Naipaul: el verdadero globalista

Con la muerte de V. S. Naipaul, el mundo ha perdido a uno de los mejores escritores de nuestra รฉpoca, y tambiรฉn a un perfecto ciudadano de ninguna parte.
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La primera vez que lees a V. S. Naipaul es como conocer el hielo (por aludir a otro de mis escritores favoritos). No lo olvidas nunca. Leรญ a V. S. por primera vez cuando viajรฉ a la India a principios de los ochenta. Cometรญ el error de comenzar por La civilizaciรณn perdida. No recuerdo si mis amigos indios me lo recomendaron o si simplemente leรญ sobre รฉl en los periรณdicos, o quizรก solo me topรฉ con el libro en una librerรญa y lo comprรฉ. Sรฉ, sin embargo, que no habรญa oรญdo hablar de Naipaul antes.

Leรญ el libro mientras estaba en Delhi y Bombay y me asustรณ y quitรณ las esperanzas. No era naรญf (ni siquiera de joven). No era un alma bella. Pero sentรญ que el libro, que explicaba los fallos de la India, era profunda y radicalmente desalentador. No se podรญa hacer nada para mejorar la vida de la gente por mucho que quisieras: cualquier esfuerzo estaba destinado al fracaso, o se quedarรญa en nada o incluso podrรญa convertirse en lo opuesto. Era un milagro incluso que India existiera: asรญ de desesperanzado era. Naipaul cambiarรญa sus ideas mรกs adelante (en Tras un millรณn de motines), pero lo que quiero comentar no es si tenรญa o no razรณn entonces sobre la India, sino que se trataba de un escritor con una habilidad poco comรบn de condensar con palabras unas emociones que no te abandonaban en dรญas.

Finalmente, tuve que dejar de leer el libro mientras estaba en la India. Me pasรณ algo asรญ solo una vez mรกs en la vida. Cuando estuve en Yibuti a principios de los noventa, sin sospechar nada, me comprรฉ en Belgrado un breve libro que era la tesis doctoral de Ivo Andriฤ‡ sobre el mandato otomano en Bosnia. La crudeza de la descripciรณn de ese dominio en un libro de no ficciรณn (el รบnico de Andriฤ‡ de no ficciรณn) era tan potente que decidรญ dejar de leer, ya que temรญa que pudiera influir en mis relaciones con la gente de Yibuti, que es mayoritariamente musulmana.

Seguรญ leyendo a Naipaul despuรฉs de haber estado en la India. Creo que leรญ casi toda su no ficciรณn, pero no mucha de su ficciรณn (solo Una casa para Mr. Biswas y Media vida). Me encantaron todos sus libros; mucho despuรฉs de haber olvidado muchos detalles, recuerdo alguna una observaciรณn ingeniosa. Puedo incluso recitar algunas de ellas ahora. Cuando Naipaul muriรณ en agosto pensรฉ que el mundo quizรก habรญa perdido a su mejor escritor.

Pero no tenรญa la intenciรณn de pensar mucho en รฉl, ni estaba planeando leer otros libros suyos. Sin embargo, hace dos semanas, en Washington, encontrรฉ en una librerรญa de segunda mano un ejemplar muy bien conservada de La sombra de Naipaul. Biografรญa de una amistad, de Paul Theroux. El libro me llamรณ la atenciรณn porque en su interior habรญa una fotografรญa de un joven Paul Theroux con una advertencia que no he visto en ningรบn otro libro. Decรญa que la foto podรญa usarse รบnicamente para ilustrar las reseรฑas del libro y que no podรญa tener otro uso. No se me ocurre una orden para el lector mรกs extraรฑa de imaginar.

El libro de Theroux es excelente. No conocรญa la escritura de Theroux (leรญ hace muchos aรฑos uno o dos ensayos suyos en The New Yorker o The New York Review of Books). Su libro es amable (sรญ, de verdad lo creo) y fascinante, y trata de su amistad con un individuo tan extraรฑo como V. S. Naipaul. Desembocรณ en la ruptura de su relaciรณn. Es difรญcil, incluso siendo un admirador de Naipaul, decir que el libro era injusto con รฉl, con la excepciรณn de un capรญtulo en el que Theroux, de manera totalmente innecesaria, repite un cotilleo sobre Naipaul del que no ha sido testigo. Theroux se describe a sรญ mismo en muchas ocasiones como un discรญpulo de Naipaul y afirma que se ha beneficiado enormemente de sus comentarios literarios y conocimiento, incluso despuรฉs de que ambos consiguieran cierta fama y cuando la diferencia de edad (menos de diez aรฑos) ya no era tan importante en comparaciรณn con la primera vez que se vieron en Kenia, cuando Theroux tenรญa poco mรกs de veinte aรฑos.

