La abstracciรณn es una manera no de evadir el mundo real,
sino de abrazar todas sus posibilidades.
Sergio Pitol
El tรญtulo de la primera novela de Ben Lerner, Leaving the Atocha station, fue extraรญdo textualmente de un poema de John Ashbery. Esa cita (en ambos sentidos de la palabra) ya revela la admiraciรณn que Lerner, poeta joven, tenรญa por el legendario Ashbery.
Variaciones de un dรญa, con poemas de Josรฉ Kozer (La Habana, 1940) y Enrique Winter (Santiago de Chile, 1982), es un diรกlogo de pliegues y repliegues รญntimos, que tiene algo de esa relaciรณn entre Lerner y Ashbery, sobre todo porque tambiรฉn estรก basada en la sorpresa mutua de un puente tendido entre dos generaciones a dรฉcadas de distancia; ademรกs de construirse como una conversaciรณn abierta entre dos poetas obsesionados por el lenguaje.
Fue Kozer quien tuvo la idea de ensayar โuna nueva estrategia por y para la poesรญaโ que trascendiera la individualidad y lograra empalmar dos voces. Asรญ naciรณ este libro que reรบne poemas (quizรก los mรกs personales) de Kozer y Winter, construyendo destellos de pensamiento poรฉtico con los ritmos de una conversaciรณn. Visualmente, contrapone la verticalidad de los poemas de Kozer (โmis longanizasโ dirรญa รฉl) a la horizontalidad de los poemas de Winter, bloques de espรญritu caligramรกtico donde entran en tensiรณn elรฉctrica el espacio positivo del texto y el negativo de la elipsis.
Un ejemplo de esas descargas ofrece el poema de Winter que abre el libro:
Por su parte, los poemas de Kozer, que destilan su refinamiento perpendicular en versos que alcanzan a veces hasta el monosรญlabo, dialogan con esas tensiones y descargas, con esas alienaciones y reconocimientos:
Los poemas deย Variaciones de un dรญa, como era de esperar, apuntan a dislocar tanto la sintaxis como nuestros horizontes de expectativas. Pues en el caso de ambos poetas se trata de una escritura gestual, de un expresionismo digresivo, de parรฉntesis, suspensos, parataxis, de encabalgamientos, despeรฑamientos y descalabros.
Sin embargo, se vislumbra a travรฉs de estos tejidos desconcertantes el material de que estรก hecha esa expresiรณn: la vida misma. Mรกs allรก de la desfamiliarizaciรณn que en los mejores momentos nos lanza a una especie de exilio de la conciencia, hay en estos poemas un rescate minucioso de elementos reconocibles de la vida cotidiana (incluso de la vida domรฉstica; monรกstica se dirรญa en Kozer) como un rescate de lo mรกs elemental.
Valga citar instantes de este libro, obviando distinguir entre sus dos autores, como forma de celebrar la lรณgica de cadรกver exquisito que propone su mรฉtodo paranoico-crรญtico: La verdad de la casa. Ciertos amaneceres de mayo en รmsterdam. Las moradas de Teresa. Guadalupe. La presencia del espacio. La plata de las noches. Los primeros pasos del dรญa. Una buena nevada. El hijo que se demora adentro. Un padre despertando de la siesta. La sagrada familia. El tallo, la raรญz de las palabras. Incluso: El bicho en el ambiente que se lo come todo. Incluso: un mundo que se despeรฑa.
Los presentes y los futuros lectores advertirรกn asรญ que en el cuerpo de todo poeta abstracto sigue palpitando el alma de un poeta conversacional. Que el aullido inescrutable del poeta neobarroco revela una melodรญa interna cargada de significaciรณn; la melodรญa de un neoalumbramiento.
La lรญnea de fuego que recorre Variaciones de un dรญa, diรกlogo (como apunta la contratapa) โentre el maestro jubilado y el padre primerizoโ, es la tensiรณn entre un cuerpo que se degenera y un cuerpo en gestaciรณn. La imagen de un cuerpo que envejece y se corrompe (blefaritis, almorranas, glaucoma, ceguera, muerte) contrasta con la de un cuerpo que se engendra, que nace, crece y gatea…
En este diรกlogo entre el poeta legendario y el poeta joven, en esta cadena de oro de muertes y nacimientos, en estas variaciones (casi hipnรณticas) de noches y de dรญas, se establece una circularidad que remite al soldado que se va y el soldado que llega en El desierto de los tรกrtaros de Dino Buzzati o al maestro que se va y el maestro que llega en โLuvinaโ de Rulfo. Pero no hay pesimismo, no hay desolaciรณn en la circularidad de Variaciones de un dรญa, todo lo contrario: es un libro de esperanza, porque por sobre todas las cosas es un libro de agradecimiento a la vida.
El novelista norteamericano Nicholson Baker dijo que toda novela (pero podrรญamos reemplazar y decir que todo poema) responde a una รบnica pregunta: โยฟVale la pena vivir?โ La respuesta que en ese sentido ofrece Variaciones de un dรญa es un rotundo sรญ.
En una reseรฑa que Ashbery escribiรณ sobre Stanzas in meditation, de Gertrude Stein (una poeta que a su vez le llevaba a รฉl cincuenta aรฑos), dice: โEl poema es un himno a la posibilidad, una celebraciรณn del hecho de que el mundo existe, que las cosas pueden suceder.โ Lo mismo me animo a decir de este libro: Una celebraciรณn del hecho de que el mundo existe, de que las cosas pueden suceder y de que aquรญ estamos para vivirlo. Paradรณjicamente inspirado durante la pandemia, momento รบnico en nuestra historia que cancelรณ, que puso en pausa el correr del tiempo, este diรกlogo de un eterno retorno entre el maestro jubilado y el padre primerizo revela una esperanza retrospectiva hacia nuestros ancestros y una esperanza prospectiva hacia nuestras descendencias.
Ben Lerner habรญa dicho: โEstoy mareado por la suerte que tuve de que mi vida se haya superpuesto con la de John Ashbery, una de las cosas buenas de haber nacido cuando nacรญ.โ Lo que hace Lerner con esa frase es reescribir a su manera la bendiciรณn judรญa delย SHEHIANU, o sea el agradecimiento de haber llegado vivo al milagro de este momento. Me imagino, leyendo entre lรญneas los diรกlogos que conformanย Variaciones de un dรญa, que una sorpresa y un agradecimiento similar deben haber sentido Kozer y Winter. Una sorpresa y un agradecimiento que tambiรฉn aguardan al futuro lector. ~
es novelista, crรญtico y profesor en la Universidad Estatal de California en Los รngeles. Su libro mรกs reciente es El lejano desoriente (Rialta, 2022)
