Foto: Larry D. Moore, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Martin Amis, Javier Marías y una especie de vacío

Martin Amis y Javier Marías han muerto en el mismo año, los dos eran presencias poderosas, inevitables en los noventa.
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Javier Marías y Martin Amis han muerto con unos pocos meses de diferencia: uno el 11 de septiembre de 2022 a punto de cumplir 71, otro el 19 de mayo de este año, a los 73. La primera vez que leí sobre Amis fue en El Periódico: un artículo de David Trueba sobre La flecha en el tiempo. No recuerdo la primera vez que oí el nombre de Javier Marías, pero mi sensación es que estaba ahí desde siempre. Por suerte, muchos autores de su generación siguen activos. Si empezabas a escribir en los noventa eran dos presencias muy poderosas, inevitables. Cuando fui a hacer una beca Erasmus en la Universidad de East Anglia, mucha gente hablaba de Ian McEwan y Kazuo Ishiguro, que estaban entre los primeros alumnos del máster en escritura creativa que había montado allí Malcolm Bradbury. No les interesaba Amis, y cuando se lo conté a Félix Romeo dijo: Bueno, es como Marías en España. Desde entonces los he asociado, a veces sin querer. Uno tenía la combinación de ser cool y culto, era muy inglés y a la vez sentía fascinación/repulsión por Estados Unidos; otro era nuestro escritor británico, traductor de Tristram Shandy y los poemas de Stevenson, retratista en Vidas escritas, cronista de Oxford. Marías era culturalmente cosmopolita y Amis provinciano; el segundo era más pop y claramente cómico. Compartían cierta petulancia y la admiración por Nabokov. Eran hijos de autores importantes, habían tenido un éxito precoz, combinaban el éxito -a veces espectacular- y la fama con la ambición literaria y la exigencia artística. (Anagrama, donde publicaban los dos en ese momento, era distinta a lo que es ahora, porque han cambiado el mundo y ha cambiado Anagrama.) Tenían sus grupos de amigos célebres, enemistades sonadas, generaban chismorreos, protagonizaban polémicas. Decía Amis que una tragedia de los escritores es que el talento muere antes que el cuerpo; creo que el británico escribió su mejor ficción en el siglo XX, mientras que Marías, con un manierismo creciente, mantuvo su energía creativa. Los dos partían del centro izquierda; muchos los consideraban conservadores cuando murieron. Se metieron en líos en entrevistas, libros y columnas. A veces desbarraron, pero a menudo acertaron, como Amis en críticas al relativismo o Marías cuando escribió de Gloria Fuertes en el momento máximo de papanatismo. Habían sido libres y valientes al escribir sus mejores novelas y lo fueron también al expresar sus opiniones, en un tiempo asustadizo donde más que censura hay miedo a caer antipático. Los dos escribieron hermosas páginas sobre sus padres y la orfandad, y su desaparición deja una especie de vacío.

Publicado originalmente en El Periódico de Aragón.

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