“El simulador”, un cuento de Ana Merino

En la obra colectiva 'Doce visiones para un nuevo mundo', publicada por la Fundaciรณn Banco Santander, escritores como Agustรญn Fernรกndez Mallo, Ana Merino, Juan Manuel de Prada o Mercedes Cebriรกn exploran el futuro de la humanidad.
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La Fundaciรณn Banco Santander encargรณ a doce escritores un texto narrativo que abordara la cuestiรณn del futuro del ser humano. El resultado es la obra ‘Doce visiones para un nuevo mundo. ยฟHacia dรณnde camina el ser humano?’, reciรฉn publicada en la colecciรณn Obra Fundamental de la fundaciรณn con epรญlogo de Cรฉsar Antonio Molina. A continuaciรณn reproducimos el relato de la escritora Ana Merino.

โ€”Habrรก que reiniciar. โ€”Anne revisรณ el panel de su tableta con gesto de fastidioโ€”. Me temo que nada de lo que hay aquรญ nos va a servir.

Se la notaba cansada y sin muchas ganas, habรญan trabajado demasiado y le dolรญa la cabeza.

โ€”Intรฉntalo, tal vez la conexiรณn compartida no estรก funcionando. โ€”Adam miraba alrededor mostrando una actitud esperanzada y jubilosaโ€”. Son un montรณn de cosas. Estoy seguro de que algunas, con ciertas modificaciones, nos serรกn muy รบtiles.

โ€”No lo sรฉ, estas instalaciones son obsoletas. Todo esto tiene pinta de no haber resistido al paso del tiempo. โ€”Anne no intuรญa las mismas posibilidades que anticipaba su esposo.

โ€”Quรฉ bonito es todo, y quรฉ extraรฑo, ยฟverdad? โ€”dijo รฉl mientras empujaba una puerta que daba acceso a la gran nave de experimentosโ€”. Increรญble โ€”siguiรณ comentandoโ€”, esto fue en su dรญa el mayor y mรกs avanzado simulador de conducciรณn…

โ€”Exactamente, querido: โ€œfueโ€. โ€”Anne le interrumpiรณ e hizo hincapiรฉ cambiando el tono de su voz al pronunciar en pasado el verbo ir, para que Adam entendiera su postura escรฉptica. No querรญa que su esposo se hiciera falsas ilusiones.

โ€”Vale, aquรญ se llevaron a cabo muchรญsimas investigaciones hace tiempo, pero la maquinaria parece estar intacta. โ€”Adam se referรญa a las burbujas gigantescas y robรณticas de metal blanco que tenรญan en su interior automรณviles.

โ€”Intacta, de hace mรกs de cien aรฑos…, 147 para ser exactos โ€”puntualizรณ Anne.

โ€”Ya, pero estas instalaciones han estado a salvo, hermรฉticamente cerradas, y usaban energรญa solar autosuficiente. Descifrar su mecanismo puede servirnos.

โ€”No tienen buena pinta…, creo que aquรญ, sobre todo, hay chatarra โ€”insistiรณ Anne.

โ€”Vamos a intentarlo, serรก bueno saber cรณmo funcionaba todo esto.

โ€”No creo que fuera tan distinto de lo de ahora, en realidad hemos avanzado poco. โ€”Anne quiso quitarle importancia a la situaciรณn mientras reconectaba su tableta para que midiera la energรญa de los aparatos que Adam iba encendiendo.

โ€”Parece que los generadores solares estรกn respondiendo, ยฟno? Hicimos bien en limpiar las placas de fuera. Anne, creo que necesitas tener paciencia, te lo pido por favor โ€”le suplicรณ su marido con tono cariรฑoso.

La mujer suspirรณ mientras se apoyaba en una de las superficies con teclas y, entretanto, una de las pantallas grandes empezaba a iluminarse.

โ€”Hemos logrado lo mรกs difรญcil, llegar โ€”le dijo Adam mientras la miraba con ternura. Pero Anne no respondiรณ y siguiรณ comprobando los paneles.

El hombre cerrรณ los ojos y quiso imaginarse en otro tiempo, cuando aquel lugar estaba lleno de ingenieros haciendo experimentos. Su bisabuelo habรญa sido el รบltimo en salir de allรญ y el encargado de desconectarlo todo. Tuvieron pocas horas, por eso daba la sensaciรณn de que todo lo que estuvieran haciendo habรญa sido interrumpido por unos instantes. Estar allรญ era como viajar en el tiempo.

โ€”ยกCรณmo me alegro de que nos dieran los permisos! โ€”Adam seguรญa ilusionado con la sensaciรณn de estar viviendo un momento importante en ese lugar ligado a su historia familiar.

Anne miraba las mรกquinas y anotaba con el dedo en su tableta. Hacรญa un esfuerzo por resistir, porque estaba realmente cansada por todo el trabajo fรญsico que habรญan hecho antes de abrir las primeras compuertas.

โ€”Vaya, parece que ahora responde bien โ€”le dijo Anne a su marido. Comprobar que los circuitos internos empezaban a funcionar la animรณ un poco, tragรณ saliva y se concentrรณ en activar algunas cosas.

Una de las cรกpsulas en forma de huevo gigantesco se abriรณ cuando Anne presionรณ varias palancas.

โ€”Mira quรฉ automรณvil tan bonito โ€”comentรณ Adamโ€”, y quรฉ limpio, como si fuera nuevo.

โ€”Al estar cerrado no ha entrado ni una mota de polvo โ€”dijo Anne.

โ€”ยฟLo probamos? โ€”A Adam le apeteciรณ mucho sentarse en los asientos de cuero brillante con sus reposacabezas.

โ€”Me da pena mancharlo todo โ€”respondiรณ Anne.

La ropa de ambos era de una tela grisรกcea y estaba llenรญsima de polvo. Habรญan pasado varias horas limpiando las placas y los paneles solares antes de entrar en las instalaciones. Activaron los filtros de oxรญgeno que habรญan traรญdo y abrieron los conductos para que volviera a circular el aire desde fuera hacia dentro.

โ€”Si quieres nos desvestimos y asunto arreglado โ€”dijo Adam mientras se quitaba con gusto la especie de mono de tela gruesa que llevaba y lo arrinconaba en el suelo. Debajo vestรญa una malla oscura. Mirรณ a Anne y la animรณ a hacer lo mismoโ€”: Aquรญ estamos a salvo, quรญtatelo tรบ tambiรฉn, te sentirรกs mรกs cรณmoda.

La mujer no sabรญa realmente quรฉ hacer:

โ€”No lo sรฉ. ยฟCuรกles son los protocolos en este caso?

โ€”Ninguno. Nos han asignado este lugar, aquรญ podemos hacer lo que nos plazca. โ€”Uf, no me acostumbro a ser libre โ€”contestรณ Anne preocupada mientras miraba de reojo a uno y otro lado.

โ€”Somos repobladores, disfrutemos de lo que conlleva.

โ€”ยฟY si nos enfermamos? โ€”dijo Anne con algo de angustia.

โ€”Tus medidores indican que el aire ya estรก limpio y que la radiactividad es muy leve, ยฟverdad?

โ€”Vale, me lo quito. Estรก sucรญsimo. โ€”Anne se desprendiรณ del denso mono de tela gris y lo dejรณ en el suelo junto al de Adam. Ella tambiรฉn llevaba ropa interior de un color oscuro.

โ€”Mi padre me contรณ que aquรญ su abuelo estudiaba a la gente que conducรญa, que hacรญan muchos experimentos con estas mรกquinas. El mundo estaba lleno de coches, quรฉ raro se me hace โ€”dijo Adam mientras se sentaba en el asiento del piloto.

โ€”Estos asientos son comodรญsimos. โ€”Anne celebrรณ por fin sentarse, y reclinรณ el asiento del copiloto mientras se estiraba y comprobaba su funcionamiento. Luego lo volviรณ a enderezar para mirar su tabletaโ€”. Buenas noticias, parece que tenemos conexiรณn compartida incluso con este aparato.

โ€”ยฟEso quรฉ quiere decir? โ€”preguntรณ Adam. โ€”Que tenemos este mausoleo bajo mi control.

โ€”Te lo dije, no todo es chatarra.

โ€”Vas a tener razรณn, cariรฑo, pero creo que me estoy durmiendo. โ€”Anne ya no daba mรกs de sรญ y el cรณmodo asiento del coche, metido en la estructura de la esfera del Simulador, la invitaba a dar una cabezada. Antes de cerrar los ojos ofreciรณ unas breves instrucciones a Adamโ€”: Puedes hacer lo que quieras, he conectado el aparato para que puedas tener una experiencia simulada.

โ€”ยฟDe verdad? โ€”Adam vio cรณmo el panel se encendรญa.

โ€”Recuerda que el volante debe permanecer recto y seguir la direcciรณn de la carretera, y abajo estรกn los pedales del acelerador y el freno.

โ€”Sรฉ conducir mejor que tรบ estas mรกquinas.

โ€”Diviรฉrtete โ€”dijo Anne mientras se quedaba profundamente dormida. Adam, sentado en la plaza del conductor, se sentรญa como un niรฑo feliz. Las endorfinas y la sensaciรณn de estar conduciendo de verdad le mantenรญan despierto. En las pantallas que rodeaban el coche aparecรญa un paisaje verde. Habรญa otros coches en la carretera. A veces debรญa frenar para evitar a los ciervos, y otras reducir la velocidad porque habรญa zonas en construcciรณn. Notaba cรณmo el coche se movรญa simulando todos los movimientos.

โ€ข

โ€œAsรญ que la tierra de mi bisabuelo era verde y estaba llena de carreterasโ€, pensรณ Adam mientras aceleraba y se alejaba de los coches que habรญan aparecido al principio. Ahora no quedaba ninguna de esas carreteras. Los cambios bruscos de temperatura y el abandono habรญan hecho que creciera la maleza y los resistentes hierbajos, y solo permaneciera un leve trazo. Por lo visto, los matojos se habรญan adaptado bien a la radiactividad y al polvo volcรกnico. โ€œUn cรณctel corrosivoโ€, decรญan los informativos al aludir a aquellos sucesos.

Mezcla el descuido de los fallos humanos y el rugir de la tierra y tendrรกs el apocalipsis. Ni los mejores sismรณlogos de aquel entonces pudieron predecir los fuertes terremotos. Tampoco los ingenieros que habรญan diseรฑado las centrales nucleares dos siglos atrรกs. En la segunda mitad del siglo XX se habรญan construido demasiadas centrales nucleares, que los humanos del siglo XXI no supieron gestionar correctamente. Eso les habรญan explicado de niรฑos a Anne y Adam. Por eso los humanos al final improvisaron, porque no existen instrucciones perfectas para hacer frente a las catรกstrofes mรกs insรณlitas. Con los temblores de la tierra, varias de las centrales mรกs antiguas se daรฑaron gravemente y dejaron escapar su venenosa energรญa. En realidad, se lo llevaron todo por delante. Asรญ fue como tuvieron que desalojar inmensos territorios. Un dรญa la Tierra empezรณ a convulsionar y los imperios de oriente y occidente se fueron resquebrajando con sus frรกgiles centrales nucleares y sus bases de datos y sus infraestructuras colapsadas. El enemigo invisible era la energรญa que habรญan inventado. El siglo XX se volviรณ contra ellos, les pasรณ una espeluznante factura.

Mientras la corteza terrestre temblaba con fuerza, y volvรญa a temblar con el eco de las rรฉplicas, algunos volcanes dormidos se despertaron. Fue como si la Tierra estuviera viva, el magma querรญa salir y apoderarse de los valles. Comenzaron las explosiones, las erupciones volcรกnicas, y las cenizas invadieron los cielos de los ocรฉanos obligando a los aviones a aterrizar en cualquier sitio. Ya no habรญa visibilidad y todas las aeronaves transoceรกnicas se quedaron en tierra.

No fue una gran guerra ni una pandemia lo que al final acorralรณ al ser humano. Fueron los intensos terremotos y la fuerza enrarecida de los volcanes los que iniciaron un cambio de paradigma. Fue la total destrucciรณn de muchas poblaciones estratรฉgicas que jamรกs imaginaron que pudieran ser susceptibles de semejantes catรกstrofes. Pero, curiosamente, la infraestructura del Simulador estaba intacta, como si nada del horror y el caos que hubo entonces lo hubiera tocado. Ni una grieta, solo el abandono y la espera.

El padre de Adam habรญa conservado como una reliquia el viejo coche del bisabuelo, por eso รฉl, en cierto modo, sabรญa conducir. Ya no funcionaba y ocupaba todo el patio trasero de los contenedores vivienda. A Adam le gustaba jugar a pilotarlo, apretar el pedal de freno y el del acelerador, y rememorar las historias de cรณmo aquel trasto habรญa salvado a la familia de una muerte segura. Habรญa recorrido mil trescientos kilรณmetros de distancia dejando atrรกs el repentino apocalipsis de radiaciรณn y ruinas. Ante tanta suma de catรกstrofes, los gobiernos no se esforzaron en mandar liquidadores. Las noticias eran espeluznantes y ya nadie querรญa ir a limpiar los desastres. No merecรญa la pena el esfuerzo, en realidad no podรญan, estaban desbordados, pasaron pรกgina y trataron de reinventarse en las รกreas seguras de contenciรณn y supervivencia. Por eso, simplemente evacuaron a las poblaciones prรณximas a los epicentros del caos rogรกndoles que se fueran cuanto antes. Luego marcaron los perรญmetros de zonas muertas donde nadie debรญa acercarse, las franjas de zonas tรณxicas y peligrosas. El mapamundi se llenรณ de cรญrculos amarillos considerados infiernos radiactivos y de cรญrculos rojos donde estaban los desiertos volcรกnicos que seguรญan escupiendo magma.

Adam se puso a hablar solo, sabรญa que Anne estaba en las profundidades de un sueรฑo denso cocinado con el cansancio del largo dรญa trabajando. Puso un tono solemne en su monรณlogo:

โ€”Heredamos la nostalgia por los lugares que fueron el cobijo de nuestros antepasados.

Anne respiraba emitiendo leves ronquidos, como si aquella frase que le sonaba tan bien a Adam no fuera con ella. El hombre siguiรณ hablando:

โ€”Heredamos las historias que nos describen cรณmo ha sido la vida en otro tiempo. Anne, ยฟsabes?, nos toca vivir en el presente, construir un futuro, pero el pasado es la sombra que nos murmura… โ€”Los ronquidos de Anne sonaron con mรกs fuerza. Adam parรณ el coche y el motor del Simulador se detuvoโ€”. Sรญ, querida, el pasado, en realidad, nos ayuda a entender las grandes equivocaciones.

Adam habรญa crecido en las montaรฑas, a mil trescientos kilรณmetros del Simulador, del gran proyecto de su bisabuelo, el ingeniero. La industria del automรณvil, por aquel entonces, estaba en un momento esplendoroso, en la era de la globalizaciรณn, segรบn decรญan, y buscaban coches mรกs eficaces e inteligentes con los que competir en los grandes mercados. Coches que ayudasen a los conductores, que se hicieran con los mandos si el piloto se quedaba dormido, que pudieran anticipar un accidente. La tecnologรญa puesta al servicio de una vida llena de comodidades. Se fabricaban todo tipo de productos. Habรญa avances vertiginosos que propiciaban el consumo de una gama infinita de objetos electrรณnicos. Cientos de aplicaciones proyectaban ilusiones virtuales en las pantallas de los dispositivos.

Pero todo cambiรณ con el tenebroso rugido de la Tierra transformado en temblores, con el desmoronamiento de las ciudades y sus edificios carismรกticos, con la suma de catรกstrofes nucleares encadenadas. La vieja central nuclear que habรญa asolado los alrededores del Simulador estaba a cincuenta y cinco kilรณmetros, en un รกrea de pequeรฑas poblaciones que tuvieron que renunciar a sus vidas en unas horas y escapar con lo puesto.

โ€œDicen que era la zona mรกs fรฉrtil de la tierra, quรฉ pena que se contaminaraโ€, solรญa repetir la abuela de Adam, que tambiรฉn habรญa nacido por allรญ. Tenรญa solo seis aรฑos cuando sucediรณ el accidente. Recordaba a su madre metiendo maletas y cajas en el coche, y a su hermano pequeรฑo de tres aรฑos llorando, y al perro dando largos aulli- dos como si llegara el fin del mundo. Y es que era, literalmente, el fin del mundo, segรบn clamaban las redes sociales y los informativos. Tuvieron que dejarlo todo atrรกs y buscar una ruta de salida. La anciana recordaba bien las horas interminables en la carretera, filas de coches acelerando por los caminos y los sembrados llenos de cosechas a los lados.

โ€œNunca antes la consideraron zona de peligro sรญsmico โ€”se lamentaba ya muy ancianaโ€”, el epicentro del terremoto estaba lejรญsimos, nosotros realmente no lo notamos, pero la central nuclear por lo visto se resquebrajรณ.โ€

Las grietas, el derrumbe de los muros de contenciรณn y el sobrecalentamiento generaron un grave incendio y una explosiรณn. El accidente nuclear obligรณ al รฉxodo. Y esto se sumรณ a un encadenamiento de desgracias, los edificios que almacenaban la nube de informaciรณn de las redes tambiรฉn se derrumbaron, y las torres de repeticiรณn de los telรฉfonos mรณviles. Las infraestructuras que se habรญan construido a prueba de graves catรกstrofes no superaron el reto y se interrumpieron los sistemas de comunicaciรณn inalรกmbrica. Los diseรฑos del siglo XX y del XXI se desmoronaron. Y siglo y medio despuรฉs de todo aquello solo quedaban los traumรกticos recuerdos que habรญan pasado de boca a oreja, historias de los que lo vivieron siendo niรฑos muy pequeรฑos, o crecieron escuchando a sus padres relatarles el horror de la gran catรกstrofe.

Muy pocos se atrevรญan a solicitar permisos para la exploraciรณn de los lugares tรณxicos que quedaron abandonados. Habรญa cientos de zonas restringidas, las mรกs tenebrosas destacaban por ser autรฉnticos cementerios de huesos al aire libre en ciudades en ruinas a las que nadie obviamente querrรญa ir. Pero el รกrea donde estaban Anne y Adam era una zona de praderas y llanuras de vegetaciรณn desbordada, donde solamente se habรญa depositado algo de polvo denso. Un paraje inquietante y misterioso para los aventureros de espรญritu desencantado que consideraban la idea de asentarse en tierra de nadie.

Muy pocos comprendรญan la absurda iniciativa de los repobladores. Se consideraba una patologรญa esa curiosidad morbosa por conocer de cerca los territorios desolados del cataclismo. Pero Adam no tenรญa curiosidad morbosa ni nada de eso, en realidad รฉl estaba buscando dar un sentido a su vida. Querรญa reconstruir la mirada del pasado y en ese esfuerzo apreciar su presente. El mundo no se parecรญa en nada a lo que habรญa sido la vida antes del cataclismo nuclear. Si solo hubieran sido los terremotos y las erupciones volcรกnicas, hubiera resultado mรกs fรกcil sobreponerse a aquello, pero la radiactividad lo contaminรณ todo. Por eso hubo que esperar casi un siglo y medio. El anhelo por el regreso se heredรณ en la forma de un relato maravilloso que pasรณ de una generaciรณn a otra.

โ€”Estoy seguro de que habrรกn bajado los niveles de radiaciรณn, los datos han quedado obsoletos y no parece que les preocupe demasiado reevaluarlos โ€”le dijo un dรญa Adam a su mujerโ€”. Me gustarรญa solicitar los permisos. Quiero ir a allรญ, quiero ver lo que queda de aquello.

Anne deseaba que su esposo se sintiera mejor y volviera a encontrar su rumbo existencial. Ella tambiรฉn estaba harta de la rutina de su propia vida. Querรญa que Adam se curara y hallara la calma mรกs allรก de los pensamientos del trauma colectivo de sus antepasados. El miedo heredado a las catรกstrofes y el trauma del รฉxodo habรญan generado una sociedad fuertemente reglada que no pensaba en las emociones cotidianas. Eran grupos sociales que se limitaban a subsistir, cumpliendo sus funciones en absoluta armonรญa dentro de un entorno asรฉptico extremadamente protegido y lleno de rรญgidas restricciones.

El proyecto de la nueva civilizaciรณn armรณnica era vรกlido, pese a las renuncias implรญcitas y a las duras reglas de contenciรณn que estructuraban sus leyes. Vรกlido, necesario y satisfactorio para la mayorรญa. Pero Anne y Adam, al cumplir aรฑos y cruzar la barrera de los cincuenta, empezaron a sentir una especie de vacรญo que no se estabilizaba con ninguna medicaciรณn sicotrรณpica. Sobre todo Adam, que se despertaba agitado en medio de la noche y muchas veces ni siquiera podรญa dormir. Lloraba sin entender por quรฉ y le temblaban las manos. Tuvo que dejar de trabajar procesando alimentos y comenzรณ una terapia intensiva que no le servรญa. Nada le servรญa para combatir el ahogo y la presiรณn que sentรญa en el pecho. La convivencia vecinal se enrareciรณ y tuvo cuadros paranoicos.

Fue entonces cuando les sugirieron la posibilidad de ser repobladores y formar parte de un proyecto experimental para personas en situaciรณn emocional irreparable. A los que se obsesionaban y sentรญan con la edad un profundo vacรญo impregnado de ansiedad les daban la opciรณn del reencuentro con los vestigios del pasado como re- pobladores o de abrir vรญas exploradoras hacia el futuro uniรฉndose a flotas de viajes espaciales experimentales. No era un destierro, era una oportunidad para buscar el cauce de su vacรญo en sus propios tรฉrminos. La sociedad de autocontrol armรณnico no tenรญa capacidad para integrar las anomalรญas emocionales de la madurez, y el caso de Anne y Adam era claro. ร‰l estaba enfermo y arrastraba a su mujer en esa emocionalidad distorsionada.

โ€œCon las ruinas de lo que se encuentren pueden inventar otra forma de vida.โ€ Eso les explicaron. No tenรญan demasiados voluntarios por ahora. Solo algunos jรณvenes rebeldes obsesionados con el futuro, que fueron etiquetados como secta y a los que habรญan mandado a conquistar Marte en una vieja nave espacial reciclada de los tiempos anteriores al cataclismo. Otros, no mรกs de diez con diferentes tipos de patologรญas nerviosas, se habรญan atrevido a aventurarse en las zonas tรณxicas. Y, por ahora, no habรญa rastro de sus andanzas. Ni la nave hacia el futuro, ni los exploradores del pasado habรญan sido capaces de emitir informes una vez cruzaban el umbral de su destino. Era como si la sociedad armรณnica simplemente abriera las compuertas de los inadaptados para que buscaran su destino en otros lugares y no contagiaran a sus congรฉneres la amarga desazรณn que los obsesionaba. Porque las obsesiones eran cauces de energรญa peligrosa. La insatisfacciรณn, la rabia, el vacรญo…, todas esas emociones dispares habรญa que encauzarlas antes de que ocasionaran comportamientos descontrolados en cadena. Encauzarlas con soluciones รฉticas, como la posibilidad de emprender un nuevo camino hacia el futuro espacial o hacia los territorios excluidos del pasado.

Adam empezรณ a darle vueltas a la idea de ir a la zona del Simulador donde su bisabuelo habรญa sido tan feliz trabajando antes de la catรกstrofe. A Anne le pareciรณ bien, aunque intuรญa que seguramente aquella edificaciรณn idealizada por su marido estarรญa inservible o en ruinas, pero sabรญa que un cambio radical les ayudarรญa. Si el รกnimo de Adam mejoraba y proyectaba una ilusiรณn, renunciar a todo serรญa una buena decisiรณn. Buscar la felicidad, aunque fuera algo breve, merecรญa la pena. Recuperaron un antiguo mapa de carreteras y calcularon las coordenadas para el desplazamiento. Hicieron la solicitud e inmediatamente fueron aprobados para la renuncia y el nuevo emplazamiento. Una aeronave de descarga los depositรณ con un contenedor de supervivencia. Se convirtieron en repobladores con libre albedrรญo. Algo que para la mayor parte de los humanos de las comunidades de autocontrol armรณnico resultaba terrorรญfico, pues lo asociaban al pasado catastrรณfico.

โ€ข

Cuando Anne se despertรณ vio que Adam sollozaba a su lado.

โ€”ยฟQuรฉ te pasa? โ€”preguntรณ preocupada.

โ€”Me angustia esta idea loca de haberte traรญdo aquรญ โ€”dijo รฉl con tono compungidoโ€”. Perdรณname por todo lo que has perdido con tu renuncia.

โ€”Adam, cariรฑo, yo estoy bien.

โ€”ยฟDe verdad?

โ€”Sรญ, esto estรก muchรญsimo mejor de lo que me esperaba. Hay circuitos electrรณnicos

que todavรญa funcionan y puedo adaptar. Tenรญas razรณn, vamos a poder reciclar muchรญsimas cosas. Ademรกs, estos asientos son comodรญsimos. No, en serio, estoy bien. โ€”Anne se encontraba de muy buen humor despuรฉs del sueรฑo reparadorโ€”. ยฟTe has fijado en el paisaje?

โ€”ยฟEl del Simulador? โ€”Adam creรญa que Anne le estaba preguntando por los lugares simulados que รฉl habรญa recorrido mientras ella dormรญa.

โ€”No, no, el de fuera. El que se veรญa desde lo alto de los paneles solares cuando los limpiรกbamos. ยฟTe acuerdas?

โ€”Ahora que lo mencionas, no me fijรฉ demasiado, estaba pensando en cรณmo serรญa entrar en el Simulador.

โ€”Pues yo sรญ me fijรฉ, y estรก todo lleno de vegetaciรณn y parece tranquilo y sentรญ que hay mucho por conocer mรกs allรก de este edificio.

โ€”La idea de salir de aquรญ me asusta un poco. Tenemos suministros para aguantar casi un aรฑo. โ€”Adam sentรญa que el Simulador era su lugar y su propรณsito.

โ€”Ya, pero me gustarรญa ver quรฉ otras cosas estรกn intactas por aquรญ.

โ€”No lo sรฉ.

โ€”Tranquilo, no iremos muy lejos, simplemente serรก bueno inspeccionar la zona

para comprobar lo que ha cambiado respecto al mapa de carreteras de tu bisabuelo. โ€”Anne se referรญa a un viejo mapa de cartulina donde se podรญan ver las carreteras y los diminutos pueblosโ€”. En esos lugares hubo otros edificios, imagino que quedarรกn cosas รบtiles. Creo que conocer lo que nos rodea es parte de la terapia.

โ€”ยฟLa terapia? โ€”preguntรณ Adam.

โ€”Lo que nos explicaron que habรญa que hacer para combatir la angustia que sientes.

Adam suspirรณ, รฉl no habรญa podido dormir. Sus pensamientos mezclados con las imรกgenes del Simulador lo habรญan desorientado.

โ€”Estoy agotado, ahora soy yo el que se cae de sueรฑo.

โ€”No te preocupes, reclina el respaldo y cierra los ojos. Saldremos a dar una vuelta cuando estรฉs descansado. Tenemos mucho tiempo por delante.

โ€ข

Al principio, a Anne no le fue tan sencillo convencer a Adam para salir juntos a inspeccionar los alrededores. Cuando se alejaban mรกs de quinientos metros, a รฉl le entraba aprensiรณn, como si el aire soleado del verano tuviera todavรญa las partรญculas venenosas del cataclismo.

โ€”Anne, no puedo. Estoy bien en el Simulador. No quiero conocer mรกs allรก de estos รกrboles. โ€”Adam se referรญa a una hilera de manzanos que habรญa cerca del edificioโ€”. Entiendo que necesites saber mรกs, pero yo he encontrado el sentido a mi mundo.

Adam se pasaba largas horas metido en los coches de las cรกpsulas de simulaciรณn. Ya no le temblaban las manos y dormรญa casi ocho horas de un tirรณn. Estaba mejor que antes, pero solo se quedaba dentro de las naves del edificio o en la misma zona que rodeaba las instalaciones.

โ€”Yo necesito saber mรกs.

A Anne el Simulador le aburrรญa. Examinar sus circuitos y ajustar la maquinaria le habรญa llevado pocos dรญas. Por otra parte, no le gustaba fingir que conducรญa en paisajes simulados. Habรญa intentado poner en funcionamiento un coche del almacรฉn, pero le faltaban las ruedas y el motor, era un simple cascarรณn. Tal vez en algรบn pueblo cercano hubiera algรบn coche antiguo que pudiera hacer funcionar, pero para eso necesitaba alejarse y explorar. Al menos, encontrรณ una bicicleta con ruedas gruesas que pudo arreglar y que le sirviรณ para empezar a crear un mapa detallado de lo que habรญa en pie.

La vegetaciรณn habรญa crecido en las granjas que fueron de madera y ahora eran bรกsicamente las ruinas del metal que quedaba corroรญdo. Sin embargo, una parte del centro comercial que habรญa a pocos kilรณmetros, y que habรญa sido construida con piedra y acero, seguรญa en pie y en muy buen estado de conservaciรณn, como las naves del Simulador. Curiosamente, estaba vacรญo, no quedaba ninguna mercancรญa dentro. A Anne le sorprendiรณ ver sus puertas abiertas, los espacios diรกfanos y que las estanterรญas y los pasillos no tuvieran absolutamente nada. Era extraรฑo, pues estaban todas las estructuras de los expositores de metal y plรกstico perfectamente alineadas.

โ€”No lo entiendo, las tiendas estรกn sin mercancรญa. No tiene mucho sentido, porque la poblaciรณn saliรณ de forma abrupta. Tendrรญa que estar con todas las cosas que dejaron, como en el Simulador.

โ€”Tal vez la gente comprรณ muchos enseres en el รบltimo momento, o simplemente con el pรกnico se lo llevaron.

โ€”No es eso. Es como si se hubiera vaciado con calma. No sรฉ cรณmo explicarlo, tuve una sensaciรณn muy extraรฑa.

โ€”ยฟQuรฉ quieres decir?

โ€”Todo es muy raro. Ha crecido la vegetaciรณn por todas partes y las carreteras estรกn resquebrajadas por el desgaste, pero no encuentro secuelas de la radiaciรณn. Tal vez tengo el medidor estropeado, pero todo estรก limpio.

โ€”ยฟHas visto animales?

โ€”Algunos pรกjaros y varias ardillas, y no sรฉ si te has fijado en que las chicharras estรกn armando escรกndalo todo el dรญa y los grillos toda la noche. Parece que han sobrevivido sin problemas. Y el agua de lluvia del depรณsito estรก limpia y es potable. Si nos atenemos a los informes de los accidentes nucleares, esto no tiene ningรบn sentido.

Anne iba abriendo cada dรญa el cรญrculo de sus pequeรฑas exploraciones y planeaba llegar mรกs lejos.

โ€”Hoy me encontrรฉ una manada de ciervos. Un macho con una gran cornamenta y varias hembras con sus crรญas. Los animales parecen estar bien, no he visto malformaciones… He intentado dar con ondas de comunicaciรณn, pero no llega nada. Es imposible sintonizar con la frecuencia de las Comunidades Armรณnicas, tal y como nos dijeron estamos aislados. Solo detecto el Simulador y es porque, obviamente, lo encendimos nosotros… El centro comercial dependรญa de la red elรฉctrica convencional y no hay forma de reconectar nada. Deberรญas venir un dรญa a verlo conmigo, asรญ te haces una idea de lo que te estoy contando.

โ€”Estรก demasiado lejos para caminar, y hace calor. Con lo que me cuentas me vale.

Adam no mostrรณ demasiado interรฉs por ver los restos del centro comercial en persona. Solo se atreviรณ a hacer pequeรฑas salidas con Anne, pues lo que le tranquilizaba era conducir dentro de los coches del Simulador y ver pasar las pantallas. Anne, en cambio, cada dรญa querรญa conocer mรกs, y en su cabeza estaba comenzando a trazar un complejo plan de supervivencia. Tenรญan suministros de alimentos deshidratados para algo mรกs de un aรฑo, y debรญan generar alimentos frescos. Habรญan traรญdo semillas tratadas y dos sacas de tierra ionizada para plantar vegetales nutritivos de รบltima generaciรณn. El aire era respirable, y no habรญa, que supieran, depredadores que pudieran atacarles. Los รกrboles frutales parecรญan sanos o eso decรญan los indicadores. La vida en los espacios abiertos de las llanuras resultaba mรกs estimulante que dentro de los parรกmetros de contenciรณn de la sociedad armรณnica. Adam se relacionaba de otra forma con el lugar de sus ancestros, tenรญa una especie de adicciรณn a las mรกquinas del Simulador, pero empezรณ a salir con mรกs frecuencia para clasificar las plantas de los alrededores y ver su potencial alimenticio.

Fue a comienzos del otoรฑo, justo a los tres meses de estar allรญ, cuando sucediรณ algo insรณlito. Anne se habรญa alejado a explorar pedaleando mรกs de hora y media por los restos de la carretera hacia al sur. Allรญ vio con sorpresa los sembrados bien cuidados y vacas pastando en pequeรฑas fincas junto a un grupo de granjas de madera perfectamente conservadas. Bajรณ por uno de los caminos de tierra para ver de cerca todo aquello, y se cruzรณ con un hombre viejo de largas barbas blancas y sombrero que conducรญa un pequeรฑo carromato negro de madera tirado por un caballo oscuro. A su lado habรญa un niรฑo rubio. El hombre se tocรณ el ala del sombrero e hizo un gesto de saludo al verla. Anne estaba perpleja. ยฟQuรฉ hacรญa esa gente allรญ? En los entrenamientos informativos sobre el impacto del cataclismo no habรญa constancia de que quedara allรญ vida humana. Adam y ella eran los primeros repobladores de la zona tรณxica. Vio a un hombre joven con sombrero de paja haciendo surcos con un arado de dos caballos y se acercรณ a hablarle.

โ€”Vengo en son de paz. โ€”A Anne no se le ocurriรณ mejor forma de presentarse.

El joven parรณ el arado y le sonriรณ amistoso. Conocรญa algunas palabras, pero hablaba un idioma diferente. Se hicieron entender como pudieron, mezclando seรฑas y frases. El muchacho llevรณ a Anne a ver a las mujeres de la comunidad. Varias de ellas hablaban su idioma con fluidez, aunque con un acento extraรฑo. Las mujeres le ofrecieron agua fresca y algo de alimento.

A grandes rasgos le explicaron a Anne que eran amish y que conocรญan la lengua de los que se fueron porque todavรญa se hablaba en otras poblaciones y era la que usaban para hacer intercambios.

โ€”ยฟOtras poblaciones?

โ€”Sรญ, nuestros antepasados se quedaron, tambiรฉn los menonitas, los indios meskawi y un grupo de latinos agricultores.

โ€”ยฟSe quedaron? ยฟY no enfermaron? ยฟUstedes saben lo que ocurriรณ?

โ€”Los ingleses se fueron โ€”asรญ era como llamaban a los que siglo y medio atrรกs habรญan vivido tambiรฉn allรญโ€”, pero nosotros nos quedamos. ยฟEs usted descendiente de los que se marcharon?

โ€”Hubo una catรกstrofe nuclear ocasionada por el impacto de los terremotos. ยฟEntienden lo que significa?

Aquella noche, cuando Anne regresรณ al Simulador, estaba conmocionada y tratรณ de explicarle a Adam todo lo que habรญa descubierto:

โ€”Fueron grupos de poblaciรณn que no quisieron irse. Gentes que trabajaban la tierra. Nunca nos contaron nada sobre ellos. Hablan varios idiomas, pero conservan el nuestro para comunicarse entre ellos.

โ€”ยฟY estรกn sanos?

โ€”Sรญ, Adam, perfectamente, no han heredado ni una secuela.

โ€”ยฟCรณmo es posible? โ€”interrogรณ Adam.

โ€”Te juro que no tengo la menor idea.

โ€”ยฟCrees que nuestras autoridades armรณnicas lo saben? โ€”volviรณ a preguntar

Adam.

โ€”Hum…, no… ยฟPor quรฉ querrรญan ocultรกrnoslo? Todo esto es muy confuso, ojalรก

pudiรฉramos informarles de lo que estรก pasando aquรญ. โ€”ยฟPara quรฉ? โ€”siguiรณ interrogando Adam. โ€”Bueno, para que lo supieran.

โ€”ยฟY?

โ€”Pues no lo sรฉ. Pero creo que nuestros conciudadanos armรณnicos deberรญan saberlo.

โ€”ยฟSaber que hay otros humanos haciendo su vida en la zona tรณxica y que sus antepasados, al parecer, no sufrieron las consecuencias del cataclismo?

โ€”Sรญ โ€”respondiรณ Anne pensativa.

Se miraron en silencio, y Adam expresรณ su desacuerdo:

โ€”No, saber esto ahora no tiene sentido. Que se queden donde estรกn. โ€”Adam se sentรญa muy bien allรญ solo con su mujer. Rechazaba la idea de volver a encontrarse con humanos armรณnicos.

Anne siguiรณ verbalizando su perplejidad:

โ€”Nuestros antepasados sufrieron muchรญsimo. Tuvieron que dejarlo todo atrรกs… No entiendo nada de lo que ha pasado aquรญ, ยฟcรณmo crees que han podido sobrevivir a la radiaciรณn? La central estรก solo a 55 kilรณmetros… โ€”En ese instante Anne tuvo una corazonada y sintiรณ una rabia densaโ€”: ยฟY si la central nunca explotรณ?

โ€”ยฟCรณmo?

โ€”ยฟQuiรฉn dice que hace 147 aรฑos explotรณ esta central? โ€”interrogรณ Anne. โ€”Nuestras familias salieron huyendo, fue un caos espantoso, nuestros abuelosveran niรฑos y lo recordaban todo con horror.

โ€”Sรญ, las terribles imรกgenes circulando en las redes, era el fin del mundo conocido. Todas las agencias de noticias lo decรญan, ยฟverdad? Hemos crecido repitiendo esa historia, viendo fotografรญas y terrorรญficos vรญdeos una y otra vez. Nuestros antepasados tuvieron que empezar de cero, desprenderse de todo y crear otra sociedad. Inventar algo diferente a lo que los habรญa llevado al borde del abismo. Borrar el veneno de la horrible civilizaciรณn que se habรญa gestado en el siglo XX.

โ€”Sรญ, las nuevas estructuras de la sociedad armรณnica fue lo que nos salvรณ โ€”respondiรณ Adam siguiendo el hilo de Anne. Habรญan crecido con esa idea. La superioridad de la civilizaciรณn armรณnica habรญa ordenado el planeta.

โ€”Adam, cariรฑo, tal vez los humanos de entonces eran la catรกstrofe, por eso los obligaron a marcharse y empezar de nuevo transformados en otra sociedad.

โ€”ยฟQuรฉ dices?

โ€”Presiento que la central nunca explotรณ, ni se averiรณ, ni nada. Deberรญa ir hasta allรญ y comprobarlo con mis propios ojos. No tengo idea de lo que pasรณ en otros lugares, pero intuyo que aquรญ nunca pasรณ nada.

โ€”ยฟQuรฉ significa todo esto entonces, Anne?

โ€”Quizรกs fue un simulacro para prepararnos, y esas cosas horribles sucedieron en otras partes. Quiรฉn sabe. ยฟCrees que queda alguien que nos lo pueda explicar? Todo son conjeturas.

Adam y Anne se quedaron en silencio.

โ€”ยฟPedalearรกs maรฑana hacia la central? Con estos caminos te llevarรก varios dรญas llegar allรญ โ€”dijo Adam preocupado.

โ€”No lo sรฉ. โ€”Anne suspirรณ y cambiรณ de temaโ€”. Las mujeres amish me han advertido de que los inviernos son muy frรญos. Tendremos que aprovisionarnos bien los prรณximos aรฑos.

โ€”Pensabas que รญbamos a morir rรกpido, ยฟverdad? โ€”dijo Adam mientras miraba con curiosidad a su mujerโ€”. Que no durarรญamos ni un aรฑo…

โ€”Imaginรฉ que todo serรญa mรกs difรญcil โ€”contestรณ Anne sonriendoโ€”, que nada funcionarรญa y que los restos del veneno de la radiaciรณn nos consumirรญan lentamente. โ€”Se le habรญa pasado la rabia y estaba cansada de pedalearโ€”. Hay otros grupos que viven cerca. Imagino que los iremos conociendo poco a poco.

Pensรณ en las mujeres con su cofia blanca y su mandil, en el pan de grano con mermelada y en la bancada de la mesa de madera donde se habรญa sentado a escucharlas. En sus rostros amigables explicรกndole sobre el viejo mapa que los latinos hablaban espaรฑol y vivรญan al sur, en el pueblo de Hills, y los indios meskawi al norte. Los menonitas, mucho mรกs cerca. Todos estaban bien, en sus grupos, con sus sembrados y sus animales. Al final de cada temporada se intercambiaban el grano sobrante, algunas conservas y pieles curtidas. Los meskawi eran buenos cazadores y sabรญan cรณmo conservar el calor bajo la tierra.

โ€”Increรญble, se quedaron con lo puesto. Y para sobrevivir han debido retroceder tres siglos, no tienen ni luz elรฉctrica.

Adam acariciรณ el rostro de su mujer, y la mirรณ con gesto misterioso. โ€”Tengo un regalo para ti โ€”le dijo.

โ€”ยฟUn regalo? โ€”preguntรณ ella con curiosidad.

Adam puso una hermosa y sonrosada manzana en la mano de Anne. โ€”Es la primera de la temporada. Ya estรกn madurando.

Anne la mirรณ con sorpresa, la apretรณ con los dedos y se la llevรณ a la boca. Era crujiente y tenรญa un sabor รกcido que se volvรญa mรกs dulce al masticar. El sabor fresco de la manzana le devolviรณ a las sensaciones del instante. Se fijรณ en el rostro de Adam y pensรณ que con el sol y el aire se habรญa puesto muy guapo. A su marido le sentaba muy bien la nueva vida que se estaban inventando. Se inclinรณ juguetona hasta sus labios y le dio un largo beso.

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Ana Merino es escritora. En 2020 recibiรณ el Premio Nadal por su novela 'El mapa de los afectos'.


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