Desmontando el colapsismo ecologista

Contra el mito del colapso ecolรณgico

Emilio Santiago Muรญรฑo

Arpa,

Barcelona, , 2023, , 240 pp.

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Joven veterano del movimiento ecologista y antropรณlogo social que se desempeรฑa en el csic, Emilio Santiago Muรญรฑo ha escrito un ensayo contra la ideologรญa colapsista bajo cuyo influjo โ€“confiesa en un pasaje autobiogrรกficoโ€“ se socializรณ como activista. Y si bien el enfrentamiento teรณrico entre ecosocialistas y colapsistas posee un aire de riรฑa familiar, la popularidad relativa que ha alcanzado la idea del colapso ecolรณgico de la sociedad en los รบltimos aรฑos proporciona a este trabajo un interรฉs suplementario. Recordemos el impacto mediรกtico que han tenido algunas de las acciones emprendidas por Extinction Rebellion o los discursos de Greta Thunberg, asรญ como la buena acogida de las pelรญculas y series de televisiรณn que han explorado el tema en los รบltimos aรฑos con รฉxito desigual. En su condiciรณn de activista, Santiago es consciente de que los movimientos ambientales se nutren de los debates especializados sobre las relaciones socionaturales โ€“en este libro puede comprobarse que muchos activistas son acadรฉmicos y viceversaโ€“ y sabe que la difusiรณn del colapsismo hace mรกs difรญcil que los valores ecologistas permeen en unas mayorรญas sociales poco interesadas en oรญr que la catรกstrofe estรก cerca. De ahรญ que se proponga demostrar que los colapsistas estรกn equivocados, aunque ellos no se dejarรกn convencer fรกcilmente; cabe imaginar las discusiones que este libro habrรก provocado en el interior de un ecologismo espaรฑol tradicionalmente dominado por la izquierda marxista.

Usando un lenguaje accesible โ€“cita a The wire antes que a Tolstรณiโ€“ que rehรบye los tecnicismos sin por ello caer en el simplismo, Santiago ha dado al libro una estructura sencilla que sirve perfectamente a sus objetivos: analizar el colapsismo y someterlo a crรญtica antes de plantear la alternativa ecosocialista sobre la que a su juicio habrรญa de basarse la respuesta social al cambio climรกtico y demรกs problemas del Antropoceno. Su punto de partida es que el colapsismo es una consecuencia โ€“aunque puede ser tambiรฉn causaโ€“ de la pรฉrdida de confianza en el futuro que caracteriza esta fase de la modernidad tardรญa, pesimismo que รฉl entiende solo parcialmente justificado a la vista de los innegables avances materiales y morales logrados en los รบltimos dos siglos. Dicho esto, Santiago es un ecologista que quiere atacar las estructuras del sistema liberal-capitalista en lugar de limitarse โ€“como los conservacionistasโ€“ a preservar el medio natural. Y como no cree que el colapsismo contribuya a ese objetivo, lo somete a una crรญtica metรณdica a la que sus defensores no podrรกn responder fรกcilmente.

Y es que Santiago apuesta fuerte cuando afirma que โ€œconvertir al colapso en el evento definidor de nuestra coyuntura histรณrica es cientรญficamente sesgado, teรณricamente pobre y polรญticamente contraproducenteโ€. Su tesis es que el colapsismo es un modo de razonar o narrar antes que una escuela de pensamiento sistemรกtico o una corriente polรญtica organizada. Porque tampoco es ciencia: mรกs bien presenta estudios cientรญficos minoritarios sobre temas cargados de incertidumbre y los eleva a la categorรญa de โ€œcertezas militantesโ€. Por lo general, los colapsistas ven la sociedad como un ecosistema e imaginan un derrumbamiento acelerado de sus estructuras a partir de un evento particular, como una crisis energรฉtica o una catรกstrofe natural. Pero la sociedad no se parece a un ecosistema y las peak theories, como la bien conocida predicciรณn acerca del fin del petrรณleo, se han demostrado incorrectas. De manera parecida, se ha abusado de la comparaciรณn entre el colapso ecolรณgico de algunas sociedades primitivas y el potencial colapso ecolรณgico de las sociedades modernas; la โ€œresilienciaโ€ demostrada por estas รบltimas durante la pandemia โ€“cuyo estallido el autor atribuye de manera cuestionable al capitalismo globalโ€“ es prueba suficiente de su capacidad para soportar shocks externos. Para Santiago, tiene mรกs sentido entender por colapso el momento en el cual una sociedad padece el fracaso regulatorio del Estado, sin que eso suponga necesariamente โ€“pensemos en Sudรกn y otros Estados fallidosโ€“ que quienes viven en ella sean incapaces de encontrar formas alternativas de organizaciรณn o autoabastecimiento.

