The Joshua Tree cumple treinta aรฑos. Supongo que el lector lo conoce. Si no, puede escucharlo ahora, o dejarse sorprender por el peso aplastante de las cifras: es el disco mรกs vendido de U2, con 25 millones de copias. En el 87 ocupรณ el primer lugar en las listas de Estados Unidos, el Reino Unido, Canadรก y Nueva Zelanda (pero apenas alcanzรณ el tercer lugar en Australia). En 2006 fue considerado el mejor รกlbum de los 80 por la revista Q, y el vigesimosรฉptimo de los mejores 500 de la historia por la Rolling Stone en 2012. Cuando la gente todavรญa coleccionaba discos, este era uno de los indispensables.
Cifras aparte, hay quien lo considera el mejor disco de U2. No comparto tal apreciaciรณn: a mi parecer, es Achtung Baby (1991). Pero The Joshua Tree me parece estupendo: combina potencia, emotividad y algo de esa cursilerรญa propia de los bailes nupciales.
U2 ha decidido celebrar las tres dรฉcadas del disco con una gira por Estados Unidos y Europa en la cual lo tocarรกn en su totalidad por primera vez. Tal parece que los mueve algo mรกs que la pura nostalgia. En una entrevista que concediรณ a Rolling Stone, el guitarrista The Edge explicรณ que este aรฑo iban a lanzar su prรณximo รกlbum, Songs of Experience, pero la elecciรณn de Donald Trump los hizo cambiar de parecer, porque las canciones de ese disco estaban pensadas para un mundo que cambiรณ en 2016. โEs como si un pรฉndulo haya oscilado en otra direcciรณnโ, dijo. De cara al aniversario de The Joshua Tree, โempezamos a darnos cuenta de algo mรกs: que extraรฑamente, las cosas han dado una vuelta completa, de alguna manera. Ese disco fue escrito a mediados de los ochenta, en plena era de Reagan y Thatcher. Fue un periodo de mucha agitaciรณn. Thatcher estaba tratando de aplastar la huelga minera, y habรญa toda clase de problemas en Centroamรฉrica. Y de algรบn modo parece que hemos vuelto a ese punto. No creo que ninguno de nuestros discos haya hecho ese recorrido circular. Para nosotros fue decir โvaya, estas canciones tienen un nuevo sentido y una nueva resonancia que no tenรญan hace tres, cuatro aรฑosโโ.
Y de tal forma, decidieron dejar en pausa los trabajos del nuevo disco para celebrar uno viejo que, a su consideraciรณn, โaรบn parece relevanteโ.
Para entender cuรกl es la posible relevancia de este disco, hay que remontarse a su origen. A mediados de los 80, U2 ya era muy famoso en Europa, pero no en Estados Unidos. The Joshua Tree fue el disco con el que invadieron el extenso paรญs del norte, desde los desiertos del sur hasta las planicies del Medio Oeste y las salvajes costas de Nueva Inglaterra. Hacรญa poco que Bono habรญa conocido el blues de la mano de Keith Richards, y convenciรณ a sus compaรฑeros de banda de dejar de lado la frialdad europea del postpunk e imbuirse con los cรกlidos sonidos del delta del Misisipi.
Ya eran una banda polรญtica, en el sentido de que tenรญan letras que hablaban de la guerra en Irlanda y de la siempre urgente necesidad de la paz, pero como parte de su esfuerzo por cruzar el Atlรกntico ampliaron el espectro de sus preocupaciones. The Joshua Tree serรญa un disco para la era de Reagan y Thatcher.
