En Candilejas, la รบnica pelรญcula de Charlie Chaplin que recibiรณ un รscar (a la mejor banda sonora), un payaso alcohรณlico sufre un largo declive. Tras haber sido una gran estrella, el personaje de Calvero (interpretado por Chaplin) se ve enfrentado a la indiferencia del gran pรบblico y a una crisis de confianza. Tras una serie de historias con una chica a la que saca de la ruina, Calvero vuelve a los escenarios junto a un viejo compaรฑero, al que interpreta Buster Keaton. A pesar de que la actuaciรณn es un รฉxito, Calvero muere poco despuรฉs de un ataque al corazรณn. Candilejas es considerada una de las pelรญculas mรกs personales de Chaplin. Mezcla continuamente humor y drama y ofrece un mensaje ambivalente sobre la vida de los payasos: muchas de las personas que nos hacen felices estรกn podridas por dentro y son esclavas de un รฉxito fugaz que puede acabar en cualquier momento. Segรบn David Robinson, biรณgrafo de Chaplin, Candilejas estรก basada en un payaso espaรฑol al que conociรณ Chaplin en sus inicios londinenses: Marcelino Orbรฉs. El oscense Vรญctor Casanova Abรณs, en un libro meticuloso y sentido, ha recogido la historia del singular Marcelino, โun antiguo payaso que viviรณ tiempos mejoresโ.
Marcelino. Muerte y vida de un payaso (Editorial Pregunta, 2017) tiene una doble trama. Por un lado, el libro es una biografรญa de Marcelino que sirve tambiรฉn como homenaje a una generaciรณn olvidada de payasos y artistas de circo. En este sentido, el libro es complementario a la biografรญa que Mariano Garcรญa, al que Casanova Abรณs cita en varias ocasiones, realizรณ sobre el payaso (Marcelino: el mejor payaso del mundo, Mira editores, 2017). Empezando por el solitario suicidio del payaso en el Hotel Mansfield de Manhattan, Casanova Abรณs recorre los recovecos de una vida que tuvo momentos estelares (como las cรฉlebres actuaciones de Marcelino en el teatro Hippodrome en Londres y Nueva York) y sombrรญos (su relaciรณn con su esposa, a la que pegaba, o su trรกgico final). Nacido en Jaca, Marcelino tuvo una vida que cuesta imaginar hoy en dรญa. Quizรกs vendido por sus padres al circo, atravesรณ los escenarios circenses de Barcelona y diversas ciudades europeas, en una vida nรณmada sin vacaciones, hasta que triunfรณ primero en Londres y luego en Nueva York. Actuando como augusto, o payaso tonto, su labor consistรญa en hacer reรญr al pรบblico a partir de muecas, piruetas y otra serie de triquiรฑuelas que normalmente acababan con el payaso en el suelo. Marcelino compartiรณ escenario con animales salvajes (โveintiรบn leones que habรญan pertenecido al mismo emperador Melenik II de Etiopรญa [โฆ] junto a dogos alemanes y ponisโ), cowboys que trataban de atrapar caballos con su cuerda y magos famosos como Harry Houdini y Chung Ling Soo (que muriรณ ejecutando uno de sus mรกs famosos trucos, desvelando asรญ su identidad, pues se supo que no era asiรกtico como habรญa hecho creer durante toda su vida, sino estadounidense).
