Fotografรญa: Michael Locciisano

Entrevista con Phillip Lopate

Phillip Lopate me invita a pasar a su acogedor brownstone en Brooklyn, en el tercer piso tiene su estudio y su escritorio estรก situado frente a la ventana. Hace varios aรฑos Carmen Boullosa, Juan Manuel Prieto y yo tuvimos una conversaciรณn con Lopate para un blog. En esa ocasiรณn hablamos sobre ficciรณn, en particular sobre su novela El mercader de alfombras. En 2013 Lopate publicรณ dos brillantes libros sobre el ensayo: To show and to tell: The craft of literary nonfiction y Portrait inside my head. Estas obras eran un buen pretexto, por si hiciera falta uno, para entrevistarlo nuevamente, en esta ocasiรณn sobre el ensayo, el cine y Nueva York. Lopate es un formidable poeta y narrador, pero su calidad y, me atrevo a decir, sabidurรญa como ensayista son inmensas.ย 
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¿Quรฉ hace distinto al ensayista de cualquier otro tipo de escritor?

Me gustarรญa pensar que el ensayista tiene pensamientos interesantes y basta con que los desarrolle para que se le ocurra algo persuasivo o idiosincrรกtico. El ensayo es una forma magnรญfica para un tiempo en que todo es incierto, cuando todo estรก cambiando. Montaigne, el primer gran ensayista, hablรณ de la inconstancia de nuestras acciones y de cรณmo el mundo estaba transformรกndose permanentemente. El ensayo, me parece, se vuelve una forma de plantar una bandera en el caos. Y el ensayista es alguien que no necesita un juego de instrucciones rรญgidas, sino alguien que puede vivir de manera exploratoria. Esa es la gran promesa del ensayo, y eso tambiรฉn es lo que lo hace tan difรญcil, desde el punto de vista artรญstico, porque una vez que has partido en el ocรฉano del pensamiento, ¿cรณmo le das forma estรฉtica al texto?

El problema suele ser saber dรณnde detenerse una vez que uno comienza a vincular ideas y pensamientos.

Montaigne dijo que todo estรก conectado y ciertamente la manera en que รฉl escribรญa ensayos era un continuo saltar de tema en tema. Como escribรญ en “¿El ensayo: argumento o exploraciรณn?” –que forma parte de To show and to tell–, creo que un ensayo necesita tener la libertad para explorar asuntos sobre los cuales el autor aรบn no estรก completamente convencido. Tiene que tener la libertad de ser abierto, por lo menos al principio, pero tambiรฉn debe poder “tomar dictado”, aunque suene extraรฑo. Por otro lado, mientras estรกs escribiendo y explorando, quizรกs comiences a sentir que hay un argumento debajo de esta navegaciรณn libre y debes llevar ese argumento a la superficie. Un ensayo debe tener fuerza, debe llevar al lector de un lado al otro, no puede ser simplemente una labor de asociaciรณn libre.

¿Quรฉ piensa de las formas hรญbridas del ensayo y su aparente proliferaciรณn? ¿Cรณmo se comporta el ensayo personal en este tiempo de confusiรณn?

