Descenso motorizado a los infiernos

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Francisco Goldman

El circuito interior. Una crรณnica de la Ciudad de Mรฉxico

Traducciรณn de Juan Antonio Montiel

Madrid, Turner, 2015, 284 pp.

1. ANATOMรA DEL DUELO. Unos bambรบs enfilados, un tardรญo proyecto de manejo y los intrincados destinos de la Guรญa Roji de ciudad de Mรฉxico sirven para activar la compleja maquinaria de los recuerdos que Francisco Goldman vierte, pรกgina tras pรกgina, en medio del horror y la lucidez. En El circuito interior, el autor se atrinchera en la crรณnica como gรฉnero y expande sus dominios hacia el ensayo, las memorias, el recuento noticioso y las reflexiones polรญticas para crear un valioso testimonio de la crisis social vivida en Mรฉxico durante los รบltimos aรฑos.

Sin embargo, la maestrรญa del escritor no solo radica allรญ. Premiado novelista, cronista y acadรฉmico, Goldman (Boston, 1954) ha realizado junto a sus lectores un largo viaje a travรฉs del dolor causado por la muerte de su joven esposa, la escritora Aura Estrada. El trรกgico accidente de body surfing, ocurrido en 2007, es narrado en Di su nombre (Sexto Piso, 2012), libro de no ficciรณn donde se encierra en los tremedales del luto realizando un duro ejercicio psicolรณgico que le valiรณ el reconocimiento de la crรญtica y los lectores.

Cinco aรฑos despuรฉs vuelve a revisitar sus recuerdos en El circuito interior. Un lustro pareciera tiempo suficiente para cambiar las cosas y amainar ciertas tormentas interiores pero, a las primeras de cambio, nos encontramos con un Goldman convaleciente del mortรญfero veneno del pasado.

Asรญ lo muestra el pรกrrafo que dedica a la misa en memoria de su esposa: “Querรญa estar solo para poder concentrarme de un modo especial en ese quinto aniversario y otorgarle asรญ, en mi interior, un significado profundo, incluso sagrado. ¿En quรฉ se distinguรญa ese dรญa de cualquier otro? Para mรญ, simbolizaba el arribo del temido dรญa en que habrรญa estado separado de Aura mรกs tiempo del que habรญa estado junto a ella; sin embargo, ¿suponรญa eso un antes y un despuรฉs autรฉnticamente tangible, auguraba algรบn tipo de cambio? Quizรกs ese dรญa no era distinto de muchos otros, no lo serรญa, y no tenรญa por quรฉ serlo.”

2. LA MUERTE JOVEN. En este volumen el escritor prosigue con su duelo y atestigua, con perplejidad, ese vano lugar comรบn de que “la vida sigue” mientras permanece estรกtico en ese islote del desamparo que es la pena. Parte de una travesรญa motorizada, fruto de una confesiรณn: admite que vive en la ciudad de Mรฉxico desde hace aรฑos pero no se atreve a manejar en ella.

El monstruo de las 99,100 calles y 6,400 colonias registradas en su Guรญa Roji lo desanima. Por ello inicia una serie de excursiones por el laberรญntico Distrito Federal, para recalar en la violencia como una nota permanente dentro del libro. La realidad mexicana lo acecha en cada recodo de sus clases de manejo, en las equivocaciones que comete y las noticias que lee.

El lector se ve zarandeado desde las tormentas internas que vive Goldman, a las tragedias colectivas como Atenco, los desaparecidos del bar Heaven y los de la normal de Ayotzinapa. Goldman sintetiza la desazรณn que le causan estos acontecimientos en una lรญnea: “Demasiada gente muere joven en la ciudad de Mรฉxico.”

Mientras el escritor hace un recuento de sus travesรญas y va desovillando las sangrientas tragedias o las historias de los desaparecidos que vertebran algunos capรญtulos de la obra, el lector puede advertir que la ausencia de Aura Estrada es la gran protagonista: “La calle estaba tan atestada de estudiantes que manejar por ahรญ fue como atravesar un pueblo en dรญa de mercado. Habรญa un montรณn de muchachos y muchachas de diecinueve o veinte aรฑos, casi todos con el pelo negro como Aura, con jeans y camisetas, faldas y blusas holgadas […] Nadie se apresurรณ a dejarme pasar, asรญ que avancรฉ a su paso en un estado casi alucinatorio, sin tristeza alguna, sino feliz de haberla encontrado de pronto –porque Aura sin duda estaba aquรญ en alguna parte–, y lleno de saudade, porque evidentemente no estaba: sintiendo la presencia de una ausencia.”

3. EL MEMORIAL DEL DESASTRE. Hay largos pasajes en los que Goldman, veterano reportero, se lanza a la bรบsqueda de respuestas. Entrevista a funcionarios, revisa rutinariamente los medios, asiste a reuniones, redacta crรณnicas, visita en Tepito a los familiares de los jรณvenes desaparecidos en el Heaven y en esas pesquisas traza una ruta donde la corrupciรณn, la impunidad, la muerte y el horror son las constantes de la realidad mexicana.

Y, sin embargo, sobresalen sus indagaciones personales. La dureza con que se castiga y perdona por la viudez son de una valรญa tal que uno trasiega todo ese descenso a los infiernos de Mรฉxico, solo para saber mรกs de las penitencias de Goldman. Para verlo cuando se despierta en la madrugada y aรบlla, uniendo su dolor personal con las penas colectivas, todo en una sola tragedia: “Ese vacรญo indeciblemente horrendo, desgarrador, inimaginable para mรญ, que ella enfrentรณ sola –igual que enfrentรณ sola su propia muerte apenas unas horas despuรฉs–, cuando yo ya no podรญa ayudarla, cuando ya no iba a poder ayudarla jamรกs, cuando mi amor no podรญa haber sido mรกs inรบtil. ¿Cรณmo es, cรณmo estarรก siendo para las familias de Tepito pensar en la suerte de sus seres queridos? ¿Quรฉ sienten cuando se despiertan a las tres de la maรฑana?”

El circuito interior deviene un animal crรณnico que se debate entre la dolorosa placidez del duelo, los excesos como apuesta por el olvido y la reflexiรณn constante sobre el estado de las cosas en Mรฉxico. El rastro de Aura Estrada impregna cada pรกgina porque es patente que vivirรก siempre en la imaginaciรณn de Goldman, y este la metiรณ en nuestras vidas para que sepamos, de una vez y para siempre, que somos parte de ese amor que ya no estรก. ~

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(San Cristรณbal, Venezuela, 1981) es periodista y escritor. Fue escogido como uno de los "nuevos cronistas de Indias" por la Fundaciรณn Nuevo Periodismo Iberoamericano en 2012.


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