Mabel Moraรฑa e Ignacio M. Sรกnchez Prado (coordinadores)
Democracia, otredad, melancolรญa. Roger Bartra ante la crรญtica
Ciudad de Mรฉxico, FCE/CNCA, 2015, 390 pp.
En la magnรญfica introducciรณn a este libro (en sรญ misma un extenso estudio sobre la totalidad de los trabajos publicados por Roger Bartra), Mabel Moraรฑa califica su labor reflexiva como una โpoรฉtica de la culturaโ; asรญ, el lector queda advertido desde el inicio que estamos frente a la crรญtica de una obra peculiar y sugerente que combina admirablemente el compromiso factual propio de las ciencias sociales (y sus saberes disciplinarios especรญficos: sociologรญa antropologรญa, ciencia polรญtica) con una mirada humanรญstica que integra arte, filosofรญa, ciencia y cultura para analizar, desde los modos de producciรณn y las estructuras agrarias, hasta la relaciรณn entre la actividad neuronal y las redes simbรณlicas.
Coordinado por la propia Moraรฑa e Ignacio M. Sรกnchez Prado, el volumen estรก integrado por trece ensayos que ofrecen una reflexiรณn colectiva sobre el trabajo de uno de nuestros intelectuales pรบblicos mรกs destacados. Me permitirรฉ organizar este comentario en tres grandes bloques (mรกs o menos correspondientes a las etapas del pensamiento de Bartra que Moraรฑa define en su introducciรณn). El primero, articulado en torno a la democracia, se focaliza en la obra mรกs temprana y analiza el camino que sigue su pensamiento desde el marxismo hasta la posmodernidad. El segundo estรก dedicado a la etapa posmoderna (lo mexicano, lo posmexicano, la identidad y la cultura nacional y los mitos asociados a ellas); y el tercero engloba sus textos alrededor del mito del salvaje y la melancolรญa. El volumen cierra con un รบltimo ensayo que explora las incursiones bartreanas en los temas de las neurociencias.
En el primer bloque, los textos de Sergio Villalobos-Ruminott, Maarten van Delden y Sรกnchez Prado discurren sobre la evoluciรณn de las ideas polรญticas de Bartra partiendo de las reflexiones sobre los modos de producciรณn, la estructura agraria y las clases sociales para llegar a sus trabajos del siglo xxi enfocados en la transiciรณn mexicana. Vistos en conjunto, estos capรญtulos revelan a Las redes imaginarias del poder polรญtico (y el concepto de estructuras de mediaciรณn) como el punto de viraje hacia un pensamiento posmoderno que abre el camino a una incisiva reflexiรณn sobre la democracia, la transiciรณn mexicana y el papel de la izquierda (sin eludir la crรญtica del marxismo y el estudio de la polรญtica y la cultura).
Los textos de Adela Pineda Franco, Robert McKee Irwin y Michael Abeyta configuran el segundo bloque y se encuentran enlazados por el interรฉs en la etapa posmoderna y la reflexiรณn sobre la identidad, la cultura nacional y la mitologรญa revolucionaria. Como no podrรญa ser de otra manera, estos anรกlisis (aunque tocan varios temas) giran en torno a La jaula de la melancolรญa y la metรกfora del axรณlotl. A pesar de que su objetivo es otro, la lectura de estos ensayos muestra la presencia de los tรณpicos que conectan el conjunto de la obra de Bartra y le confieren un sentido de continuidad con sus exploraciones en torno a la conciencia y el cerebro. Al elegir la imagen del axรณlotl (un animal nunca adulto que se reproduce antes de metamorfosearse) para explicarse la identidad nacional mexicana, el antropรณlogo ubica su reflexiรณn a medio camino entre la realidad biolรณgica del hombre y la cultura y sus mitos. Bartra revela cรณmo una invenciรณn (que condensa fรกbulas, estereotipos, imรกgenes literarias y artรญsticas) se inserta e instituye en la sociedad y la cultura de un paรญs y termina sirviendo a la legitimaciรณn de un rรฉgimen polรญtico.