El ensayo tiene elementos que se superponen con la ficciรณn, porque generalmente hay un personaje fuerte en primera persona, un yo, una voz dominante. Cuando te vuelves un personaje ya estรกs ficcionalizรกndote a ti mismo, estรกs enfatizando ciertos elementos de tu personalidad y relegando otros al fondo. Esa es una similitud artรญstica, otra es el hecho de que estรกs tratando con personajes, algo presente en la mayorรญa de las ficciones. Ademรกs, el ensayo tiende a tener un tema, el mero rastreo de los pensamientos es un tema, es un recorrido narrativo que te lleva del punto a al punto b. De la manera que sea el ensayista tiene que ir a algรบn lado. Por eso son gรฉneros primos y su relaciรณn es amistosa. El problema es cambiar o distorsionar lo que sabes que es real: si naciste en 1943 y dices que naciste en 1946 estรกs jugando con los detalles factuales. El ensayo tiene mucho espacio para la especulaciรณn, que es una forma de la ficciรณn. Puedes imaginar a tus padres en su primera cita, sabiendo cรณmo son quizรก puedas intuir que actuaron de tal o cual manera. De esa forma estรกs transformando algo que serรญa ficciรณn al usar tรฉrminos especulativos y al seรฑalar claramente que estรกs especulando. No finges haber estado ahรญ ni tampoco saber exactamente quรฉ fue lo que pasรณ. Tienes la libertad de fantasear. La fantasรญa y la imaginaciรณn han sido parte del ensayo desde el principio. Hay dos maneras en que puedes imaginar, estoy seguro de que hay muchas otras pero limitรฉmonos a estas dos por ahora. Una forma es que puedes especular y la otra es que, aun si quieres escribir exactamente lo que pasรณ, debes tener una imaginaciรณn de lo real, tienes que extraer de la masa de material documental un elemento particular. Para hacer eso debes imaginรกrtelo, debes enfocar, y el enfoque en sรญ es una forma de la imaginaciรณn. Nadie puede ser artista sin usar la imaginaciรณn y eso incluye al arte literario. Nunca he creรญdo que quien escribe ensayo personal es simplemente un periodista que solo quiere reportar los hechos. Incluso el periodismo debe emplear cierto tipo de imaginaciรณn para detectar cuรกl es la historia a partir de una masa de elementos.

Cuando estuve en Mรฉxico tuve una larga conversaciรณn con Luigi Amara. Me dijo entonces que en cierta forma consideraba el ensayo personal como ficciรณn, lo cual era una manera de separarlo de la no ficciรณn. Sospecho que estaba tratado de ser amable y querรญa decir: “todos admiramos el ensayo, creemos que tiene un estatus mรกs elevado, quizรกs hasta lo preferimos a la ficciรณn, y en cierta forma eres en realidad un autor de ficciรณn”. Le respondรญ que no coincidรญa con esa idea. He escrito novelas y sรฉ cual es la diferencia. Es cierto, sin embargo, que cuando escribo ensayos personales empleo ciertas tรฉcnicas de la ficciรณn: empleo personajes, arcos narrativos, un poco de diรกlogo, quizรกs hasta introduzco escenas, pero no estoy inventando nada, sigo contando las cosas como creo que sucedieron. No veo por quรฉ deberรญamos borrar el gรฉnero de la no ficciรณn y pretender que todo es ficciรณn. Ya sabemos que las memorias distorsionan la historia, que cualquier tipo de relato sobre los hechos va a tener algรบn elemento subjetivo. Eso lo sabemos. Es como cuando los acadรฉmicos dicen: “Esto no es realismo, es una construcciรณn.” Estรก bien, sabemos que es una construcciรณn. Aceptamos que hay elementos de construcciรณn y distorsiรณn. Pero me parece que el escritor de no ficciรณn, el ensayista personal, siempre trata de acercarse a la verdad y no solo a la verdad literaria, sino a la verdad literal. Porque hay algo hermoso en la vida, la cual parece tener formas subyacentes, si lo piensas bien. Esto puede parecer una visiรณn mรญstica pero podrรญamos confirmarlo si consideramos ciertas experiencias vividas, como el verano de tus dieciocho aรฑos, y mientras mรกs lo piensas comienzas a encontrar una forma innata por debajo de todos estos recuerdos. ¿Quieres llamarlo ficciรณn de forma innata? Yo no pienso que necesariamente sea ficciรณn. Hay cada vez mรกs hibridez en las formas, pero tambiรฉn siguen apareciendo trabajos que parecen puramente de ficciรณn y otros netamente de no ficciรณn. Todos estos elementos coexisten. Buena parte de la ficciรณn tiene elementos autobiogrรกficos, hasta la ciencia ficciรณn. Te inspiras en tu personalidad y en lo que observas de otras personas. Siempre habrรก ese elemento documental. Godard dijo alguna vez que todas las pelรญculas de ficciรณn pueden considerarse como documentales de gente actuando.

¿Cuรกl serรญa para usted la principal diferencia entre el ensayo y el artรญculo periodรญstico de profundidad, la crรณnica o la memoria?

