Ilustraciรณn: ร‰ramos Tantos

Brasil 2014: Messi y la foto menos pensada

La temporada mundialista es una de nostalgia, de episodios memorables, de escenas, objetos que condensan aรฑos. Esta serie repasa los mundiales mรกs recientes y los sucesos cautivadores de cada uno.
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Cuenta la leyenda que Lionel Messi aprendiรณ a convivir con el escape desde su mรกs tierna edad. Primero de la mano de su abuela Celia โ€“a la que dedica cada uno de sus goles como profesionalโ€“ quien lo llevaba de su mano, aunque tuviera tareas escolares por terminar, para permitirle jugar al fรบtbol con chicos mรกs grandes.

Aรฑos mรกs tarde, todavรญa en Rosario, Lionel escapaba a las patadas de los rivales para marcar goles con la camiseta de Newellโ€™s Old Boys; incluso si el balรณn era claramente mรกs grande de lo que su cuerpo parecรญa resistir.

Pero hay escapes y escapes. Los hay gustosos, como los mencionados previamente. Y los hay de angustia, como el que tuvo que afrontar a sus 13 aรฑos. Cuando la mayorรญa de los chicos comienzan a hablar de chicas y a perfeccionar su arte en los videojuegos, Messi tuvo que armar las maletas y escapar del fรบtbol argentino rumbo a Barcelona.

ยฟEl motivo? Un dรฉficit en su hormona de crecimiento que le valiรณ no solo el apodo de Pulga en la escuela, sino un tratamiento que se volviรณ rutina en la vida del rosarino.

โ€œMe pinchaba todos los dรญas con una aguja muy chiquita. Primero en una pierna, despuรฉs en la otra. Al principio lo hacรญan mi papรก o mi mamรก, pero despuรฉs ya aprendรญ a hacerlo soloโ€, reconoce en la actualidad.

Pero el tratamiento tenรญa un costo alto y ningรบn club argentino parecรญa dispuesto a asumirlo, por lo que la ciudad catalana se volvรญa su principal opciรณn de futuro. El resto es historia conocida.

Ya en enero de 2014, considerado por la mayorรญa como el jugador del planeta, el argentino asistiรณ a la Gala del Balรณn de Oro de la FIFA en la siempre calma y reluciente Zรบrich. Llegรณ al evento con su tranquilidad habitual a poco de que comenzara la Copa Mundial en Brasil. Y entre charlas distendidas sobre la lesiรณn en el bรญceps femoral de la pierna izquierda que lo habรญa marginado de las canchas por dos meses, confesรณ una de las pocas cosas a las que todavรญa hoy no logra escapar: las fotografรญas.

โ€œIntento caminar tranquilo por la calle pero no es fรกcilโ€, me dijo entre sonriente y avergonzado. โ€œEn Rosario y en Barcelona trato de salir poco, o ir de casa en casa. Si me toca salir me pongo capucha y esas cosasโ€.

Pero no hay capucha u otras cosas que valgan. En รฉpocas donde todos cuentan con telรฉfonos de รบltima tecnologรญa, en dรญas donde las redes sociales encandilan y ensordecen, Messi es presa fรกcil para curiosos y fanรกticos.

โ€œAsรญ y todo he pasado un tiempo fantรกstico en Argentina, preparรกndome con todo para volver fuerte. Los aรฑos de Mundial son siempre especiales para mรญโ€, agregaba. Y ese 2014 vaya si lo era: Messi estarรญa en su tercera Copa del Mundo, nada menos que en Brasil y luego de un curioso paso por Sudรกfrica 2010 en el que, pese a jugar en gran nivel, no logrรณ marcar ni un solo gol.

Argentina no conquistaba ningรบn tรญtulo oficial de mayores desde la Copa Amรฉrica de 1993 y la presiรณn popular se lo hacรญa saber al astro que, a punto de cumplir 27 aรฑos, soรฑaba con una nueva foto. Tal vez la รบnica de la que no quisiera escapar ni esconderse: una en el Maracanรก de Rio de Janeiro abrazando el trofeo que desvela a todo un paรญs.

Saldando deudas
Camino a ese sueรฑo, Argentina se estrena en el Maracanรก ante la incรณmoda Bosnia Herzegovina que sorprendiรณ al mundo al clasificar en la eliminatoria europea por encima de Grecia. Los sudamericanos estรกn en ventaja desde temprano por un gol fortuito y Lionel Messi falla un tiro libre de esos que, en estos dรญas, suelen ir a dormir al รกngulo de los arqueros.

โ€œยกOlรฉ olรฉ olรฉ olรฉ! ยกMessi! ยกMessi!โ€, el estadio defiende a su รญdolo con una ovaciรณn y reafirma que hay muchos, pero muchos, que sueรฑan con verlo en lo mรกs alto.

