Algunas de las historias mรกs fascinantes que cuenta Herรณdoto se acercan a lo inverosรญmil. Muchas son cuestionadas o tomadas por falsas por otros historiadores o incluso por รฉl mismo. Como ejemplo tenemos una versiรณn sobre el regreso de Jerjes a su tierra luego de que los griegos triunfan en Salamina. Cuando termina el relato, el propio Herรณdoto escribe que โpara mรญ resulta absolutamente inverosรญmilโ.
La anรฉcdota es esta: A Jerjes lo sorprende una tormenta cuando cruza el Helesponto en una embarcaciรณn fenicia. โLa tempestad iba empeorando y la nave se hallaba sobrecargada por la presencia en cubierta de muchos persasโ. Ante la angustia de Jerjes, el piloto le dice que la รบnica forma de que no se hunda la nave es โdesembarazarnos de estos pasajeros, que son demasiadosโ. Entonces Jerjes se dirige a esos pasajeros y les solicita โdevociรณn por su reyโ. Los persas le hacen una reverencia y se arrojan al mar.
Entonces relata Herรณdoto: โJerjes hizo lo siguiente: por haber salvado la vida del rey, obsequiรณ al piloto con una corona de oro; pero, por haber causado la muerte de numerosos persas, hizo que le cortaran la cabezaโ.
A Herรณdoto le parece inverosรญmil esta versiรณn porque, segรบn รฉl, Jerjes habrรญa querido salvar a esos persas y en cambio arrojar al mar a un buen nรบmero de remeros, que eran fenicios. Concluye diciendo que lo cierto es que Jerjes regresรณ a Asia por una ruta terrestre.
Con esta conclusiรณn nos acerca a la verdad, aunque tal verdad sea sosa. Ninguna emociรณn se despierta al decir โJerjes regresรณ por tierraโ. En cambio la tormenta marรญtima, la obediencia de los persas, verlos saltar al mar, el piloto coronado y luego decapitado, arman bonitas vibraciones en la cabeza y preguntas para la razรณn. Sรณcrates, que tantos cuestionamientos hizo sobre la justicia, habrรญa de dar su opiniรณn sobre el premio y castigo que se ganรณ el piloto. ยฟPor quรฉ primero lo premiรณ y luego lo castigรณ, y no al revรฉs? Si primero vino la falta y luego el mรฉrito, entonces debiรณ decapitarlo y luego coronar esa cabeza.
Cicerรณn escribe que la historia es โtestigo de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, heraldo del pasadoโ.
Cervantes le hace eco al escribir que la historia es madre de la verdad, asรญ como โรฉmula del tiempo, depรณsito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venirโ. Mรกs adelante, don Quijote, iracundo por los embustes que se cuentan sobre รฉl, dice que โlos historiadores que de mentiras se valen habรญan de ser quemados, como los que hacen moneda falsaโ. No sรฉ si la historia sea madre de la verdad o viceversa.
Sรญ resulta curioso que pese a la veracidad que debe entraรฑar la historia, haya tantos tรญtulos de libros que se refieran a la โverdadera historiaโ o a la โhistoria verdaderaโ.
De los epรญtetos ciceronianos, el que ha tenido mรกs eco es โmaestra de la vidaโ. Asรญ es que volvamos a una historia de Herรณdoto, la de Polรญcrates y su anillo.
El tal Polรญcrates era un rey al que todo le salรญa bien. El sabio Amasis le sugiere que se provoque a sรญ mismo una gran tristeza, porque no existe alguien que โpese a triunfar en todo, a la postre no haya acabado desgraciadamente sus dรญas, vรญctima de una radical desdichaโ. El objeto que mรกs amaba Polรญcrates era su anillo. Asรญ es que se embarcรณ y โal encontrarse lo suficientemente alejado de la isla, se quitรณ el anillo y lo arrojรณ al mar a la vista de todos los que con รฉl iban en la nave. Hecho lo cual, mandรณ virar en redondo y, al llegar a su palacio, dio rienda suelta a su tristezaโ.
Vino a suceder que cuatro o cinco dรญas despuรฉs se presenta ante รฉl un pescador: โMajestad, yo he cogido este pez y, aunque soy un hombre que vive del trabajo de sus manos, no he creรญdo oportuno llevarlo al mercado; al contrario, me ha parecido que era digno de ti y de tu posiciรณn. Por eso te lo traigo como un presenteโ. Los cocineros hallan el anillo de marras en el vientre del pescado y se lo entregan a Polรญcrates. Dado que la vida provoca equilibrios, tanta buena fortuna no significaba sino que a Polรญcrates le vendrรญa una magna desgracia.
En efecto, el venturoso Polรญcrates habrรญa de encontrar una espantosa muerte en manos de Oretes, tal vez desollado. Asรญ lo cuenta Herรณdoto: โOretes lo hizo matar de un modo que, en conciencia, no puede ni contarse, y luego mandรณ crucificarloโ. Sus รบltimas palabras sobre el crucificado son mรกs onรญricas: โEra lavado por Zeus cada vez que llovรญa, y asimismo era ungido por el Sol, al dejar escapar los humores de su cuerpoโ.
Hay muchos toques de leyenda en esta narraciรณn. Que el anillo llegue al vientre de un pez, que ese pez sea pescado a los pocos dรญas, que el pescador decida precisamente ir a regalรกrselo al rey, queโฆ Y sin embargo, en este y otros inverosรญmiles relatos habla con mรกs fuerza la โmaestra de la vidaโ, que en mucha โhistoria verdaderaโ. ~
(Monterrey, 1961) es escritor. Fue ganador del Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 2017 por su novela Olegaroy.