Ilustraciรณn: Manuel Monroy

Lo que no se puede decir

Las expresiones intraducibles, los pactos de confidencialidad o la familiaridad de un rostro son prueba de que no todo estรก al alcance de las palabras. โ€œPodemos saber mรกs de lo que podemos decirโ€, afirma Polanyi.
Aร‘ADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Hay formas de comunicaciรณn anteriores al habla. Las cรฉlulas se comunican. Los pรกjaros y las ballenas cantan. Los peces de un cardumen actรบan coordinadamente. Tambiรฉn los animales que acechan una presa.

Hay circunstancias fรญsicas en las cuales no se puede decir ni pรญo, excepto a seรฑas. Por ejemplo, al bucear.

Hay nombres que no se pueden decir. โ€œNo pronunciarรกs el nombre de Yahvรฉ, tu Dios, en falsoโ€ (ร‰xodo 20, Biblia de Jerusalรฉn) es un mandamiento que derivรณ en no decirlo jamรกs.

Sรณcrates fue acusado de impiedad: dar a los jรณvenes el mal ejemplo de decir lo que no se podรญa decir, de cuestionarlo todo.

La imprenta multiplicรณ los cuestionamientos. Mariano Josรฉ de Larra transcribe parte del reglamento a la censura de periรณdicos espaรฑoles en 1834 (โ€œLo que no se puede decir, no se debe decirโ€).

Juan Rico y Amat (Diccionario de los polรญticos, 1855): Libertad de imprenta es la โ€œfacultad de escribir a gusto del gobiernoโ€ y censura la โ€œcirugรญa del hospital ministerialโ€.

La radio, el cine y la televisiรณn resultaron mรกs peligrosos, porque llegan hasta los que no saben leer. Pero, a diferencia de la murmuraciรณn, que es incontrolable, las nuevas tecnologรญas facilitaron la censura: el control de lo que no se puede decir. Aunque tambiรฉn dieron alas a la murmuraciรณn.

Orson Welles tuvo la creatividad de adaptar a la radio un episodio de la novela La guerra de los mundos de H. G. Wells como si fuera un noticiero, y asustรณ a los radioescuchas que creyeron en la supuesta noticia de una invasiรณn de marcianos. Involuntariamente, legitimรณ la censura.

En la web, como no hay (ni puede fรกcilmente haber, ni es deseable que haya) censura previa, circulan impunemente murmuraciones de la peor especie.

En algunas lenguas, los nรบmeros se reducen a uno, dos, tres, cuatro y muchos. No se puede decir 27.

Hay nรบmeros que no se pueden decir, porque son interminables. Por ejemplo: 0.333, etc. (un tercio, โ…“); 1.4142, etc. (raรญz de dos, โˆš2); 3.1415, etc. (pi, ฯ€); 2.7182, etc. (nรบmero de Euler, e).

Hay cosas que se pueden decir en un idioma, pero no en otros. Lo que en portuguรฉs se llama saudade es universal, pero no se puede decir tan simplemente en otras lenguas: aรฑoranza melancรณlica, sentimiento de soledad, deseo de retorno imposible, pesadumbre deliciosa.

En espaรฑol no se podรญa decir lo que en alemรกn se dice Erlebnis hasta que Ortega y Gasset inventรณ la palabra vivencia.

Hay cosas que no se pueden decir por cortesรญa. โ€œNo hablemos jamรกs en una reuniรณn sobre materias que no estรกn al alcance de todos los que nos oyen, ni menos usemos de palabras o frases misteriosas con determinadas personas, ni hablemos a nadie en un idioma que no entiendan los demรกsโ€ (Manuel Antonio Carreรฑo, Manual de urbanidad y buenas maneras).

La autocensura puede tambiรฉn ser generosa cuando decir algo a una persona puede hacerle daรฑo.

โ€œHay formas de callar sin cerrar el corazรณn; de ser discreto, sin ser sombrรญo y taciturno; de ocultar algunas verdades, sin cubrirlas de mentirasโ€ (Abate Dinouart, El arte de callar, 1771, traducciรณn de Mauro Armiรฑo).

No se puede decir lo que estรก sujeto al secreto profesional, gremial, industrial, de confesiรณn, familiar, amistoso; y a los pactos de confidencialidad.

No se puede decir todo, porque es imposible. Y porque no interesa. Voltaire (โ€œSexto discursoโ€): โ€œDesgraciado el autor que siempre quiere instruir. Decirlo todo es el secreto de aburrir.โ€

โ€œPodemos saber mรกs de lo que podemos decir.โ€ (Michael Polanyi, The tacit dimension). Por ejemplo: no se puede decir un rostro, pero se puede reconocer de golpe, o a medida que surge de un retrato hablado.

No se puede decir lo que eres. Quien quiera definirte puede ir acumulando caracterรญsticas que no dicen lo que eres y corresponden tambiรฉn a otras personas (Aristรณteles, Metafรญsica). Esto no solo porque cada persona es รบnica, cada รกlamo estรก en el mismo caso.

Podemos definir al ser humano en general o tal especie de รกlamos, pero no esta persona ni este รกlamo. La observaciรณn de Aristรณteles fue resumida en la Edad Media como Individuum est ineffabile.

De los รกlamos que menea el aire, podemos guardar un recuerdo en la memoria, escribir una canciรณn, pintar un cuadro. Tambiรฉn podemos dar definiciones que distingan especies de รกlamos. Pero este รกlamo que estamos viendo es inagotable. ยฟQuรฉ podemos decir? Es indecible, inefable.

Anoche un fresno

a punto de decirme

algo โ€“callรณse.

(Octavio Paz)

No se puede decir el arrobamiento enamorado: Me ha dejado โ€œmuriendo un no sรฉ quรฉ que quedan balbuciendoโ€ (San Juan de la Cruz).

Lo que no digo estรก mรกs allรก de las palabras, tampoco en el pincel deja ninguna huella (Dรดgen, siglo XIII, traducciรณn de Aurelio Asiain).

La afirmaciรณn final del Tractatus logico-philosophicus de Wittgenstein dice famosamente: De lo que no se puede hablar, callar. ~

+ posts

(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.


    ×

    Selecciona el paรญs o regiรณn donde quieres recibir tu revista: