Sufrir con elegancia

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Laia Jufresa

Umami

Mรฉxico, Literatura Random House, 2015, 234 pp.

Ana ronda los catorce aรฑos, es adicta a la lectura y cree que estรก gorda, aunque todo el mundo dice que no, que tiene “una cara preciosa”. Es el verano del 2004 y su madre insiste en mandarla de vacaciones a Michigan, al mismo lago en donde Luz, la mรกs pequeรฑa de sus hermanos, muriรณ ahogada aรฑos atrรกs. Pero Ana tiene una mejor idea: quiere quedarse en la ciudad de Mรฉxico para transformar el vulgar patio de la casa familiar en una milpa urbana. Primero con escepticismo, y mรกs tarde con algo parecido a la esperanza, los vecinos de Ana la animarรกn en sus esfuerzos: ellos tambiรฉn quieren que el duelo cese y la vida regrese a la privada Campanario.

La ausencia y la separaciรณn son quizรกs los temas principales que atraviesan Umami, la primera novela de Laia Jufresa (ciudad de Mรฉxico, 1983), una obra que narra los conflictos individuales y colectivos al interior de una apacible comunidad que lucha para sobreponerse a una serie de pรฉrdidas, aparentemente desencadenadas por la muerte de la pequeรฑa Luz: la viudez, la esterilidad, el abandono materno, el adiรณs a una infancia dolorosa, la muerte inexplicable de los hijos y, ante esta, la imposibilidad de resignarse o de escapar de los remordimientos.

El tรญtulo de la novela, Umami, hace referencia al quinto sabor que el paladar humano es capaz de reconocer y que corresponde a la sensaciรณn gustativa del glutamato monosรณdico. El umami como sabor es una sensaciรณn difรญcil de describir pero que implica la percepciรณn de que el alimento que lo contiene es delicioso, jugoso, carnoso, masticable. Este motivo se encuentra a lo largo de toda la novela. Por ejemplo, las casas de la privada Campanario han sido bautizadas por su dueรฑo, Alfonso Semitiel, con el nombre de cada uno de los cinco sabores, siguiendo una distribuciรณn inspirada en el esquema de la lengua humana, esquema que a su vez la autora usa como metรกfora de la esencia del conflicto de cada uno de los personajes que habitan en la privada: la muchacha anorรฉxica que odia a su padre, la amargada, vive en la casa Amargo; la familia que perdiรณ a la niรฑa, los desafortunados Pรฉrez Walker, viven en Salado, etc. El motivo del umami representa a lo largo de toda la novela la cualidad paladeable de la existencia humana, la capacidad de sentir y de gozar que los personajes parecen haber perdido y que desean recuperar. Otro motivo importante, el de la milpa, es articulado por la autora en varios niveles: no solo funciona como pretexto para que Ana escape del fatรญdico veraneo en Michigan, o para que Alfonso diserte sesudamente sobre los sistemas de alimentaciรณn prehispรกnicos y el desabrido amaranto, sino que se revela como un sรญmbolo de lo que renace, del despertar sexual de los personajes y la promesa de una nueva vida despuรฉs del duelo.

Una de las caracterรญsticas mรกs interesantes de esta novela es la voluntad de su autora para sumergir a sus personajes en el dolor y, al mismo tiempo, permitirles que chapoteen campechanamente en lo banal. El lado oscuro del corazรณn humano no le interesa tanto como exponer su contraparte, el lado luminoso y resiliente de la existencia. Con gracia, ligereza y un toque de hilaridad, Jufresa convierte en melancolรญa lo que otros presentarรญan ostensiblemente como tragedia, y a menudo su narraciรณn alcanza una mayor profundidad cuando escribe en tercera persona, como una voz exterior a la historia, que cuando permite a los personajes expresarse “con voz propia”. Nada de lo que el personaje de Pina “diga”, por ejemplo, nos revelarรก con mayor claridad su condiciรณn de rehรฉn del matrimonio infeliz de sus padres, que las propias palabras de la narradora:

Le da cosa quebrar el silencio, como una burbuja que ella eligiera reventar […] Otras veces no se puede, porque el aire estรก pesado despuรฉs de un pleito y le toca a ella, aunque no quiera, poner en el aire otra cosa para limpiarlo. A veces, antes de hacer un chiste sabe que sus papรกs no van a reรญrse, pero lo hace igual. Porque cuando hay un silencio sucio en el coche o en la casa, da igual que el chiste sea bueno o no: sus papรกs no estรกn de humor. Pero ella tiene que hacerlo igual, como tapar una mancha con un mantelito. Asรญ como hay huelgas de hambre, hay huelgas de risa. La huelga de Pina es de hablar.

Mรกs cercanos a la melancolรญa que a la tragedia, los personajes de Umami son capaces incluso de burlarse de su propio dolor: “Me dieron licencia con goce de sueldo […] Con ninguno de los partos me la habรญan dado, ¿eh? Los mรบsicos no creen en los bebรฉs pero sรญ en el luto; la influencia es de Wagner”, dirรก Linda, con relaciรณn a la muerte de su hija. Esta capacidad para traducir el dolor en frases ingeniosas y nรญtidas es semejante al tono de la primera novela de Banana Yoshimoto, Kitchen, cuyo tema central tambiรฉn es el duelo y la pรฉrdida y cuyos personajes tambiรฉn emplean la comida y los sabores como metรกforas de la vida.

Extendiendo la comparaciรณn mรกs allรก del tema, resulta curioso que, al igual que Yoshimoto y que un creciente nรบmero de escritores mexicanos, Jufresa no solo haya preferido presentar el lado ligero del sufrimiento humano sino que tambiรฉn haya elegido darle voz al sentir de los habitantes de los barrios acomodados de la capital: los personajes de Umami son bilingรผes (gran parte del humorismo del libro recae en los problemas de traducciรณn entre el inglรฉs y el espaรฑol), tienen educaciรณn universitaria, parten de vacaciones al extranjero, viven del arte (o de los cheques de papรก), tienen plazas en la burocracia cultural o son miembros del Sistema Nacional de Investigadores. Por supuesto, esto no constituye ningรบn problema para la novela: habrรก lectores que se sentirรกn fascinados por las cuitas de estos personajes y habrรก quienes se aburrirรกn como ostras.

En El arte de la novela, Milan Kundera (parafraseando a Hermann Broch) escribiรณ que toda novela tiene la obligaciรณn moral de descubrir una parte hasta entonces desconocida de la existencia, y puede que en esta cualidad radique uno de los principales logros de Jufresa en su primera obra de largo aliento: su oficio para explorar con minuciosidad, con una dicciรณn juguetona, mercurial, la vida interior –impoluta y desabrida como un tomate transgรฉnico– de los humanistas pequeรฑoburgueses que habitan los barrios chic de la capital, gente para la que el futuro no es una preocupaciรณn inmediata y que bien puede darse el lujo de sufrir con elegancia. ~

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(Veracruz, 1982) es periodista, editora y escritora. Este aรฑo publicรณ dos libros: Aquรญ no es Miami (Almadรญa/Producciones El Salario del Miedo/UANL) y Falsa liebre (Almadรญa)


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