El ensayo tiene estilo literario y considero que por la forma en que estรก escrito es crucial que tenga cierta textura, cierta complejidad sintรกctica. Tambiรฉn el ensayo admite mรกs subjetividad, por lo que te puedes permitir cosas que en el periodismo no podrรญas hacer, como usar la primera persona, reconocer que algo te gusta o no y otros recursos que normalmente no van muy bien en el artรญculo periodรญstico. Por supuesto que el periodismo tambiรฉn estรก mutando, vemos el Nuevo Periodismo y la inserciรณn del periodista como personaje, pero hay cierto peso, un valor del ensayo que a menudo tiene que ver con un estilo brillante y una fuerte personalidad en la conducciรณn. Mรกs allรก de eso, creo que hay tradiciones en el ensayo personal, temas que siguen apareciendo una y otra vez como la amistad o la relaciรณn con un lugar, que inevitablemente invocan a los antepasados. Veo el ensayo personal como una larga conversaciรณn a travรฉs de los siglos y me parece que la mayorรญa de los grandes ensayistas tambiรฉn lo veรญa asรญ. No estoy diciendo que yo sea un gran ensayista. Montaigne citaba a Sรฉneca, Cicerรณn y Plutarco, William Hazlitt citaba a Montaigne, Virginia Woolf citaba a Hazlitt y a Montaigne, Emerson escribiรณ sobre Montaigne. Existe esa conexiรณn, una fuente de orgullo y tambiรฉn una forma de decir que lo que estamos haciendo es peculiar, pero algo que nuestros predecesores habrรญan entendido. Situarse en esa tradiciรณn es la marca del ensayista, es el orgullo de formar parte de ese largo linaje. En el arte la determinaciรณn del artista y su ambiciรณn son importantes. Si Duchamp entrega un urinario, lo firma R. Mutt y dice que es una obra de arte, basta con eso para que por lo menos estรฉ a la mitad del camino de ser una obra de arte. Si yo digo que algo es un ensayo, y por cierto el ensayo no es la forma de expresiรณn de mรกs รฉxito comercial, debo ser por lo menos tomado un poco en serio porque estoy inserto en esta tradiciรณn. Ha pasado que ciertos periodistas que son muy buenos escritores llegan a ser considerados ensayistas a posteriori. Escritores como Joseph Mitchell o A. J. Liebling se dedicaron al periodismo pero luego fueron considerados ensayistas. A veces tiene que ver con el nivel de calidad de sus obras. Monsivรกis, por ejemplo, era sin duda un ensayista de tiempo completo. Se ganaba la vida como periodista pero desarrollรณ una voz muy fuerte y sus juegos literarios eran clรกsicos recursos ensayรญsticos. Un ensayista puede enajenar a sus lectores y luego volver a atraerlos, algo que un periodista no puede hacer. E. M. Cioran, un ensayista que aprecio mucho, maltrataba a sus lectores, pero lo amรกbamos porque nos decรญa, nos dice, la amarga verdad sin consentirnos. Hazlitt era similar: muy agresivo y belicoso. Nunca podrรญas hacer eso en el periodismo, no podrรญas confrontar tanto a tus lectores. Ese es el atractivo de cierto tipo de ensayo, esa tensiรณn entre lector y escritor. Un ensayo puede ser travieso y no necesita ser amigable.

¿Considera a Cioran mรกs un ensayista que un filรณsofo?

Sรญ. Una de las ramas del ensayo es el ensayo filosรณfico y en Europa hay una tradiciรณn maravillosa de ensayistas filosรณficos que incluye a Barthes, Simone Weil, Walter Benjamin, Theodor Adorno, Camus y Sartre de vez en cuando. En el siglo XX comenzรณ una desconfianza de los grandes sistemas filosรณficos. Los รบltimos fueron Hegel y Marx y despuรฉs comenzรณ el colapso. Los filรณsofos empezaron a admirar y envidiar las belles-lettres. Lo vemos ya en Nietzsche, un escritor de pequeรฑos ensayos que evitaba los grandes sistemas. Nietzsche es el abuelo de Cioran. Pienso que el ensayista angloamericano es mรกs personal y amistoso y el europeo mรกs filosรณfico, aunque tienen mucho en comรบn. Hay ensayos de Benjamin que son clรกsicos ensayos personales como “Desempacando mi biblioteca” o “Hachรญs en Marsella”.

