Foto: Noordbrabantsmuseum, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=9846138

Cómo embalsamar un cuerpo

La obra de Hieronymus Bosch ha propiciado un importante acervo literario. Publicamos un poema, en versión bilingüe, a propósito de “La muerte y el avaro”.
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How to embalm a body
After ‘The death and the miser’ (1494) by Hieronymus Bosch

 

I

[Undress the body, place it on an embalming slab] 

He was carried by a mouse-headed black and yellow butterfly, 
a little frog covering his small penis, blood spilling underneath. 

His hands tied up behind him. Purple clots on his cheek. 
I heard him saying something before a gasp. A name? 
A place we’ve been together? 

 

II

[Shave, set the facial features. Pack the oral cavity, eyes with cotton, fill up sunken areas of the face, balancing the nose to achieve a pleasant facial appearance prior to the embalming process.] 

Hollowed kiss. Hollowed temple. Empty hands. 
A bird perched on a white party wall watches him. 

He looks asleep. He dreams of little insects- 
wasps, bees, weevils on lemons. Nearby, 

a speckled salamander with a round red hat, 
counts leaves from a fallen peach tree. He is missing 
two eyes. After death, his face turned nasty.

 

III

[Raise the carotid or brachial artery. Cut the body, finding the artery and securing it for injecting formaldehyde. Depending on the case (or preference of embalmer) any of these arteries may be used for injecting the embalming fluid]. 

He was in pain, nobody noticed it. 
His legs grew thinner by the day. 
Bone-deer antlers tucked in at an angle. 

No smooth surfaces, just blotches, little roads 
on skin, stagnated lakes. He wanted to be led 
to a burning tower. No courage to say it. 

His icy voice.
Salamander suggested a niche in the 4th floor. 

 

IV

[Inject the embalming fluid into the artery, drain from the jugular, femoral or brachial veins, using an embalming machine. This machine injects formaldehyde into the body while forcing the blood out]. 

By the time I left he was almost gone. His fingers 
didn’t move as they should. A last touch. 

Droplets of dried blood beneath his nails. 
Will he hear us talking about him? 

A whisper to. The little radio still on: 
Olinda Bozán singing, slowly, ‘Saludó y se fue’.

 

V

[Puncture, aspirate all of the major organs in the torso by using a trocar –a long needle attached to a hydro-aspirator that is inserted two inches to the left and two inches above the umbilicus or belly button. Next the cavity is filled with a highly concentrated formaldehyde solution]. 

Inside the bedroom everything was calm. No light 
could enter from the living room. It rained. Stopped raining. 
Rained again. A Sunday newspaper neatly folded. 

A pillow for the night nurse. His walker, 
a prehistoric creature no longer used. 
A small dish with food he wouldn’t swallow. 

Piles of medicine card-boxes in different bright colours. 
His handkerchief beneath stained bedsheets. 
Will he hear the rain clogging the patio? 

A low voice of bubbling 
next to the oxygen tank, 
distilled water to humidify a last sentence  

 

VI

[Wash the body. Use special germicidal soap to disinfect the body while it is being embalmed]. 

It was too late for grapes (uva chinche), 
yet blackbirds arrived, one by one. 

Dust gathering under his favourite sofa. 
I was leaving that day, he knew by heart. 

I told him I would plant a citrus tree in his honour.

 

VII

[Seal the incisions by stitching, apply liquid adhesive to the area. Once the body has been sealed, the incision sites may be wrapped with elastic to further prevent leakage]. 

As statues holding hands, 
a secret told at noon, sealed lips. 

Cells decomposing fast 
against slight thumping of heart. 

Not his. In the kitchen 
they waited for me to leave. 

I can’t lift my bags.

 

VIII

[Dress the body in preparation for viewing].

Cracking voice: ‘Como quien va
Para no volver, me miró al pasar
Saludó y se fue. ¡No lo he visto más!’. 

At 18.20 he was gone. The trees near 
the runway golden ocre, red in parts. 

Sycamore. Eucalyptus of the pampas. 
His flight departed, a day nurse rushed out with the news. 

‘Como quien va, Para no volver,
Me miró al pasar, saludó y se fue. ¡No lo he visto más!’

 

Cómo embalsamar un cuerpo
Basado en ‘La muerte y el avaro’ (1494) de Hieronymus Bosch.  

 

I

[Desvestir el cuerpo, dejarlo sobre la mesa de embalsamamiento

Fue llevado por una mariposa blanca y negra con cabeza de ratón, 
una rana cubría su pequeño pene, por debajo le brotaba sangre. 
Sus manos estaban atadas por la espalda. Tenía manchas púrpuras en la cara. 
Le escuché decir algo antes de jadear. ¿Un nombre? 
¿Un lugar en el que estuvimos juntos alguna vez? 

