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Diego Enrique Osorno

Slim. Biografรญa polรญtica del mexicivo mรกs rico del mundo

Ciudad de Mรฉxico, Debate, 2015, 256 pp.

Diego Enrique Osorno (Monterrey, 1980) ha vuelto a hacer una contribuciรณn importante al entendimiento del complejo y contrastante Mรฉxico al escribir una “biografรญa polรญtica del mexicano mรกs rico del mundo”. Una y no la, ya que sobre Carlos Slim se escribirรกn con el tiempo muchas mรกs. Su aportaciรณn es, por lo menos, doble: por un lado, utiliza las herramientas del periodismo de investigaciรณn, tan ausente pero necesario para la radiografรญa nacional, y, por otro, abre un รกngulo valioso, aunque no novedoso, de la participaciรณn de Slim en la vida polรญtica y, habrรญa que aรฑadir, en la vida regulatoria y judicial del paรญs.

Osorno parece dejar con este libro las historias de “marginalidad” (narcotrรกfico y movimientos sociales) para escribir sobre un hombre poderoso y su relaciรณn con el poder. En realidad, en la sociedad mexicana el hombre mรกs rico del mundo es, por definiciรณn, mucho mรกs marginal que el promedio y que los problemas cotidianos de violencia y trรกfico de sustancias prohibidas. Escribir sobre Slim es abordar una faceta mรกs de un paรญs que observadores internos y externos siempre han caracterizado como contrastante y desigual. En el fondo, la pregunta es si Slim es causa o consecuencia de la desigualdad y si esta es necesariamente mala e inmoral. Osorno avanza en la bรบsqueda de una respuesta, pero no parece atinar del todo en esa bรบsqueda; de hecho la delega al final cuando le pide a Josรฉ Martรญnez que conteste si el mexicano mรกs rico del mundo puede ser una buena persona. Martรญnez responde afirmativamente aduciendo que muchos otros paรญses quisieran tenerlo (no es mal indicador y seguramente cierto) y sobre todo al entenderlo como el inversionista que “todo quiere comprar”.

He aquรญ la principal virtud de Carlos Slim: su disposiciรณn de compra. Por definiciรณn quien compra invierte, arriesga y se compromete. Esta es, sin duda, la lecciรณn mรกs relevante de su biografรญa econรณmica: la riqueza se genera invirtiendo, teniendo esperanza en el futuro, utilizando los recursos y talentos para multiplicarlos.

Sobre todo, arriesgar cuando el resto no lo hace, cuando el precio de los activos es menor, cuando la inversiรณn va en retirada. Es mรกs fรกcil comprar cuando los demรกs lo hacen, pero asรญ no se crea riqueza. Muchos podrรญan tener la intuiciรณn opuesta: se gana cuando se vende, pero no es asรญ: por ejemplo, en economรญa las exportaciones son un costo y la compra de importaciones un beneficio. Por todo esto su renuencia a la filantropรญa sin lรญmites: es mejor invertir y crear empleos para superar la pobreza.

Osorno se traza un objetivo complejo para tratar de conciliar dos momentos de su carrera como reportero: primero escribir sobre insurrecciรณn y ahora “contar la vida de uno de los mayores representantes del capitalismo”; para esto subraya que la “lucha de clases es el motor de mis historias” y que “no ver la lucha de clases detrรกs de una insurrecciรณn popular o de la vida del hombre mรกs rico del mundo es no querer ver la realidad”.

La aspiraciรณn de enmarcar esta biografรญa polรญtica en la lucha de clases, aunque esta tesis en realidad no se aborda a lo largo del libro, es quizรก la que lleva al autor a asociar a Slim con el capitalismo o el neoliberalismo y argumentar que, a diferencia de su padre Juliรกn Slim Haddad que enfrentรณ el caos posrevolucionario, Carlos “hizo su inmensa fortuna en el marco de la ideologรญa dominante en la actualidad: el neoliberalismo” y “su intensa aplicaciรณn en Mรฉxico, a travรฉs del llamado Consenso de Washington”. Slim, se afirma tambiรฉn, es “un personaje que representa la moral neoliberal de nuestros tiempos, aquella que desconfรญa de los polรญticos y cree que el mercado es el mecanismo mรกs eficaz para todo”.

Esta es una interesante lectura de la fortuna de Slim, tambiรฉn apoyada por una cita del expresidente Salinas que la atribuye a la ausencia del Estado regulador: “Slim no heredรณ su fortuna de Telmex, sino que aprovechรณ la falta de regulaciรณn neoliberal”, pero que contradice un amplio consenso de analistas, observadores, instituciones internacionales y del propio gobierno mexicano que impulsรณ, con el apoyo de todos los partidos polรญticos, la reforma de telecomunicaciones de 2013 con el fin de inyectar competencia neoliberal en este sector.

Es probable que el propio Slim rechace las etiquetas de representante capitalista o neoliberal. El texto de Osorno da pistas al respecto. Desde joven Slim tuvo una clara inclinaciรณn para la administraciรณn y la direcciรณn en la asignaciรณn de recursos. En su tesis –titulada “Aplicaciones de la programaciรณn lineal a algunos problemas de la ingenierรญa civil”– apunta que la “intenciรณn fundamental de este estudio es describir algunas tรฉcnicas desarrolladas a partir de la Segunda Guerra Mundial y clasificadas, correcta e incorrectamente, dentro de ‘la investigaciรณn de operaciones’ […] que permite a los directores en general tomar decisiones mรกs racionales”. La investigaciรณn de operaciones fue desarrollada para inyectar racionalidad a la actividad econรณmica pero en un ambiente sin competencia y puede revelar una tendencia al control y a las decisiones centralizadas y un escepticismo a la supremacรญa del mercado en la asignaciรณn de recursos. Ademรกs, cuenta Osorno, “al tรฉrmino de sus estudios de ingenierรญa civil, Slim viajรณ a Santiago de Chile para estudiar un posgrado en programaciรณn industrial en el Instituto Latinoamericano de Planeaciรณn Econรณmica” donde “descubriรณ y estudiรณ las tesis de Raรบl Prebisch”. Es en este mismo contexto que Diego Fonseca lo considera “hijo de una escuela perdida: la de la Cepal”, que “puede inscribirse en la escuela desarrollista en el sentido amplio”. Sin embargo, Slim no es teรณrico, sino pragmรกtico (“Yo casi no leo teorรญa. No me gusta”) y aplica los principios de ingenierรญa para incrementar la eficiencia, aunque parece querer que esto funcione no solo en sus empresas, sino –de suerte dirigista– en la sociedad.