Pongamos como ejemplo โBullet the Blue Skyโ, que describe un bombardeo aรฉreo:
In the howling wind comes a stinging rain
See it driving nails
Into the souls on the tree of pain
No es claro quiรฉn perpetra el bombardeo, pero sรญ quiรฉn lo paga:
This guy comes up to me
His face red like a rose in a thorn bush
Like all the colors of a royal flush
And he’s peeling off those dollar bills
Slapping them down
One hundred, two hundred
And I can see those fighter planes
A pesar de que ese gringo rubicundo estรก pagando los bombarderos, las madres y los niรฑos que estรกn siendo bombardeados terminan corriendo
Into the arms
Of America
En el origen de esta canciรณn estรก la visita de Bono a El Salvador como parte de una misiรณn de Amnistรญa Internacional, en 1986. En esa visita presenciรณ un bombardeo aรฉreo y se dio cuenta de las consecuencias de la polรญtica exterior estadounidense. Otro de los temas del disco, โMothers of the Disappearedโ, estuvo inspirado en las Madres de Plaza de Mayo y las desapariciones en Centro y Sudamรฉrica:
In the wind we hear their laughter
In the rain we see their tears.
Hear their heartbeat, we hear their heartbeat.
Leรญdas en ese contexto, las letras reflejan la รฉpoca de Reagan. Pero son al mismo tiempo lo suficientemente ambiguas como para adaptarse bien a otros contextos, para denunciar cualquier atrocidad en cualquier momento de la historia. Durante la gira Zoo TV, del 91, tocaban โBullet the Blue Skyโ junto con imรกgenes de cruces ardientes, un sรญmbolo de martirio genรฉrico. En la gira Pop Mart, Bono se vestรญa de guerrillero centroamericano y se paseaba por el escenario con un paraguas con la bandera de Estados Unidos, en una suerte de caricatura del militante que habรญa sido diez aรฑos atrรกs. En la gira Elevation, de 2001, la misma canciรณn era antecedida por un clip de Charlton Heston y se transformaba asรญ en un alegato contra la cultura de las armas.
Los canciones de The Joshua Tree han funcionado, y seguirรกn funcionando, porque son atemporales e inespecรญficas, como un libro de frases cรฉlebres. Sirven para criticar a Kissinger y a Frank Underwood por igual.
ยฟCuรกl es entonces la โvuelta completaโ de la que habla The Edge? Tal vez la vuelta no la dio el disco, sino el grupo, y la decisiรณn de hacer una gira conmemorativa tiene razones mucho mรกs prosaicas. U2 no ha hecho un disco interesante en lo que va del siglo XXI. Su intento por escurrirse en los gustos de las nuevas generaciones entrando en sus iTunes por asalto no fue bien recibido.
En su vigรฉsimo aniversario, Daniel Lanois, uno de los productores, recordaba la grabaciรณn de The Joshua Tree:
โHabรญa un buen balance, y la dedicaciรณn era completa. Los decoradores no habรญan llegado, los autos no eran tan abundantes y las casas en Francia todavรญa no existรญan. No estoy criticando hasta dรณnde han llegado las cosas ni nada, pero cuando hablas de rock and roll, se trata mucho de subirse las mangas, estar ahรญ y buscar lo mejor de cada quiรฉn, y eso es lo que tenรญamos en ese momentoโ.
Puede que U2 ya tenga demasiado dinero y poco รญmpetu. Tal vez no harรกn un nuevo gran disco, pero poseen un extenso y valioso catรกlogo. Es lรณgico que, a falta de novedades, lo exploten. Y es cierto que oรญr completo The Joshua Tree en vivo no es un mal plan de sรกbado en la noche.
Como el mundo siempre ha sido un lugar terrible, y nada permite entrever que lo serรก menos en la era de Trump, U2 encontrarรก nuevas escenas de bombardeos โahรญ estรก Alepoโ para ilustrar sus alegorรญas antibรฉlicas. ยฟPero esto hace que el disco sea especialmente vigente en 2017? No: U2 ha decidido resucitarlo para ganar โยกcien! ยกdoscientos!โ millones de dรณlares en el siempre lucrativo mercado de la nostalgia. Y para este fin, nos harรกn creer que su mรบsica estรก mรกs viva que nunca.
es editor digital de Letras Libres.