 

II

[Afeitar el rostro, limpiar las expresiones faciales. Llenar la cavidad oral, los ojos con algodón, las zonas hundidas de la cara, balancear la nariz para lograr una apariencia facial placentera antes de iniciar el proceso de embalsamamiento] 

Beso hueco. Sien hundida. Manos vacías. 
Un pájaro encaramado en la medianera lo mira. 

Parece dormido. Sueña con pequeños insectos: 
avispas, abejas, gorgojos en limones. Muy cerca, 

una salamandra moteada con un sombrero rojo 
cuenta las hojas caídas de un duraznero. Le faltan 
dos ojos. Después de muerto, su cara se volvió repugnante.

 

III

[Levantar la carótida o la arteria braquial. Cortar el cuerpo, buscando la arteria para inyectarle formol. Dependiendo del caso o preferencia del embalsamador, cualquiera de estas arterias puede ser utilizada para inyectarse el fluido embalsamador]. 

Estaba dolorido, nadie lo notaba. 
Con los días sus piernas cada vez más flacas. 
Huesos como astas de ciervo arropadas en ángulo. 

No había superficies suaves, sólo manchas, pequeños caminos 
sobre la piel, lagos estancados. Quería que lo llevaran 
a una torre circular. Pero no podía decirlo. 

Su voz de hielo
La salamandra sugirió un nicho arriba, en el 4to piso. 

 

IV

[Inyectar el fluido embalsamador en la arteria, drenar las venas jugular, femoral o braquial, utilizando una máquina embalsamadora. Esta máquina inyecta formol en el cuerpo, mientras fuerza la salida de sangre]. 

Para cuando me fui a él le quedaba muy poco. Sus dedos 
no se movían como debían. Una última caricia. 

Gotas de sangre seca en sus uñas. 
¿Nos escuchás hablando de vos? 

Un suspiro, otro jadeo. La radio aún prendida: 
Olinda Bozán cantando ‘Saludó y se fue’.

 

V

[Punzar, aspirar todos los órganos principales del torso utilizando una aguja trocar recta o curva para perforar la pared del tórax, conectada a un hidro-aspirador. Luego, la cavidad se rellena con una solución altamente concentrada de formol]. 

Dentro de la habitación todo era calma. Ninguna luz 
podía entrar desde el living. Llovió. Paró. 
Volvió a llover. El diario del domingo doblado cuidadosamente. 

Una almohada para la enfermera. Tu andador, 
criatura prehistórica ya sin uso. 
Un platito con comida que no podías tragar. 

Cajas apiladas de medicamentos de todos colores. 
Tu pañuelo escondido debajo de las sábanas manchadas. 
¿Escuchás la lluvia inundando el patio de atrás? 

Una voz baja burbujeando 
junto al tanque de oxígeno, 
agua destilada para humedecer la última frase. 

 

VI

[Lavar bien el cuerpo. Usar un jabón especial germicida para desinfectar el cuerpo embalsamado]. 

Era demasiado tarde para las uvas, 
sin embargo vinieron los mirlos, uno por uno. 

Se fue juntando polvo debajo de tu sillón favorito. 
Yo me iba ese día, vos lo sabías de memoria. 

Te prometí que plantaría un limonero en tu honor.

 

VII

[Sellar las incisiones con costura, aplicar líquido adhesivo en la zona. Una vez que el cuerpo queda sellado, las incisiones deben ser cubiertas con plástico para evitar derrames]. 

Como estatuas tomadas de la mano, 
un secreto al mediodía, los labios se sellaron. 

Las células comenzaron a descomponerse rápido 
a medida que el corazón se detenía. 

El tuyo no. En la cocina 
esperaron que me fuera. 

Yo no poda levantar mis valijas.

 

VIII

[Vestir al cuerpo, prepararlo para su exposición].

Una voz entrecortada: ‘Como quien va
Para no volver, me miró al pasar
Saludó y se fue. ¡No lo he visto más!’. 

Todo ocurrió a las 18.20. Los árboles al costado
de la pista de despegue se volvieron ocre, colorados. 

Sicómoros. Eucalipto de las pampas. 
Su vuelo ascendía. La enfermera corría para dar la noticia. 

‘Como quien va, Para no volver,
Me miró al pasar, saludó y se fue. ¡No lo he visto más!’

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(Buenos Aires, 1975) es periodista, escritor y poeta. Es autor de “Un lugar propio” (Letras del Sur, 2015), y “Mar de Noche” (Letras del Sur , 2016).


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