Slumdog Millonaire y la India

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A finales de 2008, las cámaras al interior de la estación de trenes de Bombay registraron cuidadosamente la violencia perpetrada por un terrible ataque terrorista. Estas imágenes circularon por el mundo entero. La misma estación de trenes, ejemplo de la arquitectura victoriana, es el escenario del número musical de la película Slumdog Millonaire. Esta es sólo una pequeña muestra de los fuertes contrastes de la ciudad de Bombay. En las dos últimas décadas, las tensiones entre hindúes y musulmanes han dejado saldos muy negativos, ya que la ciudad ha sido el blanco del terrorismo y de revueltas entre diversas comunidades. En Bombay viven magnates, mafiosos, desposeídos y grandes estrellas, veneradas por billones, pues también es la meca del cine, mejor conocida como Bollywood.

El escritor indio Suketu Mehta, en su crónica sobre Bombay, titulada Maximum City, relata cómo la relación conflictiva entre grupos religiosos y clases sociales se vuelve armónica en el cine. Los musulmanes hacen el papel de hindúes y viceversa; ambas comunidades adoran a los actores más exitosos sin importar su religión. Músicos, escritores y productores de todos los credos trabajan juntos con el mismo objetivo: ganar mucho dinero. Los ricos interpretan a los pobres lo que ocasiona una fascinación mutua. Pero Mehta nos advierte que la parte creativa de la industria de Bollywood debe ser hecha por locales y no por extranjeros, ya que las fórmulas de su cine son muy particulares y sólo se entienden desde el interior.

Al filmar Slumdog Millionaire, el director inglés Danny Boyle incurrió en la grave falta (desde la perspectiva de los indios) de tratar de hacer una versión inglesa del cine de Bollywood. Su cinta, además, muestra aspectos terribles de la vida en los barrios bajos de Bombay. Por esta razón, ha sido considerada como “pornografía de la pobreza”. Algunos proclaman que “slumdog” es un término sumamente despectivo para designar a los pobres, otros catalogan la película como “la India imaginaria de un hombre blanco”, “una manera de romantizar el crimen y la prostitución” o “un docu-drama de MTV”.

Uno de los debates principales de Slumdog Millonaire gira entorno a la pregunta: ¿es una película de India o es un producto occidental? Obviamente, se trata de una producción híbrida en la que colaboraron personas de distintas nacionalidades, donde figuran muchos indios. El tema de “la pureza” del filme ha ocupado un lugar importante en la prensa en India y entre las comunidades de inmigrantes en Inglaterra y Estados Unidos. En general, la diáspora ha sido más generosa, que los que viven en India. Estos últimos desaprueban la forma en que se representa de su país.

El guión, escrito por el inglés Simon Beaufoy, está basado en la primera novela del escritor indio Vikas Swarup. La cinta fue co-dirigida por Loveleen Tandan, quien ha participado en otras producciones indo-occidentales como La ceremonia (2001) y El buen nombre (2006) de la directora Mira Nair. Estas películas, junto con Agua (2005) de Deepa Mehta, también han sido criticadas y alabadas por tratar temas relacionados con la indianidad sin seguir las fórmulas bollywoodenses. Sin embargo, muchos de los actores de la industria cinematográfica india han trabajado en ellas.

Irrfan Khan, Saurabh Shukla (los policías) y Anil Kapoor (el conductor del show) son famosos y prolíficos actores de Bollywood. Los niños pequeños fueron contratados en los barrios bajos de Bombay y casi todo el reparto es originario del subcontinente asiático, pero la insistencia de que no se representa al país y que es un filme extranjero continúa. El actor inglés Dev Patel (Jamal) irritó al público indio por su fuerte acento británico, los espectadores juzgaron inverosímil que un joven sin educación y con su historia pueda hablar un inglés perfecto.

Las decisiones de Boyle y Tandan con respecto la lengua también han formado parte del debate entre el público indio. En el principio de la cinta se habla en hindi, los niños actores no podían hablar en inglés por lo que les permitieron actuar en su lengua madre. Sin embargo, resulta extraño que los hermanos cuando crecen hablan inglés entre ellos cuando lo natural sería que hablaran en hindi. Por este motivo, el público piensa que Boyle usó el hindi como un elemento decorativo y de exotismo que no tiene relación con la realidad de los códigos lingüísticos entre la gente bilingüe.

La música es un elemento fundamental de las películas de Bollywood, ya que la tradición exige varios números musicales con baile y canto. Cada película suele tener por lo menos seis canciones y en ocasiones con la venta de los discos se recupera la inversión. Los compositores pueden jugar un papel tan importante como el de los actores. A.R. Rahman es uno de los músicos más notables de Bollywood, una joven leyenda viviente que ha compuesto las canciones de más de cien cintas, entre ellas Elizabeth: La edad de oro (2007), la trilogía Agua, Fuego y Tierra de Deepa Mehta, el musical Bombay Dreams de Andrew Lloyd Weber y Lagaan (2001), nominada al Óscar como mejor película extranjera. Sin embargo, los indios sugieren en la prensa que la música de Slumdog Millonaire está lejos de ser lo mejor que Rahman ha compuesto.

Otra de las críticas se centra en el bailable final. En Bollywood se invierte mucho dinero en el vestuario, la coreografía, los bailarines y la escenografía de estas escenas. Los actores protagónicos suelen ser excelentes bailarines y los musicales se asemejan a los de las películas de Hollywood de la posguerra. El presupuesto de Boyle no le permitió hacer un musical en el más clásico estilo de Bollywood por lo que los amantes de este género no lo perdonaron y calificaron Jai Ho como una gran clase de aerobics.

Boyle ha llamado a su película una validación de Bollywood hecha por Hollywood. Sin embargo, el público en India no parece estar de acuerdo con esta aseveración. Aunque tal vez no exista en el mundo una industria que supere a Bollywood en sus exageradas fantasías, denunciaron la falta de realismo de Slumdog Millonaire. La importancia del amor y la presentación de situaciones poco factibles son dos características esenciales del cine indio.

Diversos periodistas y bloggers señalan que las versiones cinematográficas indias que abordan el tema de las mafias y la pobreza son mejores. Entre ellas mencionan Satya (1998) y Company (2002). El contraste entre México e India a este respecto es interesante pues los indios no proclamaron a Slumdog Millonaire como una película suya, aunque participaron de manera importante en la producción. La razón del distanciamiento es que el cine de Bollywood es un elemento fundamental de identidad y de cohesión social con una tradición y fórmulas claras. Los indios sólo reconocen las películas planteadas en sus términos y con su propio lenguaje, mientras que en México la simple presencia de mexicanos en el equipo de producción de una película de Hollywood hace que la cinta se convierta inmediatamente en una especie de selección nacional del cine.

– Genoveva Castro

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