A principios de semana, uno de los capitanes del Barcelona, Gerard Piquรฉ, comentaba lo siguiente acerca de su entrenador: โEn el vestuario apoyamos a muerte a Luis Enrique, no hay que olvidar que cuando llegรณ estรกbamos en la mierda (sic) y con รฉl ganamos el tripleteโ. Hay dos cuestiones que subyacen a la afirmaciรณn y que hay que comprobar antes de seguir adelante: hasta quรฉ punto el Barcelona realmente โestaba en la mierdaโ cuando llegรณ Luis Enrique y hasta quรฉ punto no vuelve a estarlo apenas tres aรฑos despuรฉs, por muchos tรญtulos que se hayan ganado por el camino.
Empecemos por el segundo punto: el Barcelona estรก en su peor momento institucional y deportivo desde la marcha de Figo en 2000. El caos es absoluto. ยฟTiene la culpa Luis Enrique de que el club estรฉ bajo el escrutinio de la Audiencia Nacional, que donde antes ponรญa UNICEF ahora ponga QATAR o que se hayan pagado millonadas por jugadores mediocres? No, desde luego. El problema viene de mรกs arriba. Extraรฑa, sin embargo, la facilidad con la que el asturiano ha desarmado todo un proyecto que parecรญa encarrilado y que se basaba en ciertas premisas innegociables: dominio del balรณn, juego de posiciรณn, presiรณn constante al rival y confianza en la cantera para garantizar la continuidad de la idea.
Todo eso ha desaparecido y no ha desaparecido este aรฑo. El proceso viene de lejos, probablemente de esa รบltima temporada de Guardiola en la que llegaron Alexis Sรกnchez y Cesc Fรกbregas, dos jugadores con problemas de regularidad y asociaciรณn pero con el pedigrรญ de โla llegadaโ, ese concepto tan difuso. En cualquier caso, Luis Enrique lo ha acelerado todo: ha llenado el centro del campo de medianรญas, ha renunciado en muchas ocasiones al balรณn para fiarlo todo al contraataque y ha descolocado al equipo de tal manera que la presiรณn siempre llega tarde o no llega, convirtiendo a Busquets, el mejor centrocampista de la dรฉcada, en un jugador torpe y vulgar.
Ademรกs, ha hecho todo esto desatendiendo por completo a la cantera. Es extraรฑo en alguien que entrenรณ varias temporadas al filial del Barcelona, uno de los motivos por los cuales fue elegido como sustituto del Tata Martino en 2014. La descomposiciรณn de las categorรญas inferiores del Barcelona es sangrante y, de nuevo, es un problema de organizaciรณn que viene de arriba: es mรกs fรกcil pagar treinta millones por Alcรกcer, cuarenta por Andrรฉ Gomes o ni se sabe cuรกnto por Luis Suรกrez o por Neymar que trabajar con los jรณvenes y formarles adecuadamente. El Barcelona se llenรณ la boca durante un lustro con aquello del โcantera contra carteraโ mientras La Masรญa copaba entregas del Balรณn de Oro, pero de aquello ya no queda nada.
En ese sentido, mรกs allรก del 4-0 de Parรญs y de la desventaja acumulada en la liga con respecto al Madrid, que aรบn estรก por ver de cuรกntos puntos serรก cuando los blancos juegue su partido aplazado ante el Celta, el equipo โestรก en la mierdaโ. No juega a nada, lo fรญa todo a que sus tres delanteros marquen ciento veinte goles por temporada y sus partidos son un suplicio. En ese sentido, estรก mucho peor que en 2014, por muy mal recuerdo que Piquรฉ tenga de aquel aรฑo sin tรญtulos, el รบnico desde su regreso a Barcelona en 2008.
Todo esto nos lleva, inevitablemente, a la primera cuestiรณn planteada por el capitรกn: ยฟEstaba el Barรงa tan mal en 2014?, ยฟera un equipo destrozado y sin futuro? Bueno, obviamente habรญa detalles que no invitaban al optimismo: de entrada era un equipo con los vicios propios de llevar tantas temporadas jugando con casi los mismos jugadores. Cesc se habรญa convertido en un gran problema y la ausencia de Thiago, a quien la directiva no puso empeรฑo alguno en renovar en su momento, comprometรญa la sucesiรณn de Xavi como referente en el centro del campo. Iniesta ya andaba por los treinta aรฑos y con muchas responsabilidades encima, aparte de un preocupante historial de lesiones.
En cualquier caso, los problemas deportivos casi eran los menos: Martino no aportรณ nada bueno al Barcelona pero al menos no alterรณ la idea de juego. El Barcelona era, mรกs o menos y con cierta torpeza, el mismo de Guardiola y Vilanova. Perdiรณ la liga en el รบltimo partido y solo cediรณ en el minuto 85 de la final de Copa ante un Real Madrid que meses despuรฉs se coronarรญa campeรณn de Europa. No es como perder 4-0 en octavos de final de la Champions o sufrir para ganarle de penalti al Leganรฉs, desde luego.