Seis ensayos componen el tercer bloque y se encuentran ensamblados por los librosEl salvaje en el espejo, El salvaje artificial y El duelo de los รกngeles y por la centralidad de una figura que tambiรฉn pertenece a los hilos conductores del pensamiento de Roger Bartra. Con el salvaje (un personaje mitad bestia y mitad hombre), nuevamente asistimos al encuentro entre naturaleza y cultura: como el mexicano, el salvaje es tambiรฉn una criatura melancรณlica, pero si la melancolรญa del axรณlotl proviene de la contraposiciรณn entre el niรฑo y el hombre y de la incapacidad de crecer, la del salvaje condensa el choque entre barbarie y civilizaciรณn, por ello es la otredad y el sentido de la diferencia lo que le provoca su sufrimiento melancรณlico.
Aunque es un poco arriesgado, me atrevo a afirmar que en Antropologรญa del cerebro y en Cerebro y libertad, de alguna manera, encontramos de nuevo al axรณlotl y al salvaje, esta vez camuflados en las discusiones sobre la autoconciencia, la identidad, el placer y el dolor, la libertad y la moral (quizรกs encarnados en las manos de Orlac y en el juego de โla pipa que no es una pipaโ de Magritte). Con la metรกfora de un exocerebro (entendido como un conjunto de circuitos extrasomรกticos de carรกcter simbรณlico), Bartra nos invita a pensar en todo lo que desde fuera del organismo colabora con el cerebro en sus tareas de supervivencia y adaptaciรณn. Desde esta perspectiva, tanto las tecnologรญas como las construcciones imaginarias elaboradas colectiva y culturalmente pueden ser vistas como una especie de prรณtesis cerebral que funciona como un canal de conexiรณn entre el cerebro y la cultura. Es justamente en este canal donde podemos encontrar respuesta a los dilemas del libre albedrรญo y la libertad humana.
La propuesta, por atrevida que parezca, no se encuentra muy lejos de algunos nuevos modos de pensar desarrollados en las neurociencias y, de hecho, se suma a diversos intentos de superar la formulaciรณn restrictiva e incompleta de aquellos que, en palabras de Antonio Damasio, todavรญa โinsisten en que la mente puede ser explicada en tรฉrminos de acontecimientos cerebrales, dejando de lado al resto del organismo y al ambiente fรญsico y social que le rodeaโ (El error de Descartes). Este debate que ha sido traรญdo de vuelta, no por la filosofรญa sino por los grandes avances de las neurociencias y las tecnologรญas para estudiar imรกgenes cerebrales, incorpora referencias al sufrimiento, la melancolรญa y los sistemas รฉticos y recupera la vieja discusiรณn en torno al dualismo cartesiano. En este punto, Bartra tiene algo que decir: si la conciencia y la identidad no son solamente una funciรณn del cerebro sino de la continuaciรณn (por asรญ decirlo) del cerebro en una compleja red simbรณlica e imaginaria de รญndole cultural, la respuesta al dualismo cartesiano estarรญa en esa trรญada donde se incluye (ademรกs de mente y cuerpo) imaginario, subjetividad, ambiente y cultura.
Democracia, otredad, melancolรญatiene la virtud de mostrar inequรญvocamente la gran contribuciรณn de Roger Bartra a las ciencias sociales y la cultura. A travรฉs de estos ensayos se disecciona el trabajo de un intelectual que nunca ha dejado de buscar nuevos caminos para la reflexiรณn y revela las preguntas, replanteos y propuestas que su obra suscita sobre un rango amplรญsimo de temas. Hay que celebrar este libro, porque emplazar la obra de Bartra ante la crรญtica no solo es un homenaje sino una gran oportunidad para regresar a los aportes de su pensamiento. ~