Y el zurdo responde como sabe. Con el eco de su nombre como banda de sonido, se escapa por derecha, combina con Gonzalo Higuaรญn, deja en ridรญculo a dos defensores que terminan abrazados en el suelo y marca su segundo gol mundialista; el primero en ocho aรฑos. El partido finalizarรก 2-1, pero Messi se ha sacado un peso de encima. โ€œLos estrenos son siempre difรญciles, hay mucho nervioโ€, me cuenta meses despuรฉs y reconoce que ni siquiera escuchรณ lo que se gritaba en las tribunas cuando se disponรญa a marcar. Se lo notaba enfocado. Argentina puede llegar lejos.

Messi repetirรก lo suyo ante Irรกn en el segundo partido, aunque lo harรก con traje de salvador. El equipo ha sufrido y merece irse con las manos vacรญas de Belo Horizonte, pero Lionel saca una zurda de la galera en el minuto 91 que desata la locura y asegura la clasificaciรณn a octavos.

El argentino abandona el vestuario antes que sus compaรฑeros para retirar el premio que otorga la FIFA al Jugador del Partido y, casualidades del destino, lo encuentro en el pasillo. El caos reina en la escena, pero su gesto y mirada cรณmplices a la hora del saludo no admiten discusiรณn: el capitรกn sabe que podrรก escapar de rivales y partidos difรญciles, pero nunca del acecho y los fotรณgrafos.

โ€œNo suelo llevarme bien con la derrota, pero aquella tarde no me fui con una mala sensaciรณn. Cuando un momento mรกgico de esos acontece, como ese gol, sabemos que el fรบtbol estรก vivoโ€, reconociรณ Carlos Queiroz, entrenador de los asiรกticos, en una entrevista a la FIFA en febrero de este aรฑo.

Y agregรณ: โ€œMessi no deberรญa estar autorizado a jugar por la FIFA hasta que pruebe que es humanoโ€.

Afortunadamente para Alejandro Sabella, la FIFA no necesitรณ realizar ningรบn test y el Diez volviรณ a jugar en el รบltimo choque del grupo contra Nigeria: dos goles para el 3-2 final y puntaje ideal de cara a la siguiente ronda.

La foto que sueรฑa Messi parece tomar forma, aunque algunos nubarrones amenazan con desdibujarla al mejor estilo Back to The Future. Gonzalo Higuaรญn no estรก en forma tras sufrir una lesiรณn en Italia y Sergio Agรผero, su socio y amigo dentro y fuera de la cancha, es marginado por otra lesiรณn desde el partido inaugural.

Para Sabella, que armรณ un equipo ofensivo y plagado de estrellas, es hora de barajar y dar de nuevo.

El equipo es el otro
Consultado por la premisa que destacรณ a su equipo que llegรณ hasta la final de aquel torneo, Sabella no duda. โ€œEs simple: el equipo es el otro. Lo mรกs importante es dar, no recibir. Hay que dar todo por el compaรฑero en pos del colectivo. Eso es lo que me enorgullece de mis jugadoresโ€.

El primero en captar ese mensaje fue el mismo Messi que, ya sin dos de sus laderos fundamentales en ofensiva, resignรณ protagonismo de cara a la fase de eliminaciรณn directa. Argentina rearmรณ su juego en defensa: el corazรณn del equipo ya no estรก con Lionel pero sรญ con Javier Mascherano, quien planta bandera junto a los marcadores centrales.

Asรญ Argentina vence 1-0 a Suiza โ€“nueva apilada de Messi para el agรณnico gol de Di Marรญa en el alargue- y a Bรฉlgica, gracias al primer y รบnico tanto de Higuain en el certamen. Los sudamericanos ya no brillan pero logran el cometido de avanzar a su primera semifinal en 24 aรฑos. Sรญ, la รบltima vez que la albiceleste llegรณ a esa instancia el dorsal nรบmero 10 pertenecรญa a un tal Diego Maradona mientras Messi, en algรบn rincรณn de Rosario, se paseaba con paรฑales.

Brasil 2014 estรก lleno de historias para contar pero el 8 de julio llega, posiblemente, la mรกs impactante de todas. El equipo argentino se prepara para entrenar en Sao Paulo de cara a la semifinal ante Holanda aunque, de reojo, se mira el primer tiempo del esperado Brasil-Alemania.

Nadie da crรฉdito a lo que exhibe la pantalla. โ€œEsperรกbamos un partido cerrado con dos grandes selecciones. No creรญamos que Alemania estuviera arriba por tres o cuatro goles en apenas 25 minutosโ€, reconoce actualmente el rosarino. El 7-1 final sacude al mundo del fรบtbol y a los brasileรฑos que seguirรกn el torneo con una sola motivaciรณn: presenciar la coronaciรณn de un nuevo campeรณn que no sea Argentina.

โ€œHolanda 8-0 Argentinaโ€, clama โ€“y sueรฑa- una bandera brasileรฑa camino al estadio para presenciar la segunda semifinal. Sin embargo, Mascherano y Sergio Romero tienen otros planes. El arco argentino se mantiene inexpugnable y, en los penales, los sudamericanos se aseguran un angustioso pase a la final. Maxi Rodrรญguez convierte el remate decisivo aunque las cรกmaras, una vez mรกs, se van con Messi y su festejo loco.