Osorno hace un recuento de la estanterรญa de libros de Carlos Slim para tratar de inferir una inclinaciรณn ideolรณgica, pero con poco รฉxito. Amรฉn de varios volรบmenes sobre multimillonarios y grandes negocios, el autor encuentra tres libros de economistas: El desarrollo estabilizador, de Antonio Ortiz Mena, del que parece preferir el impulso a una industria nacional sin competencia del exterior; Money: Whence it came, where it went de John Kenneth Galbraith y Common wealth. Economics for a crowded planet de Jeffrey Sachs, ambas aportaciones claves para temas muy importantes, pero no neoliberales.

La principal crรญtica a Carlos Slim, que รฉl rechaza tajante y reiteradamente (“es una mentira repetida una y otra vez”), es que su รฉxito estรก relacionado con la posiciรณn dominante de sus empresas en el sector de las telecomunicaciones y exentas de una competencia real o potencial que las limite. Asรญ, podrรญa pensarse que la biografรญa polรญtica deberรญa concentrarse en averiguar el lรญmite de la hipรณtesis de que el impresionante crecimiento y la generaciรณn de riqueza provienen de la capacidad y disposiciรณn de influencia de la polรญtica pรบblica y la captura regulatoria. Aunque el libro ciertamente aborda estos puntos, parece dedicar mรกs esfuerzo, infructuoso en su mayor parte, a desenterrar el posible papel que haya jugado Juliรกn Slim Helรบ en su paso por la Procuradurรญa General de la Repรบblica y la relaciรณn con la familia Gemayel en la polรญtica libanesa.

La moralidad de las actividades empresariales y las relaciones de Slim con el mundo de la polรญtica, la legislaciรณn, la regulaciรณn, el poder judicial y los medios no radica en si un hombre rico puede ser bueno, sino en si obtuvo a travรฉs de ellas una ventaja indebida a costa del resto de los mexicanos y de las instituciones. A pesar de que el libro trata todos estos aspectos, no logra discernir si en tรฉrminos netos la contribuciรณn es positiva y, por tanto, buena.

Invertir durante las crisis, comprar cuando el resto vende, reinvertir utilidades en lugar de gastarlas, innovar, explorar nuevas tecnologรญas y mercados, rescatar empresas, generar empleos, pagar impuestos son ciertamente contribuciones importantes. Se puede tambiรฉn siempre culpar, a menudo con razรณn, a los diversos gobiernos por no haber aplicado la ley o los tรฉrminos de los tรญtulos de concesiรณn. La pregunta es cuรกl es la responsabilidad de la direcciรณn de Grupo Carso al momento de influir en polรญticas pรบblicas y decisiones de los reguladores a su favor, condicionar el alto gasto en publicidad a una cobertura favorable en los medios y litigar con recursos ilimitados las decisiones de los รณrganos reguladores con el objeto de acrecentar las utilidades.

Es por tanto atinado que Osorno haga la primera biografรญa polรญtica. La reforma de telecomunicaciones de 2013 es prueba de que la sociedad, los partidos polรญticos y el gobierno reconocen los extremos perversos a los que se llegรณ en el sector para beneficio de varios jugadores, con el preponderante en primera lรญnea. Esta reforma puede ser clasificada como extrema y contiene por lo menos tres medidas extraordinarias en las que pagan justos por pecadores al limitar derechos que fueron abusados: una, la eliminaciรณn de la suspensiรณn en el juicio de amparo que habรญa sido manipulado por varios de los participantes, incluidos Telmex y Telcel; dos, el establecimiento de รณrganos constitucionalmente autรณnomos que merman la rendiciรณn de cuentas y pueden resultar en el largo plazo en un dรฉficit democrรกtico al estar fuera de los poderes; y, tres, la declaratoria de preponderancia y la posibilidad de establecer sanciones para los participantes en los mercados incluso en la ausencia de prรกcticas monopรณlicas.

Cabe preguntarse si estas medidas extremas se habrรญan tomado si los agentes del sector no hubiesen abusado del sistema polรญtico, reglamentario y mediรกtico, incluido el propio Slim que afirma que “no creo que el dinero sea el sรญmbolo del รฉxito”, pero a quien puede definirse “no como alguien al que no le gusta perder, sino como alguien que siempre quiere ganar”.

El libro de Diego Osorno cubre otras muchas facetas para entender la vida del ingeniero. Entre ellas, tambiรฉn explora la inclinaciรณn de Slim por la izquierda a pesar de supuestamente haber tenido รฉxito en un contexto neoliberal. Queda todavรญa pendiente entender la fascinaciรณn correspondida de la izquierda en un paรญs contrastante y desigual. ~

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es doctor en economรญa por la Universidad de Virginia. Es director general y socio fundador de la consultorรญa De la Calle, Madrazo, Mancera, S.C y columnista de El Universal.


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