La evoluciĆ³n de los trailers

Una breve historia y selecciĆ³n de los mejores trailers (o cortos) en el cine, desde Stanley Kubrick hasta David Fincher.Ā 
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Los trailers son lo que son: herramientas promocionales, algunas ingeniosas y otras obvias, que en teorĆ­a solo sirven de anzuelo para llenar butacas. Como toda publicidad, la eficacia de muchos cortos deriva de la mentira, la mentirita y la mentirota, el viejo truco de vender una experiencia como si fuera mĆ”s de lo que es. Un anuncio de Head and Shoulders promete darnos la melena de SofĆ­a Vergara, mientras el trailer de Transformers 4 nos promete una cinta coherente y divertida. Ambos son tomaduras de pelo (hablo con conocimiento de causa), pero es injusto decir que son iguales. Un anuncio de shampoo rara vez entretiene y, en todo caso, entretener es secundario. Lo que quiere es convencerte de comprar el producto. AdemĆ”s, que yo sepa, ver un anuncio de Head and Shoulders no quita la caspa. En cambio, los trailers sĆ­ cumplen una doble funciĆ³n. Idealmente nos dan ganas de ir a la taquilla, pero tambiĆ©n pueden ser tan divertidos o conmovedores como las pelĆ­culas que promocionan (si bien ese entretenimiento deriva, a diferencia del gran cine, de una manipulaciĆ³n mĆ”s que de una expresiĆ³n artĆ­stica). Como muestra, un botĆ³n. Aunque la pelĆ­cula no ha salido al mercado, el trailer de Mr. Turner, dirigida por Mike Leigh, dura dos minutos y con eso es suficiente para que saquemos los kleenex. Podemos ir a ver la cinta o no, pero el corto ya cumpliĆ³ un propĆ³sito, digamos, extrapublicitario: ser una modesta pieza de entretenimiento.

La historia y la forma del trailer, documentada dĆ©cada por dĆ©cada en este ensayo de The Dissolve, estĆ” vinculada Ć­ntimamente con la historia y la forma del cine: la creaciĆ³n del sonido, el atractivo de las grandes estrellas de la posguerra, el cambio de la tecnologĆ­a analĆ³gica a digital, la llegada de la TV como plataforma publicitaria y, mĆ”s adelante, del internet y los canales de distribuciĆ³n gratuita. En 100 aƱos, los trailers han cambiado tanto como el cine, desde la estructura, los mĆ©todos narrativos y la longitud. Como explica Paul Schrader en este ensayo, la llegada de la ediciĆ³n digital cambiĆ³ al cine (y a los trailers) para siempre. Antes, para juntar dos escenas habĆ­a que unirlas con pegamento o cinta adhesiva, mientras que hoy basta dar un clic. Al facilitar el proceso de ensamblaje, los directores empezaron a probar diversas narrativas y acortar el tiempo a cuadro de cada escena. En el cine, los cambios son evidentes. Durante los cincuenta, editar una pelĆ­cula como The Bourne Ultimatum hubiera tomado una dĆ©cada. En los trailers, los cambios tambiĆ©n son palpables. Este trailer, de Horror of Dracula (1958), dura 2:15 y tiene 32 cortes. Este, de Dracula Untold (2014), dura solo diez segundos mĆ”s, pero tiene 124 cortes.

Una forma no es mejor que la otra. Ambos estilos pueden dar resultados efectivos. Basta ver el lindo trailer de Where the Wild Things Are, donde la mĆŗsica de Arcade Fire se adueƱa de la narrativa, y el lĆŗgubre, tenso avance de Taxi Driver, narrado por el prolĆ­fico Don LaFontaine, aparentemente hablando desde el fondo de una cueva tras empinarse una botella de Jack Daniels.

Los trailers estĆ”n compuestos de diversas herramientas habituales. Una, por ejemplo, son las placas informativas que, como en una pelĆ­cula silente, ayudan a decir lo que la acciĆ³n omite (hay placas en varios cortos que aquĆ­ menciono, incluyendo The Girl With The Dragon Tattoo, Horror of Dracula y The Return of the King). Otra herramienta, antes empleada con mayor frecuencia, es la narraciĆ³n. Y entre los narradores, LaFontaine merece menciĆ³n aparte. El cuate narrĆ³ mĆ”s de 5,000 trailers, muchos con distinto rango, desde la comedia y el drama hasta el horror y el thriller. No por nada ha sido parodiado hasta la nĆ”usea. Sin embargo, mi voz LaFontaineana favorita es la de Percy Rodriguez, quien narrĆ³ el corto de Jaws, donde tuvo el privilegio de exclamar esta frase: “It´s as if god created the devil… and gave him… Jaaawwws!”.

En The Art of the Trailer, la revista Wired se centra en los cortos que cambiaron el curso de la industria. Algunos merecen entrar en esta lista y a otros, como el de Independence Day, hay que huirles como al Ć©bola. El texto de Wired menciona el complicado trailer abstracto de Dr. Strangelove, una hazaƱa en tiempos anteriores al Avid. A lo largo de su carrera, Kubrick siguiĆ³ alejado de la convenciĆ³n, creando otros dos cortos memorables. El de The Shining, pura atmĆ³sfera turbia en una sola imagen, y el de Eyes Wide Shut, un teaser en cada acepciĆ³n de la palabra. En ambos casos, Kubrick utiliza las tomas mĆ”s llamativas de sus pelĆ­culas. Con eso le basta y le sobra.

https://www.youtube.com/watch?v=sTo1gRqVuEU        

En una industria donde lo natural es ceƱirse a la fĆ³rmula, los cortos que destacan generalmente intentan darle la espalda al protocolo. AhĆ­ estĆ” el de Alien, un clip con dos ritmos distintos que logra mantener el aura enigmĆ”tica de la pelĆ­cula al mismo tiempo que advierte el tono claustrofĆ³bico de la obra maestra de Ridley Scott. Y sin decir una palabra.

Otro ejemplo: este escabroso trailer de The Exorcist, lleno de flashazos del dulcƭsimo CapitƔn Howdy.

QuizĆ”s el sucesor natural de Kubrick (en el terreno del trailer, ¡no se alarmen!) es David Fincher, que a veces utiliza una sola canciĆ³n, cuya letra estĆ” ligada al tema de la pelĆ­cula. Ojo con  The Social Network. Thom Yorke debe sentirse orgulloso.

La prueba de la importancia de la ediciĆ³n y la musicalizaciĆ³n para sugerir una atmĆ³sfera queda patente en el divertido ejercicio de los recut trailers. Los mejores son estos dos: The Shining editada como una comedia familiar y Mary Poppins como una cinta de miedo. El primero usa wipes y suaves disolvencias, extraƱas en una historia de horror, mientras que el segundo utiliza flashazos y largos fade in/fade outs para fincar un tono inquietante.

No solo lo experimental vale la pena. Entre los trailers mĆ”s comerciales hay una que otra joya. Este, de The Return of the King, es un avance muy bien armado. El principio sintetiza amenazas, el resto promete una gran batalla y el astuto cliffhanger abre una duda (o una duda para los que no leĆ­mos los libros). ¿A quiĆ©n le estĆ” gritando Sam?

Del Ćŗltimo aƱo, quizĆ”s mi favorito es el de Birdman. No faltarĆ” quien se queje de que el clip no dice mucho pero, ¿quiĆ©n quiere que le digan de quĆ© va una pelĆ­cula? Un buen corto intriga mientras sugiere una tonalidad o un gĆ©nero. No es una radiografĆ­a. Es una polaroid. Y esta es una polaroid esplĆ©ndida:

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