Desde una perspectiva moral muy burguesa, uno podrรญa criticar a Theroux por revelar opiniones dichas en privado o confidencias que no querrรญamos ver de nuevo, especialmente en papel. (Aunque con V. S., que tenรญa una faceta obviamente exhibicionista, no queda claro que de verdad no quisiera que se hicieran pรบblicas algunas de las cosas que dijo.)

Pero las reglas de los simples mortales son diferentes de las reglas de los grandes hombres. Lo que podrรญa considerarse una indiscreciรณn en una relaciรณn ordinaria es, en este caso, (quizรก) algo motivado por la necesidad de describir a uno de los escritores mรกs importantes de nuestra รฉpoca y su forma de ser. Y el personaje peculiar de Naipaul, solitario, infantil, complejo, profundamente egocรฉntrico y egoรญsta, es un tema muy literario, tanto que el libro puede leerse como la descripciรณn de una amistad real o como una obra de ficciรณn.

El propio Naipaul puede atraernos por esos mismos motivos: las acciones privadas de gente notable no pueden juzgarse con la misma vara que usamos en nuestra vida cotidiana. Su manera de tratar a sus dos esposas y compaรฑeras es cruel y surge de una insensibilidad y un egoรญsmo. Pero cuando leemos Ana Karenina de Tolstรณi, ยฟpensamos en cรณmo el autor tratรณ a Sofรญa? Cuando leemos a Kafka, ยฟpensamos en que el dรญa de despuรฉs de su fiesta de compromiso matrimonial con Felice Bauer, frente a toda su familia, decidiรณ cancelar la boda? Cuando leemos a Naipaul ya no pensamos mรกs en cรณmo tratรณ a Pat Naipaul y Margaret Gooding. Hay una cuestiรณn de desigualdad de gรฉnero de la que Naipaul no es el รบnico ejemplo. ยฟQuiรฉn le hacรญa la cena a Adam Smith? ยฟY quiรฉn cuidaba de los hijos de Karl Marx, incluido el que concibiรณ con la criada de la familia? Por otra parte, podrรญa decirse no solo que sin sus dos esposas Naipaul no habrรญa llegado a ser quien fue (que es una observaciรณn muy convencional), sino que โ€“de manera mรกs radicalโ€“ si no las hubiera tratado de esa manera tan horrible no habrรญa escrito los libros que escribiรณ.

Casi al final de su vida, Naipaul se habรญa convertido en una caricatura de todo lo que odiaba de joven. Recibiรณ una Orden del Imperio Britรกnico (OBE) y se convirtiรณ en Sir Vidia; viajaba acompaรฑado de embajadores, polรญticos y magnates; viajaba no como una persona ordinaria sino como presidente de la Repรบblica de Letras; festejaba, bebรญa y comรญa gratis. Ni siquiera tenรญa que hacer como que no se daba cuenta de que traรญan la cuenta del restaurante, como hacรญa de joven y cuando era mรกs pobre y estaba asociado con Theroux.

Pero fue tambiรฉn uno de los escritores mรกs formidables de la segunda mitad del siglo XX, un hombre que saliรณ de la profunda pobreza y el mundo de la periferia y alcanzรณ la cima. Como Kafka es imposible clasificar a Naipaul en uno de nuestros nichos comunes: no era ni de Trinidad, ni indio, ni britรกnico, ni hindรบ, ni religioso, ni ateo. Era un perfecto ciudadano de ninguna parte. Un verdadero globalista.

*Branko Milanovic publicรณ este post originalmente en su blog Globalinequality. 

 

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Branko Milanovic es economista. Su libro mรกs reciente en espaรฑol es "Miradas sobre la desigualdad. De la Revoluciรณn francesa al final de la guerra frรญa" (Taurus, 2024).


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