โ€œNo sรฉ si fue el momento mรกs feliz de mi carrera, pero representรณ una alegrรญa increรญble. Inexplicableโ€, me reconoce el rosarino seis meses mรกs tarde cuando le muestro las imรกgenes de aquella frรญa y lluviosa jornada en Sao Paulo. Alemania y el mundo aguardan en Rio de Janeiro.

Preparen, apunten, ยกflash!
El sรญndrome de Estocolmo se define como una reacciรณn psicolรณgica en la que las vรญctimas de un secuestro desarrollan una relaciรณn de complicidad y un fuerte vรญnculo afectivo con sus captores. La falta de violencia fรญsica por parte de los agresores, cuentan los que saben, suele llevar a esta malinterpretaciรณn.

Lo sรฉ. El fรบtbol y los hechos policiales deberรญan ir por distintos caminos. Pero lo exhibido por los brasileรฑos a apenas cinco dรญas de padecer un humillante 1-7 frente a los alemanes se asemeja bastante a aquella definiciรณn: banderas combinando los colores de ambas naciones, incluso los colores germanos pintados en sus rostros, invaden las tribunas de un Maracanรก que llamativamente no ha alojado ningรบn partido de la selecciรณn local.

Disfrazada y dolorida, la torcida llega a su templo con un solo deseo: que Messi no termine por arruinar el torneo que tanto ha preparado el paรญs durante los รบltimos siete aรฑos. Al costado del campo de juego, apiรฑados como manada, mรกs de 300 fotรณgrafos acreditados esperan por la salida de los equipos mientras Messi, sorprendido, abraza a Carles Puyol en el tรบnel. El espaรฑol ha sido designado por la FIFA para presentar la copa en el campo de juego y desea suerte a su amigo que, sonriente, parece relajado.

El partido comienza, sin embargo, a cara de perro. Alemania es peligrosa pero Argentina contragolpea con fuerza. Higuain falla un mano a mano insรณlito y luego convierte, aunque su tanto es anulado por fuera de juego. Messi pelea y conduce, pero no puede con los nervios: antes de que finalice el primer tiempo vomita en el centro del campo. Las cรกmaras, vigilantes, lo siguen y exponen.

El complemento se inicia con un claro mano a mano del rosarino con Manuel Neuer desde una posiciรณn en la que ha marcado no menos que tres o cuatro decenas de goles en los รบltimos dos aรฑos. Pero el pie izquierdo se abre de mรกs. Y la pelota tambiรฉn. El partido sigue 0-0.

โ€œNos vamos a arrepentir toda la vida de los goles que no pudimos convertirโ€, me confesarรก cuando le muestre esa acciรณn unos meses despuรฉs.

El partido se val al alargue y Rodrigo Palacio despilfarrarรก otra opciรณn insรณlita cara a cara con Neuer. En finales, Alemania no suele perdonar esos errores: a minutos de llegar a los penales Mario Gรถtze, que reemplazรณ a Miroslav Klose โ€“mรกximo goleador histรณrico en el torneo-, marcarรก el tanto decisivo que otorgarรก el trofeo a los europeos.

Todo es confusiรณn en el Maracanรก. Miles de brasileรฑos se abrazan junto a los alemanes con el pitido final del italiano Nicola Rizzoli. Messi no encuentra consuelo y recibe el Balรณn de Oro al mejor jugador del certamen con desgano. Algunos cuestionarรกn la decisiรณn, pero quรฉ mรกs da.

Los alemanes siguen con sus festejos a la espera del llamado desde el podio mientras el rosarino deambula perdido cerca del trofeo. A metros de la escena, el fotรณgrafo chino Bao Tailiang, del Chengdu Economic Daily, logra lo que nadie: capturar a un Messi solitario entre la multitud. Sรญ; pese a encontrarse ante los ojos de 75.000 personas, Messi estรก solo. Fรญsica y mentalmente solo. Y clic. La foto del argentino y el trofeo es ya una realidad, aunque dista โ€“y mucho- de la que habรญa imaginado meses atrรกs.

โ€œCuando uno pasa tan cerca del trofeo y no lo puede tocar, sabiendo lo que ha costado llegar hasta ahรญ es muy duro. Durรญsimoโ€, aclara el rosarino sin querer recordar el momento de la foto. Esa que lo muestra sin capucha, disfraz ni gloria. Una imagen que ganarรก, vaya paradoja, el premio World Press Photo a la mejor del aรฑo. Una instantรกnea a la que Messi, un verdadero Houdini en la cancha , ya no podrรก escapar.

Las entrevistas con Lionel Messi mencionadas en el texto se produjeron en enero de 2014 y enero de 2015 en Zรบrich, ambas en el marco de la Gala del Balรณn de Oro de la FIFA.

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