Volviendo a Amara, รฉl escribiรณ en Letras Libres, en febrero del 2012, un ensayo sobre el “ensayo ensayo”, en el cual pedรญa que el ensayo personal fuera clasificado entre las obras de ficciรณn. El texto desatรณ una polรฉmica interesante.

Es un asunto de proporciรณn. Hace algรบn tiempo cuando visitรฉ Mรฉxico tuve la oportunidad de hablar con varios ensayistas, incluyendo Luigi, como mencionรฉ antes. Me dio la impresiรณn de que estรกn un poco obsesionados con un antagonismo hacia el ensayo acadรฉmico, piensan que en Mรฉxico la polรฉmica polรญtica y el ensayo acadรฉmico han secuestrado el ensayo. Para mรญ esto no es tan importante porque me gusta una definiciรณn amplia del ensayo. Hay buenos ensayos acadรฉmicos. Mis alumnos a veces critican algo diciendo que es acadรฉmico y sospecho que se refieren a que es intelectual. Siempre he estado en contra del antiintelectualismo. Esto no quiere decir que uno no sea accesible, sino que no debemos poner un techo sobre el pensamiento o un lรญmite a las ideas. Para dar un ejemplo de un gran ensayista mencionarรญa a Loren Eiseley, quien era cientรญfico y cuando escribรญa ensayos se valรญa de su tremendo bagaje. No veo nada malo en que un ensayista sepa sobre algo. Un ensayista no debe ser un ignorante ni un generalista. Muchos de los grandes ensayistas se divertรญan con la nociรณn de la ignorancia pero no eran ignorantes. Uno puede tener una profesiรณn, ser mรฉdico, fรญsico o hasta polรญtico y aun asรญ escribir buenos ensayos. Pienso que lo que Luigi decรญa tiene que ver con una situaciรณn especรญfica: que no se respeta lo suficiente al ensayista clรกsico.

Luigi tambiรฉn es una parte importante de Tumbona, la editorial que hace algunos aรฑos publicรณ su libro Contra la alegrรญa de vivir dentro de una colecciรณn fabulosa.

Sรญ, tienen una serie de libros “contrarios”. La tรกctica del antiensayo o el texto en contra de algo es una de las tradiciones mรกs divertidas del ensayo personal; tienes a Sontag en contra de la interpretaciรณn, Joyce Carol Oates en contra de la naturaleza, Laura Kipnis en contra del amor, Gombrowicz en contra de los poetas y el mรญo en contra de la alegrรญa de vivir. A veces es muy fรฉrtil y liberador tomar posiciรณn en contra de algo que sabes que es bรกsicamente bueno, hacer de abogado del diablo. Tumbona es una editorial que ha sido una gran defensora del ensayo. No quiero llevarles la contra en esto, pero no me siento tan amenazado por el ensayo acadรฉmico o la polรฉmica polรญtica. De hecho no tenemos suficiente polรฉmica polรญtica en Estados Unidos.

Ha escrito que uno de los procesos creativos que emplea es pensar en contra de usted mismo. ¿Cรณmo lo aplica en la prรกctica?

Mientras trabajo explicando ciertas ideas me detengo y me cuestiono. Hemingway hablรณ al respecto de tener un detector de idioteces [bullshit]. Muy a menudo tomo la posiciรณn contraria de la que estoy defendiendo para ver quรฉ puedo decir. Es la manera en que funciona mi mente, siempre estoy buscando cรณmo contradecirme. No sรฉ por quรฉ lo hago o quรฉ placer me produce. Estoy en guardia ante la autosatisfacciรณn, en contra de la complacencia. Asumo que en cualquier relaciรณn cometo muchos errores, no soy el marido perfecto, no soy el padre perfecto. Mi idea de la humanidad es que todos somos profundamente falibles y nuestro pensamiento tambiรฉn lo es, por tanto debemos pensar en nuestra contra y cuestionarnos.

Alguna vez ha dicho que el ensayista es tambiรฉn un poco un estafador. Alguien que no tiene que saberlo todo sobre un tema, sino saber lo suficiente para escribir sobre รฉl. ¿Quรฉ hace cuando especialistas y expertos cuestionan sus credenciales?

Es una seducciรณn. Precisamente ese fue uno de los problemas que tuve cuando escribรญ Waterfront, porque tenรญa que introducir una serie de opiniones en varias especialidades: ingenierรญa, urbanismo, biologรญa marina, polรญtica. Comencรฉ a investigar y en cada capรญtulo que escribรญa introducรญa largas citas de expertos, pero mi editor me dijo que debรญa poner eso en mis palabras, resultaba muy aburrido leer citas de un informe de ingenierรญa. Le dije: “Pero รฉl lo sabe todo y yo no sรฉ nada.” Tuve que encontrar entonces una manera de darle energรญa a esa relaciรณn: me presentaba como un amateur que se metรญa en asuntos serios, pero a la vez ofrecรญa informaciรณn. Usรฉ algunas maniobras ingeniosas y trucos para parodiar la voz del experto y tambiรฉn utilicรฉ a Phillip Lopate como una especie de detective que buscaba resolver dudas. Es la posiciรณn de “no soy un experto pero quizรกs tenga preguntas interesantes”.

Escribรญ, por ejemplo, un ensayo sobre Abraham y Sara, Freud y Karen Horney, y mi primera esposa y yo. Nunca dije ser un experto en ninguna de estas cosas, pero trabajรฉ con los materiales. Tenemos que ser capaces de investigar un poco y valernos de otros campos de estudio. Si escribes sobre tu infancia, puedes traer elementos de antropologรญa, sociologรญa o psicoanรกlisis para iluminar tu historia personal y esto responde a la pregunta: ¿por quรฉ a alguien le importarรญa mi vida, a quiรฉn puedo importarle yo? Estรกs usando ese “yo” como sรญmbolo de lo que le ocurre a una generaciรณn o una sociedad. Te das la licencia para hacerlo y aceptas las consecuencias si los expertos te critican.

Me gusta la palabra amateur: alguien que ama algo y que no pretende ser un experto. El ensayista estรก en la posiciรณn privilegiada de ocupar el papel del amateur. Tomemos a Geoff Dyer, quien escribiรณ un libro sobre la imposibilidad de escribir de D. H. Lawrence –Out of sheer rage–, pero tambiรฉn escribiรณ un libro sobre jazz y otro sobre fotografรญa y uno mรกs sobre Tarkovski y otro sobre un portaaviones. Dyer en cada libro toma la posiciรณn del amateur, no del experto. Hay escritores que toman la posiciรณn del generalista, pero ahora vivimos en un tiempo de especialistas en el que casi no puedes serlo, debes ser un amateur.

Usted le recomienda a sus alumnos adoptar una subespecialidad, aprender sobre cosas especรญficas.

Tienes que saber algo, no puedes hablar รบnicamente de tus sentidos porque muy pronto descubres que solo hay cinco.

Ha escrito acerca de las similitudes entre el ensayo y el sermรณn, ¿extiende esa analogรญa al libro de autoayuda?

Me siento mรกs capaz para hablar sobre el sermรณn que del libro de autoayuda. El sermรณn es normalmente una pregunta sobre la fe. El sacerdote, el predicador o el rabino hablan sobre un texto de la Biblia y tratan de comprenderlo. Los mejores sermones presentan un problema, un nudo que tratan de desenredar. En ese sentido el ensayo es como un sermรณn. El ensayo surge de varias formas, una de ellas era el sermรณn, otra la epรญstola y tambiรฉn el libro de citas. Todos nutrieron al ensayo. Escritores como Laurence Sterne se ganaban la vida como sacerdotes y se dedicaban a hacer sermones. El sermรณn es un tipo especial de ensayo. Respecto a la autoayuda, recuerdo que cuando se publicรณ mi primera colecciรณn de ensayos, Bachelorhood, lo pusieron en el estante de autoayuda. “No tengo ninguna ayuda que ofrecer a nadie y menos a los hombres”, pensรฉ. El libro de autoayuda promete respuestas fรกciles, lo que hace una colecciรณn de ensayos personales es que te hagas buen amigo de tu neurosis. Te darรกs cuenta de que otras personas tienen las mismas complejidades, las mismas ambivalencias y las mismas dudas. Una colecciรณn de ensayos puede ayudar a estar en paz con tu incertidumbre, puedes vivir sabiendo que esos interrogantes siempre existirรกn.

Siempre he pensado que el ensayo y la poesรญa son muy similares. Usted comenzรณ su carrera acadรฉmica dando clases de poesรญa. ¿Aรบn escribe poemas?

No escribo poesรญa desde hace tiempo. En 2010 publiquรฉ At the end of the day, una antologรญa de poemas que escribรญ entre 1965 y 1985 mรกs o menos. Durante casi veinte aรฑos fui poeta, entre otras cosas. Cuando descubrรญ el ensayo, a finales de los aรฑos setenta, me encontrรฉ haciendo en ese gรฉnero todo lo que querรญa hacer.

La poesรญa y el ensayo son muy similares. La poesรญa me enseรฑรณ a emplear la asociaciรณn libre, a ser capaz de moverme de un tema a otro, de una idea a otra, a saltar, como dice Robert Bly. Cada final de verso te alienta a ir a un lugar distinto en el siguiente. Ademรกs el poema tiene mucho de atmosfรฉrico, no es necesariamente conducido por el tema. Por otro lado tenemos ensayos lรญricos que son casi poesรญa pura. Definitivamente tienen rasgos en comรบn, asรญ como tambiรฉn hay mucho en comรบn entre la ficciรณn y el ensayo, y eso no quiere decir que el ensayo deba renunciar a su identidad y decirse “me voy a volver poema o me voy a volver cuento”.

A menudo habla de tres elementos que le sirven para apropiarse de la realidad y volverla literatura: soledad, meditaciรณn y observaciรณn.

Aรฑadirรญa la distancia, que es algo fundamentalmente bueno, aunque la gente tiende a tenerle miedo, como le temen a la soledad. Tienes que ser capaz de estar solo contigo mismo, no puedes estar buscando distracciones o diversiรณn todo el tiempo. Si pudiera dejarle algo a mi hija serรญa el regalo de la soledad.

¿Cree que nuestro acceso instantรกneo a la informaciรณn y la proliferaciรณn de los blogs y redes sociales han influido en la manera en que se escribe ensayo hoy?

No lo creo, he leรญdo muchas colecciones de ensayos que acaban de aparecer, de autores como Meghan Daum, Charles D’Ambrosio, Leslie Jamison y Emily Fox Gordon. Por extraรฑo que parezca estamos en un momento en el que se publican numerosos libros de ensayos en Estados Unidos, y veo que hay una exploraciรณn de temas a profundidad. Estos y otros escritores no estรกn haciendo ensayos cortos sino textos de veinte a treinta pรกginas. Muchos ensayistas estรกn aprovechando la oportunidad para cavar profundo. Por lo tanto no creo que el problema de la poca capacidad de atenciรณn haya atacado al ensayo.

Este es un buen momento para el ensayo. En la ficciรณn hay muchos novelistas que hacen lo que Milan Kundera define como novelas ensayรญsticas, cuya tradiciรณn incluye a Robert Musil, Marcel Proust y Hermann Broch. Mรกs recientemente estรก W. G. Sebald, Roberto Bolaรฑo, Javier Marรญas, Thomas Bernhard, David Foster Wallace y Nicholson Baker, escritores que se alejan de las tradicionales escenas y diรกlogos para entregarse a largas meditaciones. La promesa del ensayo estรก filtrรกndose en la ficciรณn. Muchos escritores de ficciรณn se sienten atraรญdos hacia el ensayo, no quieren escribir un libro entero sobre un tema y prefieren escribir sobre este en veinte o treinta pรกginas del total de sus novelas. Por mi parte prefiero leer un ensayo rico y conciso de una veintena de pรกginas que leerlo inflado en trescientas.

¿Quรฉ piensa de la tradiciรณn de los ensayistas cientรญficos?

