Un dรญa de 1983, luego de la esperada reconciliaciรณn con su hija Helena tras muchos aรฑos de no verla, Octavio Paz le escribiรณ una carta. En la parte final decรญa: “Vi un laurel la otra maรฑana y ese รกrbol me recordรณ un poema de Yeats que quise leerte [tachado] cuando eras niรฑa y del que ahora –sigues siendo niรฑa para mรญ– te digo dos estrofas.” El poema se titulaba “A prayer for my daughter”. Paz lo transcribiรณ en inglรฉs. Estas son las estrofas, traducidas por Julio Hubard:
Que florezca como รกrbol escondido,
que sea su razรณn como un jilguero,
sin otro asunto que esparcir en torno
y solo por el goce emprenda caza,
y solo por el goce inicie un pleito.
O viva y reverdezca cual laurel
que eche raรญces en lugar querido.
Mi mente, como aquellas que he
o el tipo de belleza que he elegido,
avanza poco, se ha ido secando,
pero sabe que ahogarse con el odio
bien puede ser el peor de losdestinos.
Si del odio una mente queda intacta,
Historiador, ensayista y editor mexicano, director de Letras Libres y de Editorial Clรญo.