los derechos humanos y la tecnologรญa.