Para quienes no habรญamos nacido en 1962, la amenaza de una guerra nuclear es anecdรณtica. Es difรญcil imaginar el nivel de tensiรณn que provocรณ la guerra frรญa, sobre todo durante la crisis de los misiles en Cuba, cuando parecรญa que el mundo iba a estallar. La preocupaciรณn de hoy es el cambio climรกtico, la escasez de agua y la superpoblaciรณn, pero estos factores no son sucesos que se llevan a cabo en unos cuantos dรญas, sino que tardarรกn aรฑos o dรฉcadas en llegar a un punto lรญmite. La guerra nuclear, en cambio, era algo inmediato. Ginger & Rosa (2012), la cinta mรกs reciente de Sally Potter, aborda este tema desde la perspectiva de dos adolescentes, con guiรฑos autobiogrรกficos de la realizadora britรกnica. Es un acercamiento a la adolescencia desde la madurez.
Nacidas casi al mismo tiempo, Ginger y Rosa crecen como hermanas. Sus madres son vecinas y mejores amigas, lo cual implica un parentesco emocional. Con la amenaza nuclear al rojo vivo, ambas acuden a reuniones y marchas por la paz mundial, hasta que Rosa prefiere a los hombres. Cuando su amiga se aleja, Ginger se refugia en las manifestaciones pacรญficas para detener la guerra, aunque lo hace como un substituto afectivo, pues la relaciรณn con su madre no es buena y su padre ha cometido una terrible falta.
Lo mรกs sorprendente de la pelรญcula es que los cuatro papeles principales son interpretados por tres actrices y un actor que no son ingleses, aunque sus personajes sรญ lo son. Elle Fanning como Ginger es la actuaciรณn mรกs sobresaliente, pero tambiรฉn Christina Hendricks como su madre, Alessandro Nivola como el padre y Alice Englert como Rosa merecen reconocimiento. (Una nota interesante es que Englert es hija de la cineasta Jane Campion, otra gran directora de la generaciรณn de Potter.) Y el resto del elenco es una joya: Oliver Platt, Annette Bening y Timothy Spall en papeles breves que le hacen honor a la etiqueta de supporting actor.
Una de las virtudes de Ginger & Rosa es la sencillez, tanto en la trama como en la manera de contarla. Con el conflicto nuclear como telรณn de fondo, la pelรญcula explora la relaciรณn entre dos amigas y entre madres e hijas, con pocos elementos y situaciones comunes. Si la amistad mรกs profunda se da durante la adolescencia, tras el alejamiento natural de la familia para crear un sentido de pertenencia, la relaciรณn entre estas chicas es arquetรญpica. Es una cinta eminentemente femenina, no solo porque lidia con estos temas sino porque solo pudo haber sido concebida por una mujer. Escrita y dirigida por Potter, la experiencia y la sabidurรญa le dan una suave profundidad, pues uno de los puntos clave es la confrontaciรณn de ideales ante un hecho concreto. El papel de Bening como la amiga feminista de la familia es vital para contrastar el extremo anรกrquico del padre, cuyas ideas nublan su juicio ante lo esencial: el amor y el deber paternal. El contraste entre los puntos de vista antagรณnicos en la discusiรณn final son el clรญmax perfecto para las hipรณtesis y los planteamientos previos. Todo apunta hacia ese cierre que se resuelve con diรกlogo y actuaciรณn: dos elementos bรกsicos.
Es difรญcil decir hasta quรฉ punto una obra de ficciรณn es autobiogrรกfica. Sally Potter participรณ en las marchas anti-nucleares, pero era un poco mรกs joven que las protagonistas. A los 16 aรฑos dejรณ la escuela para ser cineasta, y fue hasta los 34 aรฑos que hizo su primer largometraje. Con el segundo, Orlando (1992), basado en la novela de Virginia Woolf, acaparรณ la atenciรณn del pรบblico y la crรญtica. Al igual que Woolf, hay muestras claras de una postura feminista en su trabajo. No solo Ginger, sino tambiรฉn el personaje de Annette Bening es muy cercano a ella: son dos caras de una misma moneda de apellido Potter.
Ginger & Rosa es la cinta mรกs accesible de su carrera. En Ginger se conjuga la preocupaciรณn por la guerra frรญa, y en Rosa la revoluciรณn sexual. Es un reflejo de la รฉpoca, con ideas grandilocuentes que justifican maneras de actuar, y es el padre quien queda mal parado al lado de las adolescentes, las madres solteras y los amigos intelectuales que las defienden. Virginia Woolf decรญa que los hombres son los responsables de que haya guerras. Estaba en contra de esta especie de patriarcado en el que vivimos, y abogaba por mรกs participaciรณn de las mujeres en la vida pรบblica. De cierta forma Ginger & Rosa trata el mismo tema, porque aunque el hombre de la pelรญcula es un pacifista, es รฉl a fin de cuentas quien violenta el orden social. Quizรก no es mala idea prestarle mรกs atenciรณn a las mujeres.
(ciudad de Mรฉxico, 1979) Escritor y cineasta