Está claro que la vacunación funciona. En más de 9 de cada 10 casos de covid-19, las hospitalizaciones y muertes se han producido en personas que no han recibido la vacuna. La vacunación es muy eficaz para prevenir los casos más graves de covid-19, pero en ciertas ocasiones, incluso las personas vacunadas pueden desarrollar lo que se denomina como casos de infección en vacunados, y parece ser que estas infecciones ocurren con más frecuencia con la variante Delta del coronavirus.
Una pregunta abierta es con qué frecuencia estos casos pueden provocar un tipo de covid persistente.
Uno de los aspectos más desconcertantes del coronavirus, particularmente hablando de la covid-19 persistente o larga, es una serie de síntomas debilitantes que pueden prolongarse durante semanas o meses después de que finaliza una infección. Por lo general, estos incluyen fatiga, dificultad para respirar, palpitaciones del corazón y confusión mental, aunque algunas personas desarrollan problemas más graves en varios órganos, incluidos los pulmones, el corazón y el cerebro. El problema es que faltan datos fiables sobre la covid-19 de larga duración y los casos de infección en vacunados.
Esta escasez de datos ha hecho imposible para la mayoría de los expertos afirmar contundentemente que las personas vacunadas pueden desarrollar covid-19 persistente. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la agencia nacional de salud pública en los Estados Unidos, solía rastrear todos estos casos, pero a partir del 1 de mayo solo rastrea aquellos que conducen a hospitalización y la muerte, utilizando datos recopilados por agencias de salud estatales y locales. Esta decisión se tomó para “maximizar la calidad de los datos recopilados sobre los casos de mayor importancia clínica y de salud pública”. Pero sin datos exhaustivos sobre los casos de infección en vacunados, será imposible conocer la probabilidad de que las personas inmunizadas puedan contraer infecciones que provoquen síntomas prolongados.
“En mi opinión, los CDC deberían estar rastreando todas las consecuencias de los casos de infección en vacunados, no solo las hospitalizaciones y los decesos”, dijo Akiko Iwasaki, profesora de inmunología de la Universidad de Yale que se especializa en la investigación de la covid-19 persistente, en un correo electrónico. “Incluso una infección leve o asintomática puede provocar covid-19 persistente. Hacer un seguimiento de esto a escala nacional sería muy informativo”. Iwasaki es una de las pocas expertas que ha declarado de manera firme que las personas completamente vacunadas pueden tener covid-19 persistente.
De nuevo, hay datos limitados para respaldar esa afirmación. En este momento, solo hay dos fuentes de datos publicadas sobre casos de infección en vacunados y de covid-19 persistente. En un estudio de revisión por pares con 1,497 trabajadores de la salud vacunados en Israel, publicado el 29 de julio en el New England Journal of Medicine, 39 personas presentaron casos de infección en vacunados, de las cuales 19% informaron de síntomas como fatiga, dolores de cabeza y dolor muscular que duraron más de seis semanas. Bob Wachter, presidente del Departamento de Medicina de la Universidad de California en San Francisco, tuiteó que “no estoy seguro de que un caso leve de Delta no pueda conducir a un covid-19 persistente”, y agregó que el estudio de Israel respalda esa preocupación.
La segunda fuente, publicada el 26 de julio en el servidor de preprints medRxiv, recopila los resultados de una encuesta en redes sociales que pregunta sobre la vacunación y la infección por covid-19. La encuesta se publicó en el grupo de Facebook de Survivor Corps, una organización comunitaria de sobrevivientes de covid-19 fundada por Diana Berrent en marzo de 2020. De 1,949 encuestados, 44 informaron tener una infección sintomática de covid-19 después de vacunarse. De ese grupo, 24 informaron que tenían síntomas de covid-19 persistente. Una persona dijo que su infección le provocó covid-19 larga y hospitalización.
El artículo, escrito en coautoría por Berrent, Harlan Krumholz, cardiólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, y la asociada de posgrado Daisy Massey, no está revisado por pares y sus métodos están lejos de ser rigurosos. De ninguna manera se deben extrapolar las cifras para aplicarlas a la población en general. “Seré la primera en decir que estos no son buenos datos”, dijo Berrent sobre los resultados de la encuesta. “Pero es una señal importante de que debemos hacer un mejor trabajo en el seguimiento de estos casos”. Cuando Iwasaki declaró en Twitter que los casos de infección en vacunados podrían conducir a covid-19 persistente, señaló una versión anterior de los datos de Survivor Corps.
Los casos de infección en vacunados son más probables con la cada vez más prevalente y altamente contagiosa variante Delta, según un documento interno de CDC obtenido por el New York Times. El último informe de CDC muestra que las personas vacunadas pueden propagar esta variante. Si la posibilidad de que se produzcan más casos de infección en vacunados incrementa, y existe la posibilidad de que se desarrolle una covid-19 persistente, Estados Unidos debe estar preparado para ello. En este momento, como señalan los desgarradores testimonios de personas que sufren de covid-19 larga sin un tratamiento significativo, lamentablemente no estamos preparados.
Hay que ser muy claros: la aparición de casos de infección en personas vacunadas y la covid-19 persistente que puede desarrollarse no son un golpe para las vacunas. Por el contrario, la vacunación es nuestro escudo más potente contra la covid-19 persistente. Puede que no sea perfecto, pero evita la hospitalización y la muerte en la mayoría de los casos. Alguien que no se infecta no puede desarrollar covid-19 persistente.
