Pablo Neruda
Tus pies toco en la sombra y otros poemas inรฉditos
Ediciรณn, introducciรณn y notas de Darรญo Oses. Prรณlogo de Pere Gimferrer
Mรฉxico, Seix Barral, 2014, 128 pp.
“Poemas de amor” es una de las secciones –la primera con obra de Pablo Neruda– de las que se compone Tus pies toco en la sombra y otros poemas inรฉditos, publicado por Seix Barral en el 110 aniversario del natalicio del poeta. No es extraรฑo que, cuando uno piensa en el chileno, lo primero que venga a la memoria sean sus poemas amorosos. En 1924 publicรณ Veinte poemas de amor y una canciรณn desesperada, y en 1936, en Espaรฑa, el mismo libro con el tรญtulo de Primeros poemas de amor (veinte poemas). Reparo en el nombre de la secciรณn porque los editores asรญ lo proponen: “Poemas de amor” y “Otros poemas”. Esos “otros” se sitรบan, seรฑala Darรญo Oses en la introducciรณn, “dentro de los grandes temas de su poesรญa”. Ademรกs del amor, “la naturaleza de su patria, el mundo y las cosas que lo llenan, su propia biografรญa, los deberes del poeta, los viajes, los oficios y los trabajos del hombre”. Lo curioso es que los poemas amorosos son solo seis. Se publican quince poemas mรกs y el resto de la ediciรณn, que consta de ciento veintiocho pรกginas, incluye la introducciรณn, el prรณlogo de Pere Gimferrer, las notas a la ediciรณn, algunas pรกginas facsimilares y el รญndice. Es entonces un libro raro, con veintiรบn poemas inรฉditos de Neruda y muchas pรกginas mรกs. ¿Es extraรฑo que en una ediciรณn acadรฉmica ocurra esto? No. Lo que llama la atenciรณn es que sea Seix Barral, en su colecciรณn Biblioteca Breve, quien la publique.
Habrรก quien apunte hacia el sesgo comercial que se impone en una ediciรณn de esta naturaleza. Ademรกs de anunciar con un cรญrculo rojo en la portada “Neruda inรฉdito”, era necesario iniciar con lo mรกs recordado del poeta. Llamar a la secciรณn “Poemas de amor”, y no “Poemas amorosos”, es otra decisiรณn hermana de esa pretensiรณn. No “poemas amorosos”: de amor, como los habrรญa nombrado Neruda hace noventa aรฑos. ¿Habrรญa estado fuera de lugar distinguir otra secciรณn con el nombre de, por ejemplo, “Poemas a la patria”? La patria, en esos tรฉrminos, no vende, pero el amor, quizรก, todavรญa, sรญ.
No estรก mal que se quiera vender la poesรญa. No estรก mal que se realicen investigaciones alrededor de las minucias que un Premio Nobel dejรณ regadas aquรญ y allรก. Pero, ¿era necesario publicar con pretendida fidelidad los “dedazos” de Neruda? Me parece incomprensible si, ademรกs, se estรก incluyendo el facsimilar. No todos los poemas incluidos se acompaรฑan del facsimilar, podrรญan decirme los editores, pero entonces uno se pregunta quรฉ criterios privaron para su elecciรณn y, por quรฉ, si lo importante son los poemas de Neruda (“el mayor hallazgo de las letras hispanas en los รบltimos aรฑos”), los lectores debemos pagar por las pรกginas de una introducciรณn que poco dice, salvo la reiterada advertencia de que estos poemas habรญan seguido “manteniendo su condiciรณn de inรฉditos”, o las “Notas”, tambiรฉn de Oses, que son una oda a la repeticiรณn. (El fragmento “Este poema fue encontrado en una caja que contiene manuscritos de poemas, principalmente de odas: a la primavera, a Walt Whitman, a Louis Aragon, y que despuรฉs se incluyeron en diversos libros: Odas elementales, Nuevas odas elementales, y Navegaciones y regresos”, aparece, exactamente igual, en cinco notas consecutivas.)
Tal vez al autor de las Odas elementales le asombrarรญa saber que esos breves pedazos de papel donde escribiรณ algunos apuntes de poemas (servilletas, el menรบ de un barco, programas musicales, entre otros), hoy son llamados “soportes”. Todo cambia, pero tiene razรณn Pere Gimferrer cuando dice que quizรก sus propios apuntes y las notas sobre la obra inรฉdita del poeta son solo necesarios para los “nerudianos y nerudistas” y que “nada o casi nada de todo ello puede necesitar el lector de Neruda”.
En su prรณlogo, Gimferrer intenta justificar “ciertas aparentes redundancias” en alguno de los poemas y otros incidentes ciertamente interesantes sobre el รบltimo de ellos, “[Roa Lynn y Patrick Morgan]”, pero al lector le queda la sensaciรณn de que es un prรณlogo forzado y que su sentencia final sobre los poemas –“definitivos e irrefutables”– no se cumple, salvo porque ya fueron impresos. Los veintiรบn poemas de Neruda son irregulares y varios de sus versos bastante flojos: “ahora / si en el momento / de peligro / para mi pueblo / busco / la bandera / subo / a los campanarios / olvidando / la ola / bordada con espuma, / olvidando / la flor / en el camino / no hice / mรกs que ninguno, / talvez menos que todos,”. Podrรญa bordarse sobre la coma final del poema largamente. No lo creo necesario. El “talvez”, tal vez podrรญa haberse corregido…
Sin embargo, los versos de Neruda se resisten al olvido por la materialidad sonora de una cadencia y unas imรกgenes que para la poesรญa hispanoamericana son familiares (“Dรญa de primavera, / largo dรญa de Chile, / largo lagarto verde / recostado / en el anfiteatro de la nieve / frente al azul marino.”) Y es imposible no recordar aquellas lรญneas del “Tango del viudo” –“Asรญ como me aflige pensar en el claro dรญa de tus piernas / recostadas como detenidas y duras aguas solares”– cuando leemos: “Oh piernas heredadas de la absoluta avena / cereal, extendida la batalla…” Asรญ, leer este libro de Neruda es como llegar de sรบbito hasta los muros de tu antigua casa, tocar el timbre y que te abran la puerta. ~
(Ciudad de Mรฉxico, 1961) es poeta, ensayista y editora de poesรญa en Letras Libres. Este aรฑo su libro Estrella de dos puntas. Octavio Paz y Carlos Fuentes: crรณnica de una amistad (Ariel, 2020) recibiรณ los premios Mazatlรกn de Literatura y Xavier Villaurrutia.