Por otro lado, el libro trata tambiรฉn del propio Casanova Arbรณs y de su fascinaciรณn por Marcelino. Es el relato de una bรบsqueda a ratos frustrante, como cuando descubre que Marcelino era un maltratador, y a ratos ilusionante, como cuando encuentra a travรฉs de eBay a otros โmarcelinistasโ, personas fascinadas por Marcelino que le ayudan a lo largo de su investigaciรณn. Una de las virtudes del libro es cรณmo incorpora a la narraciรณn los descubrimientos inesperados que muestran los matices de Marcelino. Sin pretenderlo, Casanova Abรณs es otro personaje del libro. Sin duda, es el personaje mรกs luminoso, con unos padres que le apoyaron desde un primer momento y una ciudad, Huesca, a la que vuelve continuamente ya sea fรญsica o mentalmente. A diferencia de Marcelino, Vรญctor tiene una biografรญa comรบn con algunos espaรฑoles de su generaciรณn (nacidos a finales de los aรฑos ochenta), con viajes al extranjero, formaciรณn cosmopolita y pocas oportunidades en su paรญs. Aunque considera que irse fuera le ha permitido ensanchar su vida, en el libro se dejan ver algunas de las cosas que echa de menos de Espaรฑa: poder expresarse mรกs en su idioma, no estar con la familia en algunos momentos importantes, no ver tanto a los amigos de toda la vida. El contraste entre la vida de dos aragoneses de distinta generaciรณn y formaciรณn, Vรญctor y Marcelino, es uno de los atractivos del libro, y hace que muchos lectores jรณvenes puedan sentirse identificados con algunas de las subtramas. La mezcla de presente y pasado en el libro, que se transmite en una narraciรณn que alterna continuamente distintos tiempos verbales, hace que el libro sea muy cercano.
Este libro es tambiรฉn una historia sobre Nueva York y todos los que triunfan y fracasan en la gran ciudad. Casanova Abรณs recorre la ciudad de arriba abajo, a veces solo y otras acompaรฑado. Visita cementerios, archivos, hoteles, universidades, foros de genealogรญa, hemerotecas y antiguas ediciones de The New York Times. Los extraรฑos y remotos acontecimientos circenses se mezclan con las referencias de un escritor joven en Nueva York, dotando al espacio fรญsico de continuidad: donde antes los neoyorquinos admiraban a los leones, elefantes, titiriteros y tragafuegos, hoy hay un rascacielos en el que se alojan multinacionales. Casanova Abรณs cuenta los tejemanejes de los socios capitalistas que se encargaban de la gestiรณn de los circos y demรกs espectรกculos, asรญ como los inicios de Coney Island. Marcelino, que fue una estrella e inaugurรณ el circo mรกs importante de Nueva York (el Hippodrome), odiaba la ciudad en la que se habรญa quedado. En un artรญculo en The New York Tribune, โse queja de que los alquileres son caros, y las calles son estrechas y suciasโ. Gusta ver que, a pesar de todos los cambios, algunas cosas siguen igual en Nueva York.
Por รบltimo, este libro es una historia sobre el circo y su pasado glorioso eclipsado por la llegada del cine. Una de las virtudes del autor es no idealizar el pasado circense. Por ejemplo, cuenta cรณmo el circo Price anunciaba en Espaรฑa su propรณsito de comprar niรฑos โmenores de siete aรฑosโ para que se unieran al espectรกculo. Como explicรณ Marcelino en la revista Vogue en 1905, un niรฑo que se uniera al circo, como fue su caso, podรญa esperar la siguiente vida: โLe harรกn trabajar muy duro, le pegarรกn y quizรกs lo maten de hambre. Tendrรก que dormir y comer en una tienda de campaรฑa y estarรก expuesto a los elementosโ. Esta vida de dobleces contrasta con la popularidad que alcanzaron los que triunfaron en el circo. Marcelino, como reconocido artista, tuvo trato con personajes importantes de la รฉpoca como el rey Guillermo III, jefes tribales africanos y destacados hombres de negocios, y llegรณ a ser cortejado por una joven zoroastra hija de un acaudalado seรฑor de Bombay. Sin embargo, acabรณ solo, fracasado y sin dinero, tras un extraรฑo periplo empresarial que le llevรณ a montar su propio restaurante mientras fantaseaba con volver a Espaรฑa para trabajar en una granja.
