Chloe Aridjis
Desgarrado
Mรฉxico, FCE, 2015, 190 pp.
La segunda novela de Chloe Aridjis (Nueva York, 1971) comienza con un epรญgrafe estremecedor: “Si cien perros le ladran a un fantasma, el fantasma se vuelve realidad.” Puedo pensar en pocos epรญgrafes mรกs acertados. Conforme el lector se adentra en la novela, comienza a intuir que la escritura de Aridjis, tenaz y potente como el grito de cien perros, comparte con ellos esta habilidad para conjurar espectros. Desgarrado, novela que sutilmente entreteje la vida de una guardia de museo con la de Mary Richardson, la sufragista canadiense que en 1914 atacรณ la Venus del espejo de Velรกzquez, confirma esa sensaciรณn de placentero desasosiego que ya muchos lectores sentรญamos al leer su primera novela, El libro de las nubes. Aridjis demuestra aquรญ, nuevamente, sus enormes dotes como narradora al esbozar un mundo de contornos inciertos, de atmรณsferas perturbadoras y de miedos latentes. Confirmamos que su campo de batalla narrativo no es ni el presente ni el pasado, sino esa frรกgil grieta temporal que se entreabre tan pronto el telรณn familiar de lo real se ve interrumpido por la irrupciรณn, siempre histรณrica, de un pasado inquieto que busca redimirse. Si en El libro de las nubes Aridjis decidรญa narrar el pasado intranquilo que palpitaba, tras la caรญda del muro, bajo el Berlรญn de fin de siglo, esta nueva novela, cuya trama se centra primordialmente en Londres, retoma el tema de la vida subterrรกnea de lo histรณrico, en este caso lo acontecido alrededor del movimiento sufragista femenino de principios de siglo XX.
Desgarrado se inscribe asรญ en esa vertiente narrativa que, en la tradiciรณn de W. G. Sebald, busca explorar las violencias latentes que se inscriben en los intersticios histรณricos de las grandes ciudades. Tal y como ha sugerido Jorge Tรฉllez en su blog de Letras Libres, Aridjis esboza una fantasmagรณrica poรฉtica urbana que la acerca a un grupo de novelas recientes de gran repercusiรณn: estoy pensando en Teju Cole y su Ciudad abierta, o en el Ben Lerner de Saliendo de la estaciรณn de Atocha, o en Los ingrรกvidos, de Valeria Luiselli. Novelas que trazan recorridos ficcionales e histรณricos a pie. Novelas para paseantes valientes y obsesivos. Dentro de este talentoso conjunto de novelistas jรณvenes, tal vez lo que distinga a Aridjis sea su capacidad para retratar la forma en que la acidia –esa gran enfermedad decimonรณnica del aburrimiento y el desinterรฉs– regresa en nuestros dรญas. Sus personajes, siempre marginales, siempre un poco solitarios y obsesivos, se retraen de los tiempos veloces en los cuales vivimos para finalmente, desde esa perspectiva extraรฑamente lรบcida que nos da el aburrimiento, lograr distinguir aquello que el presente, en su velocidad extrema, no logra ver. El esquivo foco narrativo de la novela les permite a sus protagonistas ver, tras el telรณn del presente, la presencia del pasado. Los fantasmas que emergen de esa visiรณn poco tienen de novela de horror. Como en Sebald, se trata mรกs bien de retratar atmรณsferas histรณricas, de sacar a flote lo impronunciable de todo presente.
En vez de una novela de horror, nos hallamos ante una anatomรญa de lo histรณrico. Nos hallamos, como el tรญtulo insinรบa, ante una novela que gira en torno a una serie de superficies desgarradas: las grietas que marcan la superficie de las viejas pinturas, las fisuras latentes que amenazan con desgarrar nuestras vidas privadas, las fracturas histรณricas. En una escena que condensa mucho de lo que serรกn los temas de interรฉs de la novela, Marie, la guardia de museo que sirve de protagonista, comprende que el concepto de craquelado –el fenรณmeno de deterioro comรบn en pinturas antiguas– ha invadido su percepciรณn de lo real:
“Entre mรกs aplicaba a los especรญmenes vivos alrededor mรญo lo que acababa de escuchar, imaginando mรกs y mรกs grietas en su apariencia, estas fantasรญas de descomposiciรณn empezaron a tomar fuerza con mayor intensidad, como una criatura que, despuรฉs de aรฑos de adormecimiento en el fondo del ocรฉano en una oscuridad negra azulosa, recibiera un empujรณn por una corriente originada en algรบn lugar lejano –tal vez por un pequeรฑo bote que rozara la superficie del agua leguas arriba– y, despierta, abriera un ojo enorme y se preparara para el siguiente viaje.”
La lรณgica del craquelado se convierte asรญ en la figura poรฉtica insigne dentro de una novela que no vacila al momento de mezclar la historia del arte y la historia polรญtica dentro de un tapiz conceptual de amplio alcance. La escena en la cual Marie nota que el craquelado empieza a abrumarla nos provee otra de las claves de lectura: la forma en que las obsesiones privadas de sus personajes comienzan a distorsionar la realidad, sacando a flote los miedos latentes. Es este tal vez el gran tema que los lectores de Aridjis empezamos a notar como caracterรญstico de sus novelas: la autora logra alcanzar cimas al momento de describir la batalla del individuo moderno con sus ideas fijas.
No ha de extraรฑar entonces que abunden en este libro los obsesivos y las obsesiones. Desde la obsesiรณn de la protagonista con el craquelado hasta la insistente y ciega correspondencia que un poeta mantiene con sus colegas extranjeros, pasando por la imagen de una mujer empeรฑada en pintar miniaturas dentro de cรกscaras de huevo, hasta llegar a la potente figura de un chรขtelain que un dรญa decide abandonar la realidad para convertirse en un clochard, Desgarrado explora la formas en las que nuestras obsesiones privadas producen mundos paralelos que, sin embargo, acaban intersecรกndose con sutileza. En la estela de El libro de las nubes, esta nueva novela esboza un conjunto de personajes que, precisamente por su posiciรณn marginal con respecto a la cultural institucional –y gracias a ella–, emprenden una serie de proyectos que terminan por convertirlos en artistas conceptuales capaces de conjurar fantasmas histรณricos.
Su logro no es menor. Con la sutil fuerza que ha llegado a caracterizar su escritura, Aridjis lograr proyectar, sobre la atmรณsfera de la Europa moderna, la presencia espectral del movimiento sufragista, sus logros truncados y sus rรฉplicas contemporรกneas. Con la fuerza narrativa de cien perros, ha escrito nuevamente una gran novela sobre lo que le ocurre al arte tan pronto, llegando a sus lรญmites, decide brincar la muralla y adentrarse en lo real. ~
Naciรณ en San Josรฉ, Costa Rica, en 1987. Es narrador y doctor en literatura hispanoamericana por la Universidad de Princeton. Su primera novela, Coronel Lรกgrimas, Anagrama 2015.