A este respecto, Santiago dedica pรกginas interesantรญsimas a la experiencia de Cuba durante el llamado โ€œperiodo especialโ€ que siguiรณ al derrumbamiento de la Uniรณn Soviรฉtica. Buen conocedor del tema, el autor se rebela contra quienes toman esa amarga experiencia colectiva como demostraciรณn de que una sociedad econรณmicamente colapsada puede seguir adelante mediante un reforzamiento de su espรญritu colectivo y la bรบsqueda de soluciones ecolรณgicas locales. En realidad, Cuba no dejรณ en ningรบn momento de importar mรกs de la mitad de sus alimentos y los propios cubanos vivieron aquella รฉpoca como un fracaso que aรบn hoy se recuerda con vergรผenza. Y sobre todo: asรญ como el Estado no se derrumbรณ, su sostenimiento nada tiene que ver con una presunta โ€œecologizaciรณnโ€ del aparato administrativo o la sociedad. Para el lector que mantenga su cordura ideolรณgica, es evidente que delira quien apela al โ€œperiodo especialโ€ como ejemplo edificante en el camino hacia una mejor sociedad; a Santiago, que milita en las filas del ecosocialismo, le sirve para recordarnos que la idea del โ€œbuen colapsoโ€ es una trampa retรณrica, ya que una sociedad que de verdad colapsara โ€“quedรกndose sin una autoridad estatal viable en un marco de escasezโ€“ darรญa lugar a una emergencia sanitaria y sufrirรญa tanto inseguridad alimentaria como violencia armada.

Sin embargo, la experiencia cubana no es el รบnico punto de contacto entre el colapsismo y el marxismo. Tal como seรฑala el autor, quien alude asimismo a la influencia anarquista sobre los colapsistas, estos รบltimos harรญan bien en prestar atenciรณn al destino del catastrofismo socialista, que marcรณ la estrategia del movimiento obrero durante el primer tercio del sigloย XX y los debates de la II Internacional: se dio entonces por supuesto que el capitalismo estaba condenado a derrumbarse bajo el peso de sus contradicciones socio- econรณmicas. Es lo mismo que se dice hoy de las complejas sociedades tardomodernas; tambiรฉn a ellas se las llevarรก por delante un efecto dominรณ provocado, esta vez, por sus contradicciones ecolรณgicas. De hecho, como apunta Santiago, el colapsismo concibe la sociedad a la manera marxista: como una estructura socionatural de la que emana una superestructura polรญtico-jurรญdico-cultural.

En la รบltima parte del libro, Santiago propone su alternativa al colapsismo, al que reconoce un papel discursivo potencialmente valioso cuando se lo emplea en pequeรฑas dosis: para preocupar sin desanimar. Y tiene razรณn cuando lamenta que el ecologismo no haya tenido nunca propuestas capaces de ilusionar a las mayorรญas; asunto distinto es que la que รฉl mismo pone sobre la mesa โ€“el decrecimientoโ€“ pueda llegar a serlo. Porque dice bien cuando dice que el ecologismo debe alejarse de โ€œlas fantasรญas maximalistas, de los tremendismos morales y de los espejismos de las transmutaciones alquรญmicas en los que el mito colapsista fermentaโ€. Pero su propia descripciรณn de la sociedad decrecentista parece un remedo de la sociedad sin clases del marxismo โ€“trabajaremos menos horas y nuestras pasiones florecerรกn, comeremos mรกs sano y tendremos mejor salud mentalโ€“ y no estรก claro que la condiciรณn establecida para alcanzar ese objetivo idรญlico โ€“reducir de manera tajante el tamaรฑo de nuestras sociedadesโ€“ pueda seducir al alimรณn a ciudadanos de democracias y sรบbditos de regรญmenes autoritarios. Mรกs convincente resulta la tesis de que los valores del ecologismo han permeado a las sociedades liberales en mayor medida de lo que sus teรณricos y activistas suelen dar por supuesto, tal como prueba una polรญtica climรกtica europea cuyo papel de vanguardia mundial el propio Santiago es el primero en reconocer.

Estamos, en definitiva, ante un libro bien armado que logra su propรณsito: demostrar la inconsistencia teรณrica e indeseabilidad normativa del colapsismo ecologista. Que la alternativa que plantea en su รบltimo tercio resulte menos convincente para quienes creemos en la reforma ecolรณgica de las sociedades liberales tiene una importancia relativa, pues ya existe una abundante literatura decrecentista con la que enfrentarse. Este ensayo es valioso por aquello que hace mejor โ€“la crรญtica minuciosa del colapsismoโ€“ y su autor presenta el mรฉrito suplementario de realizar esa tarea desde el interior del movimiento ecologista al que รฉl mismo pertenece. ~

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(Mรกlaga, 1974) es catedrรกtico de ciencia polรญtica en la Universidad de Mรกlaga. Su libro mรกs reciente es 'Ficciรณn fatal. Ensayo sobre Vรฉrtigo' (Taurus, 2024).


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