Las estimaciones de la proporción de personas infectadas que desarrollan covid-19 persistente varían, pero el director del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, Walter Koroshetz, señala que la aproximación más sólida es un estudio de Nature Medicine de 312 personas no vacunadas con covid-19 en Bergen, Noruega, publicado en junio. Algunas personas fueron hospitalizadas por su infección, pero la mayoría se aisló en sus hogares, lo que sugiere que solo son casos leves. Después de seis meses, el 61% de los pacientes aún presentaba síntomas. Es preocupante que el 52% de las personas de 16 a 30 años con covid-19 leve reportaron síntomas después de seis meses.
Cuando se le preguntó si estos números podrían equipararse a los de Estados Unidos, Koroshetz dijo: “Yo creo que sí. No sé por qué sería diferente”.
Koroshetz es colíder de la Iniciativa RECOVER, un esfuerzo masivo de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), la agencia de investigación médica de los Estados Unidos, para estudiar la covid-19 persistente, financiado con 1.15 mil millones de dólares reservados por el Congreso de Estados Unidos en diciembre de 2020. Francis Collins, director de los NIH, anunció la iniciativa en febrero, pero fue hasta junio que los institutos otorgaron los primeros fondos a las instituciones para “apoyar el desarrollo de la infraestructura y la investigación básica”, y fue hasta entonces que los estudios pudieron arrancar en forma. En ese momento, Collins dijo que esperaba que las pruebas iniciaran “en las próximas semanas y meses”.
El objetivo de RECOVER es encontrar tratamientos para personas con síntomas persistentes de covid-19. Para hacerlo, los científicos primero tendrán que descubrir las causas biológicas de la covid-19 persistente, dijo Koroshetz. Ya existen varias hipótesis, e Iwasaki ha propuesto tres: el virus podría simplemente persistir en el cuerpo después de la infección y causar síntomas. El “fantasma” del virus, fragmentos que permanecen en el organismo, como proteínas y ARN, podrían ser los culpables. O bien, ocurre una respuesta autoinmune, desencadenada por la infección inicial. Iwasaki dice que esto último es consistente con la razón por la que algunas personas completamente vacunadas todavía tienen covid larga.
“Se espera que la inmunidad inducida por la vacuna elimine la mayor parte del virus entrante y evite la propagación viral a los órganos distales”, dijo. “Sospecho que es poco probable que se establezcan reservorios virales en una persona completamente vacunada. Sin embargo, si el virus desencadena una respuesta autoinmune, esto dará lugar a síntomas a largo plazo “.
Es alentador que la investigación muestre que la vacunación puede aliviar algunos síntomas de la covid-19 persistente. Iwasaki ha descubierto que entre 30% y 40% de las personas experimentan un alivio con la vacunación. Esto se podría lograr al amortiguar las células inmunitarias autorreactivas que causan los síntomas, dijo. Actualmente colabora con Survivor Corps en un estudio sobre el impacto de la vacunación en personas con covid-19 persistente, que se inspiró en otra de las encuestas del grupo de Facebook.
La Iniciativa RECOVER será un compromiso masivo, que rastreará a las personas con nuevas infecciones agudas por covid-19 a lo largo del tiempo, así como a las que estaban previamente infectadas y ahora tienen covid-19 persistente. Los estudios de autopsias y registros médicos electrónicos darán claridad sobre el daño a largo plazo causado por estos síntomas y factores que afectan la recuperación, respectivamente. Eventualmente, el esfuerzo producirá datos muy necesarios sobre la covid-19 persistente, pero no será tan pronto como se necesita.
“Mientras los NIH se sientan y hacen sus cosas burocráticas, la gente está sufriendo y está muriendo”, dijo Berrent.
Koroshetz reconoce la frustración de los pacientes que sufren, así como de los médicos que intentan tratarlos. “Hemos estado trabajando constantemente para lanzar la iniciativa RECOVER, junto con todas sus piezas”, dijo. “Tengo que disculparme por el hecho de que las cosas se prolongaron para poder transferir el dinero a la investigación. Es mucho más rápido que nuestro proceso habitual, pero aún así, tengo que disculparme con la gente”.
Es necesario comprender la patología de la covid-19 persistente para desarrollar terapias y diagnósticos que, en última instancia, ayudarán a prevenir un sufrimiento adicional, así como las dificultades económicas generadas, dijo Iwasaki. “Hay un número creciente de pacientes que han sobrevivido a la covid-19 solo para desarrollar efectos debilitantes a largo plazo, como fatiga severa y disfunción cognitiva, que les impiden reanudar el trabajo y llevar una vida normal”, agregó. “Esto está devastando a millones de personas en todo el mundo”.
La encuesta de Survivor Corps en Facebook sobre casos de infección en vacunados y covid-19 persistente todavía se encuentra activa y es pública. En este momento, Berrent se centra en la atención a la covid-19 persistente y en convencer a los CDC de que exijan que se reporten todos los casos de infecciones en vacunados.
“Tenemos que dar un paso en donde nadie más lo hace, y eso es ridículo”, dijo. “Pero si es necesario, estamos aquí para hacerlo”.
Este artículo es publicado gracias a una colaboración de Letras Libres con Future Tense, un proyecto de Slate, New America, y Arizona State University.