A pesar de haber aparecido en la portada del The New York Times y de que se hiciera un muรฑeco de porcelana en su honor, casi nadie recuerda a Marcelino. En una de sus subtramas mรกs interesantes, el libro hace un recorrido de cรณmo el cine va ocupando el lugar que una vez tuvo el circo en el ocio estadounidense. Algunos de los artistas de aquella รฉpoca que recordamos hoy en dรญa habรญan pasado antes por el circo. Marcelino coincidiรณ con tres de los mรกs recordados: Charlie Chaplin, Buster Keaton y Cary Grant. Otros, como Frank Oakley, Teddy Huxter o el mismo Marcelino, no supieron adaptarse a los nuevos tiempos cinematogrรกficos y permanecen en el olvido. Sin embargo, en una especie de solidaridad gremial que se deja ver en muchos pasajes del libro, el recuerdo de los grandes payasos permaneciรณ en las mentes de los actores que luego triunfaron. Al fin y al cabo, Chaplin, Keaton y Grant habรญan compartido las mismas penurias juveniles que esos artistas a los que admiraron.
En sus memorias, Chaplin le dedica un entraรฑable recuerdo a Marcelino, aunque creyendo por error que era francรฉs. De niรฑo, habรญa actuado junto a Marcelino haciendo de gato. El payaso espaรฑol se tenรญa que caer encima de Chaplin, y se quejaba de que este no arqueaba lo suficiente la espalda para amortiguar su caรญda. En palabras de Chaplin, debido al รฉxito de los nรบmeros cรณmicos de Marcelino, โtodo Londres enloqueciรณโ. Eran los buenos tiempos londinenses de Marcelino, que pronto acabarรญan. Cuando se volvieron a encontrar, en Nueva York, Chaplin ya era un artista reconocido, pero Marcelino estaba de capa caรญda, en un โmelancรณlico letargoโ que le produjo gran tristeza a Chaplin. Por su parte, un ya famoso y viejo Buster Keaton, que habรญa tenido tambiรฉn una infancia difรญcil y una vida marcada por el alcoholismo, declarรณ en 1960 que sus payasos favoritos eran Marcelino y Frank Oakley. Un anuncio de una de sus actuaciones en 1905 rezaba asรญ: โQuizรกs pienses que te trataron con dureza cuando eras niรฑo; ยกmira cรณmo tratan a Buster!โ. No es casualidad que Keaton apareciera en Candilejas, haciendo de viejo camarada del acabado Carmelo: Keaton y Chaplin sabรญan muy bien quรฉ significaba el fracaso en la vida de los payasos, que empezaba en la incertidumbre de perder a la familia y continuaba con un รฉxito perecedero que podรญa desvanecerse en cualquier momento. Como en Candilejas, Marcelino volviรณ al Hippodrome y pensรณ equivocadamente que esta vez le irรญa bien. En su vuelta coincidiรณ con un joven Cary Grant, que entonces se llamaba Archie Leach y huรญa de una familia difรญcil con un padre alcohรณlico y una madre depresiva. Detrรกs de las sonrisas seductoras o alegres de estos actores se escondรญa una vida que habรญa sido miserable.
En este libro lleno de historias, Vรญctor Casanova Abรณs cuenta con maestrรญa un mundo que desapareciรณ y muestra lo que un biรณgrafo puede crear cuando se inicia en una bรบsqueda desprejuiciada. Es uno de esos libros que deberรญan leer los espaรฑoles que van a Nueva York, en la que aรบn hoy quedan vestigios de lo que fue su legendario circo. A mรญ el libro me acompaรฑa todos los dรญas, cuando para ir a mi universidad tomo la lรญnea A o C y paro en la estaciรณn 34th StreetโPenn. En el subsuelo, hay una serie de pinturas sobre el circo que ha hecho el pintor Eric Fischl. En una de ellas, se ve a un payaso entre un fondo expresionista que hace que el conjunto dรฉ un poco de miedo. Tras leer el libro de Vรญctor Casanova Abรณs se entiende mucho mejor esta pintura: ahora sรฉ perfectamente que, detrรกs de la sonrisa enlatada del payaso, estรก la historia de un juguete roto.
Javier Padilla (Mรกlaga, 1992) es autor de "A finales de enero. La historia de amor mรกs trรกgica de la Transiciรณn" (Tusquets, 2019), que obtuvo el XXXI Premio Comillas de Historia, Biografรญa y Memorias.