La cuestiรณn era mental. En 2014, el club ya estaba al borde del ataque de nervios: Martino llegรณ al banquillo como soluciรณn de emergencia, sin tiempo para preparar nada, despuรฉs de que se confirmara la recidiva en el cรกncer de Tito Vilanova. Aquello fue un mazazo para la plantilla como lo fue su fallecimiento en mitad de la temporada. No quedรณ ahรญ la cosa: el lรญder del vestuario, Puyol se retirรณ aquel verano entre dolores, y Messi encadenรณ una lesiรณn muscular tras otra mientras la prensa le acusaba de โreservarse para ganar el Mundial con Argentinaโ. Por si eso fuera poco, el presidente que le trajo โSandro Rosell- tuvo que dimitir a los pocos meses, envuelto en varios escรกndalos, incluido el fichaje indebido de menores de edad y el caso Neymar, que aรบn sigue en los tribunales tres aรฑos despuรฉs.
Con todo eso detrรกs, a sumar el pรฉsimo momento de forma del propio Piquรฉ, llegar donde llegรณ Martino parece casi heroico. De cualquier forma, su continuidad era inviable. Ahora bien, el equipo seguรญa teniendo a Xavi a un nivel aceptable, tenรญa una idea de juego, tenรญa un grupo de jugadores en plena madurez y, sobre todo, tenรญa en la recรกmara a un jugador superlativo como Luis Suรกrez, sin el que no se entienden los tรญtulos que ha conseguido sumar estos aรฑos el Barcelona pese a no jugar prรกcticamente a nada. De hecho, si Piquรฉ hubiera cambiado โLuis Enriqueโ por โLuis Suรกrezโ en sus polรฉmicas declaraciones, igual habrรญa estado mรกs cerca de la verdad.
Porque lo que ha hecho Luis Enrique ha sido gestionar, sin mรกs. Con toda la arrogancia del mundo y cierta displicencia. Se ha olvidado de retรณricas y ha ido a lo prรกctico: tengo a tres superestrellas delante y tengo que surtirles de balones al espacio, donde rinden. Llegar poco pero llegar bien y, en defensa, que sea lo que dios quiera. Ya estuvo a punto de no funcionar el primer aรฑo, cuando despuรฉs de perder en Anoeta en liga todos los medios coincidieron en que tenรญa medio pie en la calle… pero la cacareada โMSNโ (el acrรณnimo periodรญstico para referirse a la delantera formada por Messi, Suรกrez y Neymar) junto a unos excelentes Xavi y Rakitic recondujeron la situaciรณn en poco mรกs de tres meses y la cosa acabรณ ni mรกs ni menos que en un triplete Liga-Copa-Champions que ocultaba todas las miserias.
La marcha de Xavi a Catar sin sustituto alguno hizo que el juego empeorara un poco mรกs al aรฑo siguiente. No se notรณ por lo de siempre: el equipo seguรญa ganando sin preguntarse cรณmo. Ganรณ, ganรณ y ganรณ hasta que empezรณ a perder. De repente, cuando Messi dejaba de ser un dios o Luis Suรกrez no se inventaba un par de goles, el Atleti te eliminaba de la Champions o encadenabas cinco jornadas sin ganar en liga. Hay que recordar que aquel Barรงa estuvo al borde de ceder una ventaja de doce puntos y acabรณ haciรฉndose con el tรญtulo en la รบltima jornada. En la Copa, solo pudo imponerse al Sevilla tras una prรณrroga agรณnica.
Aquello no eran sรญntomas ni indicios, aquello era el despliegue de una enfermedad. ยฟEra necesario llegar a ese punto? No estรก tan claro. Ningรบn equipo gana siempre y el Barcelona no iba a ser una excepciรณn. Jugadores como Dani Alves se han ido sin que se haya buscado un sustituto en el mercado mejor que Aleix Vidal. De la cantera, insisto, no sabemos nada. La idea de control en el medio campo para el entrenador es juntar a Gomes, Dennis Suรกrez y Arda Turรกn y que tiren para adelante. Un continuo arriba y abajo sin control en el que cualquier equipo que da tres pases seguidos te acaba descolocando.
Parece que Luis Enrique y la directiva se han centrado tanto en sobrevivir en medio del ruido que se han olvidado de proyectar un futuro. No ha habido un mensaje de calma, de prudencia, de tranquilidad. Al contrario, todo han sido conspiraciones y ultrajes: de la LFP, de la RFEF, de los รกrbitros, de la UEFA que manipula los sorteos… Todos contra el Barcelona olvidando que el Barcelona se estaba autodestruyendo. No, esto no era necesario. Cuando Roura perdiรณ 4-0 en Munich, saliรณ a sala de prensa hundido por la culpa y la vergรผenza. Cuando Martino acabรณ su temporada sin tรญtulos, hizo las maletas y se marchรณ sin una mala palabra. Ahora, sin embargo, el director tรฉcnico se recrea, retador, en los รฉxitos del pasado, como si lo justificaran todo. Quien a resultados vive, a resultados muere, parece olvidar. Perder es parte del juego. Despreciar lo que te ha hecho grande es de una ceguera histรณrica que tarde o temprano el Barcelona habrรก de pagar.
(Madrid, 1977) es escritor y licenciado en filosofรญa. Autor de varios libros sobre deporte, lleva aรฑos colaborando en diversos medios culturales intentando darle al juego una dimensiรณn narrativa que vaya mรกs allรก del exabrupto apasionado.