Nos hacen falta ensayos cientรญficos. Lewis Thomas, Stephen Jay Gould, Loren Eiseley y en cierta medida Edward Hoagland han escrito sobre ciencia. Justo ahora que entramos en un momento de profunda crisis ambiental y nuestra relaciรณn con la naturaleza estรก tan deteriorada, estos asuntos tienen que ser materia del ensayista. Ademรกs estรกn los ensayos de mรฉdicos, como Oliver Sacks, Francisco Gonzรกlez Crussรญ y Richard Selzer, excelentes escritores que estรกn enriqueciendo el gรฉnero. El hecho de que algunos ensayistas comiencen sabiendo algo no quiere decir que no lleguen a un lugar de misterio y confusiรณn, hay aรบn muchas cosas que desconocemos.

Usted es un gran cinรฉfilo. Con frecuencia se dice que es un arte en decadencia.

Se siguen haciendo buenas pelรญculas. Cada aรฑo hago una lista de las mejores pelรญculas y siempre tengo unas veinte. El pronunciamiento de la muerte del cine es prematuro. Se hacen todo el tiempo muchos filmes interesantes. Quizรกs no vivimos un periodo de grandes autores pero hay muchos maestros, un poco menores, pero muy buenos. Estoy intrigado por el director coreano Hong Sang-soo, a quien encuentro muy divertido. Me interesa tambiรฉn el iranรญ Abbas Kiarostami, me gustรณ Sils Maria, la nueva pelรญcula de Olivier Assayas. Hay mรกs ensayos fรญlmicos que nunca, buenos documentales. Hay buen cine.

Acerca del ensayo fรญlmico, perdimos recientemente a uno de los mรกs grandes directores de ese gรฉnero, Chris Marker, pero Godard sigue haciendo pelรญculas que parecen ensayos.

Sรญ, perdimos a Marker. Godard se considera a sรญ mismo un ensayista. Es difรญcil saber si Adiรณs al lenguaje es un ensayo o un poema lรญrico. Tambiรฉn estรก el filme de Rithy Panh, La imagen perdida, una pelรญcula muy bella que funciona como un ensayo personal en cine, que en lugar de usar actores emplea figuras de barro. Werner Herzog tambiรฉn sigue haciendo buenos ensayos en el cine. Tenemos, por otro lado, a directores tรฉcnicos como David Fincher, que hizo Perdida, una cinta correcta, bien hecha, que seguรญ con mucho interรฉs pero a los dos dรญas no me la creรญa para nada. Me gustรณ Birdman, de Gonzรกlez Iรฑรกrritu.

Alguna vez escribiรณ que lo que realmente tratamos de obtener es sabidurรญa. ¿Cรณmo definirรญa la sabidurรญa?

No se trata tanto de definirla como de desearla. Es como el creyente que quiere a Dios. A veces me siento un poco ansioso cuando leo a escritores jรณvenes que parecen tener un apego narcisista con su confusiรณn. Escriben desde las profundidades de su confusiรณn de una manera un poco arrogante, como afirmando que todos estamos confundidos, pero no creo que hagan suficientes esfuerzos para obtener una mejor perspectiva o tener un mejor comprensiรณn de las cosas; es una forma de autocompasiรณn decir que nos bombardean de informaciรณn, que estamos confundidos y no sabemos lo que estamos haciendo. Pero hay una pequeรฑa voz dentro de nosotros que nos dirige hacia la sabidurรญa. La compasiรณn es una forma de sabidurรญa, entender nuestras propias deficiencias es otro tipo de sabidurรญa, entender cรณmo estamos conectados con los demรกs es una mรกs y tambiรฉn lo es no ser indulgente con tu egoรญsmo. Estas son ideas simples pero presentan algo que deseamos: querer ser sabios. Ahora, no todo mundo quiere ser sabio; yo quiero ser sabio pero no me queda mucho tiempo para llegar ahรญ, estoy progresando a un ritmo demasiado lento, pero por lo menos lo sรฉ. La sabidurรญa es saber lo que no sabes. ~

 

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(ciudad de Mรฉxico, 1963) es escritor. Su libro mรกs reciente es Tecnocultura. El espacio รญntimo transformado en tiempos de paz y guerra (Tusquets, 2008).


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