Manos inteligentes

La inteligencia de las manos favorece el desarrollo social y personal; las manos inteligentes hacen que el ser humano se vuelva mรกs.
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La inteligencia de las manos favorece el desarrollo social y personal. En el tacto y la destreza, los ojos, los oรญdos, el cerebro y los dedos se coordinan. Producen resultados, y mรกs que eso: autoconciencia. Las manos inteligentes hacen que el ser humano se vuelva mรกs.

El homo sapiens llegรณ a serlo a partir del homo habilis. Pero la educaciรณn formal lo olvida. Se puede sacar un tรญtulo universitario sin tener habilidades manuales. Y los graduados que las tienen las adquirieron fuera del mundo escolar: en la casa, los juegos, las aficiones, el trabajo.

La vida social se enriquece con los oficios ignorados por el sistema educativo: afiladores, albaรฑiles, bordadoras, carpinteros, cerrajeros, cortineros, cocineras, costureras, electricistas, encuadernadores, enfermeras, estilistas, floristas, fumigadores, grabadores de placas y trofeos, herreros, hojalateros, impresores, jardineros, mecรกnicos, mecanรณgrafas, modistas, optometristas, paragรผeros, pintores, relojeros, reparadores de aparatos domรฉsticos, rotulistas, sastres, soldadores, tapiceros, tejedoras, vulcanizadores, zapateros y cien oficios mรกs que exigen manos inteligentes.

Hay escuelas de artes y oficios con talleres que permiten aprender con las manos, no sรณlo con el oรญdo. Pero son vistas como para familias de menores ambiciones. Quizรก porque dan cursos no acreditables para un tรญtulo universitario. Quizรก porque son prรกcticos, no conceptuales.

A principios del siglo XX, un carpintero muy inteligente, Fรฉlix F. Palavicini, enseรฑaba su oficio; conociรณ a Justo Sierra (cuyo positivismo veรญa con malos ojos la enseรฑanza puramente verbal) y lo convenciรณ de que lo enviara a observar la enseรฑanza de oficios en otros paรญses. A su regreso, le presentรณ un informe, luego publicado como Las escuelas tรฉcnicas de Francia, Bรฉlgica, Suiza, Italia y Japรณn. Y Sierra le encargรณ el desarrollo de escuelas tรฉcnicas en Mรฉxico.

Habรญa antecedentes. En la Nueva Espaรฑa, el aprendizaje de artesanรญas impulsado por Vasco de Quiroga fue todo un รฉxito. En el Mรฉxico independiente, el presidente Ignacio Comonfort fundรณ la Escuela Nacional de Artes y Oficios.

En el Mรฉxico revolucionario, Josรฉ Vasconcelos superรณ a sus precursores en el ministerio de Educaciรณn: integrรณ el desarrollo de las manos a la educaciรณn formal (no en escuelas aparte). Abriรณ secundarias con talleres y huertos escolares donde los niรฑos aprendรญan con trabajos manuales, no sรณlo con lecciones orales y pizarrรณn.

Desgraciadamente, el prejuicio antimanual se impuso y la enseรฑanza prรกctica fue perdiendo importancia, como se refleja en el hecho de que la Escuela Nacional de Artes y Oficios se transformรณ en una Escuela Prรกctica de Ingenierรญa Mecรกnica y Elรฉctrica; finalmente glorificada como Escuela Superior de Ingenierรญa Mecรกnica y Elรฉctrica (ESIME) del Instituto Politรฉcnico Nacional.

Una fantasรญa bien intencionada sueรฑa con que todo mexicano tenga un tรญtulo universitario, aunque no sirva para nada. No es una meta realizable ni deseable, pero distorsiona la polรญtica educativa, porque la enseรฑanza se organiza por grados y el รฉnfasis estรก en graduarse, no en aprender; menos aรบn cosas prรกcticas.

Cuando se repite el estribillo de que la pobreza se resuelve con educaciรณn no se piensa en la enseรฑanza de oficios, sino en mayor escolaridad. La demanda de ilusiones es tan poderosa que justificarรญa una oferta igualmente ilusoria: titular desde el acta de nacimiento. Tendrรญa un costo muy bajo. El tรญtulo escogido por los padres se registrarรญa como parte del nombre. Habrรญa niรฑos llamados Licenciado Josรฉ Hernรกndez Pรฉrez o Doctora Marรญa Sรกnchez Martรญnez.

Una soluciรณn menos radical serรญa que, en el examen de admisiรณn a los estudios universitarios, se incluyera como requisito el dominio de un oficio. Segรบn la leyenda, en la Academia de Platรณn habรญa un letrero terminante: “No entra el que no sepa geometrรญa”. En la educaciรณn superior pudiera ser: “No entra el que no sepa carpinterรญa”.

En Alemania y otros paรญses, con apoyo empresarial, hay sistemas educativos duales (de trabajo y estudio) que acreditan el aprendizaje de un oficio y la experiencia prรกctica de ejercerlo en la educaciรณn superior.

En Mรฉxico, lo realista es la educaciรณn para el autoempleo. Hacen falta miles de escuelas de artes y oficios. Y microcrรฉditos para ejercerlos. Mรกs una legislaciรณn estratificada que no imponga la misma carga de trรกmites a los mosquitos que a los elefantes.

Periรณdico Reforma (27-XI-2016)

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(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.


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