La primera película de Michel Gondry, Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, conjugaba lo que suele ser irreconciliable en el cine: estructura compleja y emotividad. Se trataba de un mano a mano entre dos geniecillos de linaje escheriano: el guionista de las narrativas geométricas, Charlie Kaufman, y el director de videoclips y deconstructor de tiempos y espacios más deslumbrante de su generación, Gondry. Con la película La ciencia del sueño, protagonizada por Gael García Bernal, Gondry regresa al cine y se prueba como director y guionista. Las matemáticas, esta vez, arrojan una simple resta. Sin Kaufman detrás con sus guiones delirantes pero rigurosos, Gondry se empantana en inagotables gags visuales: fascinantes e impecables, pero poco más que eso. La historia de un joven, Stephane, incapaz de distinguir la realidad de sus fantasías, acaba pareciéndose la de un director, Gondry, que no es capaz de articular en un largometraje las viñetas que funcionarían aisladas en un videoclip. Mucho sueño y poca ciencia, la película vale como galería visual de Gondry y por la interpretación que hace García Bernal de un tipo infantilizado que elude la realidad. ~
Diábolos
Vigilancia extrema, de Jennifer Chambers Lynch La hija del director de Terciopelo azul ya había tenido un primer intento tras la cámara: Boxing Helena, un filme sumamente fallido que pareció…
Louie: ‘Elevator pt. 4’/’Elevator pt.5’
Tal vez "Louie" sea el programa más cinematográfico de la televisión estadounidense.
Cine aparte: Dulzura americana
La cinta de esta semana arroja una mirada empática sobre la vida desesperanzada de jóvenes estadounidenses.
Cine aparte • Chicuarotes
En la entrega de esta semana, el segundo trabajo como director de Gael García Bernal.
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES