En 1969, antes, mucho antes de sus novelas, dramas y ensayos mรกs conocidos, Ignacio Solares, fallecido el pasado 24 de agosto, escribiรณ una pieza teatral intitulada El problema es otro. La obra trata de un padre consciente de que su fin estรก prรณximo y busca a su hijo al que habรญa abandonado, junto con su esposa, muchos aรฑos atrรกs. Busca cerrar una herida, explicarse, obtener comprensiรณn y, acaso, perdรณn. El final de la obra, las รบltimas palabras que le dice su hijo dan cuenta del nรบcleo narrativo y dramรกtico de la obra de Solares:ย
Hace poco leรญ una historia en la que Cristo regresa a la tierra y dice que ha recorrido los mundos, que subiรณ hasta los soles y no encontrรณ a Dios alguno. Los niรฑos se acercan y le preguntan: Jesรบs, ยฟno tenemos padre? Y รฉl responde que todos somos huรฉrfanos… Todos, papรก. Me impresionรณ como no tienes idea. ยฟY sabes quรฉ pensรฉ? Que sin un verdadero padre no vale la pena permanecer en este mundo horrible…
La experiencia poรฉtica de la orfandad, la soledad radical, estรก presente en las novelas y los dramas de Solares, que responden a lo que Andrรฉ Gide consideraba la esencia misma del poeta verdadero: “un libro solo me interesa realmente cuando lo siento nacido de una exigencia profunda y cuando esta exigencia puede encontrar en mรญ cierto eco. Muchos autores que escriben hoy libros bastante buenos podrรญan escribir otros distintos igualmente buenos. No advierto entre ellos y su obra una relaciรณn secreta y ellos mismos no me interesan; se quedan en literatos y escuchan no a su demonio (no lo tienen), sino al gusto del pรบblico. Se ajustan a lo que existe y, asรญ como esto no les causa turbaciรณn, ellos no se sienten turbadores ni molestos”.
Solares establece una conexiรณn honda entre todos los libros que conforman su obra. Por eso mismo causa adicciรณn. Es el suyo un mundo propio e intransferible que da cuenta de una existencia autรฉntica. En todo ser humano tocado por una preconsciencia de que existe una verdad que nos interpela, que acecha, que se nos oculta y que de pronto nos deslumbra para confundirnos; en todo ser humano que ha sensibilizado la belleza como el resplandor del ser y para quien solo se trata de amar y de ser amado, hay una necesidad de escapar de lo cotidiano, de hacer una voz aparte en el coro, de asumir su dolorosa soledad que lo vuelve otro. Entonces se siente sumido en la noche y busca la prolongaciรณn de la noche como Juan de la Cruz la noche oscura del alma.
Madero, el otro es, en efecto, ese otro que va dando a luz a lo largo de su vida, que no estaba a sabor con las cosas, que no se hallaba en el poder; el jesuita perdido en la sierra Tarahumara para los suyos se ha impregnado de otra espiritualidad que lo lleva a vivir una correspondencia entre todos los seres humanos que le lleva a vislumbrar una paternidad que se le escapa y que no puede asir plenamente, que le hace sentir que todos somos huรฉrfanos, que la luz es difusa y que, sin embargo, todos somos hermanos en una realidad de formas mรบltiples, y que “no hay tal lugar” porque nada es real como no sean nuestros sueรฑos, donde no hay contrarios y los sentimientos y visiones mรกs aparentemente encontradas se entrelazan en una unidad perfecta que desintegra la realidad concreta.
La noche de รngeles es la transfiguraciรณn del hรฉroe ante la realidad mรกs definitiva, saberse un ser para la muerte, para quien esta significa el trรกnsito hacia la luz que transfigura el sacrificio en liberaciรณn. Todas las novelas y dramas histรณricos โque no polรญticosโ de Solares, realizados a partir de una rigurosรญsma investigaciรณn histรณrica, parten de una connaturalidad suya con los personajes, que nos hace sentir al otro con sus fisuras, con su sentido รบltimo de exiliado sobre la Tierra, como el huรฉrfano anhelante de un padre al que la poesรญa que brota de esta vivencia da una consistencia que permanece en el lector una vez cerrado el libro.
La magia de hacernos vivir el sueรฑo ligado a lo cotidiano es la virtud que subyace en las obras de Solares y las impregna de poesรญa. Como suele suceder en los mayores escritores, en el principio estaba lo que desarrollarรญa a lo largo de su existencia. Solares respondiรณ a un llamado temprano, al que fue fiel a lo largo de su larga vida como escritor. Y a esto es a lo que llamamos un autor. ~
Francisco Prieto ha publicado catorce novelas, entre las que destacan "Caracoles" (Mortiz, 1975), "La inclinaciรณn" (Plaza & Janรฉs, 1986), "Campo de Batalla" y "El calor del invierno" (Jus, 2008 y 2014 respectivamente). En teatro, su drama "Lutero o el criado de Dios", publicado por la UNAM, fue montado por Josรฉ Ramรณn Enrรญquez y protagonizado por Jesรบs Ochoa en la Casa del Teatro.