El epรญgrafe de esta reseรฑa indica ensayo. Y no es ninguna equivocaciรณn. Esta advertencia hay que hacerla, no sea que el lector crea que hemos incurrido en una confusiรณn. Cien cartas a un desconocido, del ensayista y editor italiano Roberto Calasso, recoge cien solapas, que es como se denomina a los textos que completan la ediciรณn de un libro, se trate del gรฉnero que se trate. No hay lector en el mundo que omita la lectura de estos textos. Otra cosa es que crean o no en sus palabras. No son preรกmbulo ni epรญlogo. Su funciรณn es infinitamente mรกs humilde, pero no por ello menos insoslayable. Las solapas informan. Pero, ademรกs de esta casi prosaica misiรณn, ยฟpueden las solapas hacer algo mรกs, ya no sรณlo por el libro que resumen, sino por el lector? Roberto Calasso nos responde que sรญ. Y lo hace desde cien breves textos soberanamente ensayรญsticos. El autor escribiรณ estas solapas para los libros que รฉl mismo ha publicado en su prestigioso sello, Adelphi. Cumplen, en principio, como se exige a toda solapa, su cometido de interesar al lector por el libro que tiene en sus manos. En general, la funciรณn de las solapas no es la crรญtica. No quiere alertar al probable lector de sus debilidades. Mรกs bien todo lo contrario, el solapista ha de emplearse a fondo, sabe que las solapas tienen unas leyes propias orientadas a ensalzar el producto que publicita. Sin manera de evitarlo, saliรณ la palabra que intentamos en vano esconder: publicidad. Y de ello se trata. Hacer que el libro que el lector tiene en sus manos pase por caja. Es la inevitable ley del mercado, a la que a veces no le molesta convivir con la excelencia literaria. No creo que a Roberto Calasso esta circunstancia le coja desprevenido. รl confรญa en sus libros. Tal vez porque รฉl mismo los eligiรณ. Y como su editorial no es una multinacional (sin que uno tenga nada en contra de las multinacionales del libro), รฉl mismo puede encargarse de que los libros que le gustaron logren su lector correspondiente. Probablemente, el lector ideal, ademรกs de su mercado ideal.
En el prรณlogo a estos textos, Calasso nos dice lo siguiente: โSe sabe que el arte del elogio preciso no es menos difรญcil que el de la crรญtica inclementeโ. El autor italiano da en la diana de la cuestiรณn. Porque no es otra cosa una solapa que un elogio. Pero Roberto Calasso se impone argumentarlos. Un elogio argumentado puede muy bien convencer al mรกs escรฉptico de los lectores, sobre todo a aquellos lectores que por norma desconfรญan de las solapas, desconfianza mรกs de las veces justificada. Es evidente que el autor de Las bodas de Cadmo y Harmonรญa defiende un rango literario para sus elogios. Por eso hablรฉ mรกs arriba de ensayo para etiquetar el gรฉnero al que pertenece este libro. Cuando hace ya algunos aรฑos alguien tuvo la feliz idea de agrupar en un libro todos los prefacios que a Borges le pidieron que escribiera, nadie en su sano juicio hubiera podido pensar que ese libro no fuera un ensayo sobre literatura universal. Roberto Calasso es una persona de una vasta cultura. Como lo es su compatriota Pietro Citati, como lo fue Mario Praz. Su Cien cartas a un desconocido es un compendio ensayรญstico sobre los grandes problemas de la literatura. Y un compendio tambiรฉn de la condiciรณn humana. Me atreverรญa a decir, su canon literario y รฉtico.
Estas solapas (o cartas, como las llama Calasso) abarcan los libros que su autor publicรณ entre 1965 y 2003. Aunque no lo parezca una por una (aunque se sospecha enseguida), reunidas en un libro adoptan la forma de una visiรณn de la literatura. Y, tambiรฉn, de una manera de escribir sobre un autor, una tendencia estรฉtica o un segmento histรณrico-polรญtico. Si Calasso escribe sobre una novela de Joseph Roth, Frank Wedekind o Karl Kraus, ahรญ tenemos no una visiรณn parcial de esos libros o autores, sino la exploraciรณn conjunta de esos hechos literarios aislados como representaciones de una รฉpoca, o mejor dicho de un final de รฉpoca. La solapa de La casa de la vida de Mario Praz es una autรฉntica pieza de reseรฑa literaria. En una pรกgina y media estรก la pasiรณn de Praz (ademรกs de la pasiรณn de Calasso por Praz) por el coleccionismo y esos seres que ocasionalmente visitan su casa y pululan entre muebles regios y espejos borgianos. Hay que celebrar la publicaciรณn de este libro. En รฉl se expresan los beneficios de la coherencia analรญtica y las seducciones de la mejor retรณrica expositiva. Con este libro, ยฟquรฉ enseรฑa mejor Roberto Calasso, a escribir (solapas), a pensar la literatura o a ser editor? Milagrosamente, las tres cosas a la vez. ~